Capitulo 4

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A la mañana siguiente me desperté muy temprano, no podía dormir así que me bañe, me vestí y luego baje a desayunar con mi mamá, no desayune con Gabriel, lo vi hasta que salí del comedor con mi mamá, sólo me sonrió y en eso me acuerdo de su dibujo.

-- Mamá, tengo que subir por algo rápido, ahorita regreso-- no esperé su respuesta, sólo subí y corrí hacia mi cuarto. Agarre el dibujo y luego salí corriendo a mi habitación y baje hasta encontrarme con mi mamá, el dibujo lo tuve que doblarlo y guardarlo en mi bolsa.

-- ¿Todo bien?-- pregunto mamá.

-- Si, es sólo un dibujo-- respondí.

Subimos al camión y nos dirigimos a la ceremonia.

Al llegar nos dirigimos a nuestros lugares, mi mamá estaba al lado mío y del otro lado estaba Gabriel.

-- ¿Nerviosa?-- pregunto Gabriel.

-- Estoy que me desmayó de los nervios ¿y tu?-- pregunte.

-- Pues no se que decirte después de lo que me dijiste ayer no se qué pensar-- respondió.

La ceremonia empezó. Las personas iban subiendo y bajando del escenario. Estaba tan metida en mis pensamientos que cuando llamaron a Gabriel no me había dado cuenta hasta que me susurro en el oído algo.

-- Ya nos vermos-- y luego me sonrió.

Bajó las escaleras y se dirigió a los tazones con los elementos de las facciones, se acercó a la mesa y se hizo un pequeño corte en la mano, su sangre empezaba a deslizarse por un lado de la mano y de pronto sólo me imagino como los cristales de Verdad se pintan de la sangre de Gabriel.

Exacto, el escogió verdad una de las dos facciones que salieron ayer en mi prueba da aptitud.

Ahora si no se qué hacer, ir con el o ir a Osadía.

En mi cabeza sólo cabe, Verdad u Osadía, Verdad u Osadía y nada más.

Me siento mal, siento que me voy a desmayar.

-- Camile Robinson-- dice el líder de Abnegación.

Ya no hay más tiempo para desmayos o para pensar, es mi turno y tengo que tomar una decisión ya.

Bajo los escalones y me acerco a los tazones veo el de Verdad y luego el de Osadía.

Tomo en cuchillo y hago un pequeño corte en mi mano y mi sangre empieza a escurrir.

Me tengo que alejar de todo, incluso de Gabriel y comenzar de nuevo.

Sólo veo como una gota de mi sangre cae dentro de las brasas de Osadía y empieza a hervir como agua.

Sólo volteó a ver a mi madre, en su cara hay felicidad, sincera y grande felicidad.

Volteo a ver a Gabriel, en su cara hay todo lo contrario, en su mirada esta una de las más profundas tristezas.

Se que fue una buena elección, pero me siento tan mal por Gabriel que podría ir a abrazarlo ahora mismo, aunque no sería correcto, así que sólo me límite a tomar asiento en mi nuevo lugar de Osadía.

La ceremonia acabo y por fin pude curar mi cortada.

Me di cuenta que todos lo osados se iban y en pesaban a correr, a correr como sino hubiera un mañana.

Se sentía bien correr, en Cordialidad yo solía correr con Gabriel cada que podía, hacíamos carreras, yo siempre ganaba.

Tuvimos que escalar para poder llegar al tren y esperarlo. El tren se empezaba a escuchar a lo lejos, entonces todos empezaron a correr así que corrí el tren pasó pero nunca se paró, entones ese fue el momento en el que supe que el no se iba a parar así que empezó a correr para subir al tren, logre agarrar me de un agarradera y subir a el, cuando subí me senté en una esquina del tren y empece a recuperarme.

Vuelto a nacerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora