7.- Amor

3.5K 209 41
                                        

Dove

Antes de conocer a Logan, estaba enamorada de la idea del amor.

Siempre había querido enamorarme. Desde que era pequeña, veía aquellas películas de princesas donde siempre terminaban junto a su príncipe azul, siempre conseguían su «y vivieron felices por siempre» y yo quería obtener ese final a toda costa. Yo siempre quise conocer a mi príncipe, incluso recuerdo habérselo pedido a una estrella fugaz que vi pasar en una noche del 4 de julio.

De adolescente, leía libros de romance solamente con finales felices, para que mi sueño de conocer a alguien tan bueno como el protagonista de un libro romántico siguiera más vivo que nunca. Quería vivir mi propia historia de amor, incluso quería las peleas, experimentar como se siente que te rompan el corazón, pero eso sí, mi amado y yo debíamos ser fuertes para poder reconstruir nuestros corazones rotos y volvernos uno.

Mi papá me decía que eran fantasías que ya nadie en este mundo compartía. Calvin Garden dejó de creer en el amor cuando conoció a mi madre y supo que este sentimiento podría llegar a ser más doloroso y cruel que la propia muerte, o al menos eso fue lo que me supo expresar la única vez que me vio llorar por Logan.

Y a pesar de que no creía en el amor verdadero, conmigo fue una excepción; papá creía que tenía mucho amor en mi corazón, creía que si alguien en este mundo podría amar, esa sería yo, y estaba tan asustado por eso, porque no quería que me hicieran daño. Nunca lo había visto tan destrozado como cuando vio que el amor que yo había sentido por Logan fue en vano.

Estaba tan enamorada del amor, pero era consciente de que una emoción tan grande no debía entregarse a cualquiera. Así que ahí estaba yo, siendo una adolescente esperando con paciencia de que el amor toque a mi puerta y que mi príncipe azul llegue a mi vida. Sin embargo, sabía que no cualquiera se merecía mi corazón. Besé a algunos chicos en el pasado, salí con unos otros más, pero ninguno de ellos hizo lo suficiente como para hacerme sentir un cosquilleo en mi estómago, o sentir que mi corazón podría salirse de mi pecho con solo verlo.

Ninguno me hizo sentir algo extraordinario, ninguno de ellos hizo lo suficiente para hacerme sentir todo lo que los libros describían sobre el sentimiento del amor. Ninguno me hizo querer reír y llorar al mismo tiempo. Ninguno fue lo suficientemente bueno para lograr que me abriera, que me sintiera tan viva y a la vez con tanto miedo de vivir.

Hasta que...

Hasta que llegó Logan.

Cuando lo conocí, fue como si un balde de agua helada hubiera caído sobre mi cabeza. Sentía que lo conocía de toda la vida, pero a la vez se sentía tan distante que yo quería conocerlo. Quería saber quien era él, en el momento en que vi sus ojos grises y su rostro tallado por los mismos ángeles, supe que no sólo me atraía, sino que significaba un gran problema.

Desde que lo vi por primera vez hace casi cinco años, quedé bajo su hechizo de inmediato. Quería saber más sobre él. Quería saber... todo. Jamás me había sentido así por nadie en toda mi vida. Jamás había querido conocer a nadie como lo conocía a él.

Y cuando él empezó con el coqueteo, los mensajes, cuando empezó a hablarme un poco sobre su vida, lo supe. Supe que era él. El elegido para hacerme sentir todas esas cosas que toda mi vida estuve esperando a sentir.

Estábamos ocultos en su jardín trasero, que era más como un laberinto. Los arbustos nos rodeaban y él y yo nos manteníamos acostados en el suelo. Mirando al cielo. Él lucía tan tranquilo esa tarde de otoño, las hojas caían sobre nosotros y el momento era simplemente mágico. Yo estaba tan nerviosa como siempre que él se encontraba junto a mí.

Mi Mejor Problema (AD #3) ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora