Capitulo 13

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Al día siguiente me sentía muy decaída, no había dormido nada, no es que no pudiera, es que no quería cada vez que cerraba los ojos veía a la tumba de mi padre, así que sólo dormí por una hora y luego me desperté.
En la mañana Car buscaba algo que ponerse y sacó todo lo de su armario, que no era poca ropa.
- Sabes, deberías dejar ver ese tatuaje en el entrenanieto, por que no te pones un top deportivo, yo te presto uno- dijo y me paso un top negro.
- No se, no me siento con animo- respondí.
- Vamos, hasta puedo hacerte un cambio imagen, solo por hoy, por favor, por favor, por favor, por favor- sino le digo que si no va a dejar de rogar.
- Esta bien.
-Bien, primero ve y ponte eso y luego vienes- con eso se refirió al top.
Fui al baño y me puse el top negro, no se me veía mal, y se veía la serpiente, la única cosa es que tengo el busto un poco mas grande que Car así que me aprieta un poco.
Regrese a la habitación y Car me agarro del brazo y me sentó en la cama y me peino y quien sabe que mas me hizo.
Cuando abrí los ojos y me vi al espejo y no había mucho cambio, pero me veía mejor que como me sentía.
- No puedo hacer mas porque en realidad no tiene caso, pero te ves bien- dijo
Solo me pare de la cama y salí del cuarto y fui a desayunar no tenía tiempo ni ganas de hablar con Car.
Llegue al comedor y comí muy poco y luego fui al entrenamiento.
La verdad es que en el entrenamiento no me va nada mal, no estoy ajo de la línea roja así que no hay problema.
En el entrenamiento me desquite con los sacos, con los tiros al blanco e incluso con las personas y eso me hizo subir lugares en la tabla.
Después del entrenamiento fui al perro rabioso y me senté con los pies colgando.
La verdad es que osadía es mejor que cordialidad, si estoy triste o enojada nadie me ve raro, pero no hay un cambio en el tema de mi padre.
Recordé a mi padre y me pare y fui por otra botella de whisky.
Cuando regrese al acantilado o perro rabioso vi a Calvin sentado.
- ¿Vienes a burlarte de mis penas?- pregunte.
- No, vengo a contarte mi penas esta vez- respondió.
- Bueno cuéntalas, si quieres también puedes ahogarlas con alcohol- dije señalando el whisky y sentándome con la piernas colgando al acantilado al lado de Clavin.
El agarro el whisky, lo abrió y le dio un buen trago.
- No eres la única con padres muertos, mi mama murió con una bala y mi padre se suicido después de eso, no puedo con el dolor- lo dijo con pena en su voz.
- A de ser difícil vivir con eso.
- Lo es, pero lo superas.
- Osadía me hace pensar mucho en mis padre, es como si el estuviera aqui, pero no lo esta, y eso es lo que mas me pone triste- dije dandole un trago al whisky
- Tal vez lo esta, pero no quieres admitirlo- dijo dandole otro trago al whisky.
- Las personas no se van, se quedan contigo de alguna manera por muy pequeña que sea una parte de ti se convierte en una parte de esa persona, un pensamiento, un sentimiento, una emoción, una enseñanza que te dieron se vuelve de esa persona y nada mas que esa persona.
- Exacto- dijo Calvin.
- No, es una frase que mi padre solía decir de vez en cuando- dije.
- Una muy buena frase- admitió.
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4/5

Vuelto a nacerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora