Recuerdo la primera vez que vi a Gabriel, era un niño muy pequeño y realmente tímido, hasta que lo conocí de verdad. El es una de esas personas que cuando no las conoces son las personas mas aburridas, tímidas y antisociales de todo el mundo, pero cuando en verdad lo conocías sabias que era todo lo contrario, es un gran comediante de hecho el era la única cosa que me sacaba una sonrisa desde que mi padre murió.
Una voz me saco de mis pensamientos.
-- Bien, iniciados de otra facción con JPS, nacidos en osadía conmigo-- dijo un hombre alto y delgado.
-- Vamos, ahora, no tenemos todo el día, caminen.
Todos nos fuimos con nuestros respectivos líderes, si así es como se les debía llamar.
Solo habíamos tres personas transferidas, una de verdad, otro de erudición y yo, este año no fue muy bueno para osadía con el asunto de los transferidos.
-- Bien, parece que solo son ustedes tres así que esto será breve, solo síganme el paso y no se detengan viendo nada une no les enseñe yo, estamos atrasados, y las preguntas hasta el final, síganme.
Los tres seguimos a JPS, ella delgada, alta y con el cabello castaño y las puntas las tenía de diferentes colores, parecía un arcoiris.
Bajamos escaleras, subimos una rampa, pasamos por un puente hasta que por fin llegamos a una parte de Osadía, que la verdad no tenía ni la mínima idea donde, pero para eso teníamos a JPS.
-- Bien, seré breve, esta es la Fosa, es el centro de la vida social de Osadía, síganme, caminen rápido por favor.
Volvimos a subir escalera y volver a caminar por el puente, mire hacia abajo y vi un río, de echo lo había escuchado desde ya hace tiempo, pero no sabia que era, conociendo a los osados no me sorprendería que tuvieran perros rabiosos para entrenar. De echo es un buen nombre para el río, perro rabioso, seguramente tenía su propio nombre, pero ese me gusta.
Al cabo de unos minutos de puro caminar, llegamos a un tipo de sala de entrenamiento, eso parecía, por que había sacos para golpear.
-- Bien, acérquense-- dijo la misma mujer que me dijo sonrisitas antes de saltar.
Los tres nos acercamos a un tipo de pantalla, estaba mi nombre, así que debía de ser importante.
-- Ustedes entrenarán con JPS, apretados de los nacidos de osadía, pero se les calificara igual, si están abajo de la línea roja después del final de la etapa uno del entrenamiento, vuelven por donde vinieron, ¿entendido?-- gritó, creo que era par que respondiéramos. Así que yo fui la única que dijo:- Entendido.
Ella me miro con ojos de desprecio
-- No te quieras pasar de lista conmigo-- dio la vuelta y se fue.
-- Bien, ahora no hablen, solo corran que se nos hace tarde, síganme.
Volvimos a caminar, pero ahora no tanto. Al cabo de unos 2 minutos llegamos unos tipos de dormitorios, tipo porque eso parecía pocilga.
-- Aquí dormirán los próximos meses, por ahora cámbiense y vayan al comedor en cinco minutos, lleguen temprano, no se retrasen.
Busque una cama que tuviera ropa encima y me la puse, de echo yo creo que se me veía bien, volteo a ver donde están los otros dos iniciados, ella esta en ropa interior exhibiéndose enfrente del erudito, el esta guapo, pero no es para tanto.
La escena ame dio asco, así que salí disparada de la recamara.
Entonces no sabia donde estaba, empece a vagar por ahí hasta que me encontré con la chica del hoyo en el techo.
-- ¿Sabes donde esta el comedor?-- le pregunté.
-- El comedor queda completamente hacia el otro lado, yo voy para allá, si quieres te guío.
Yo asentí con la cabeza.
-- Vamos, es por aquí, y por cierto me llamo Car.
-- Yo soy Cam.
-- Si ya lo se-- dijo mientras empezaba su camino hacia el comedor.
-- Pero yo nunca te lo dije-- respondí un poco asustada.
-- Ahora eres la chica que le dio un puñetazo a Calvin, los rumores vuelan.
Increíble, ahora voy a ser conocida como "la chica con puño de hierro", de echo creo que es un buen apodo, me gusta, muy osado.
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Vuelto a nacer
FanfictionMuchos años antes de que Tris Prior naciera no muchas cosas eran diferentes, los divergentes seguían siendo amenazados, entre ellos Camile Robinson una nacida de cordialidad que hasta que se fue de cordialidad no sabía quien era ni su propósito en l...