mi pequeño hermano

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TRACY BYRNE.
Otro día y de nuevo  los gritos de mis padres me hacen ir directo al cuarto de Ángel. Esta vez a Sebastián no le tocó turno de noche y eso me jode, ya que la mayoría de veces siempre termina discutiendo con Susan.
Una vez que estoy por entrar, tomo una bocana de aire, cierro los ojos y trato de sonreir. No es fácil actuar que todo esta bien, cuando nada está bien.
Entro y lo visualizo hecho un ovillo en la esquina de la habitación.
Una dolorosa imagen que refleja lo que algún día yo viví. Pero a diferencia mía, el tiene a alguien que se entregaría por su salvación y que siempre estará a su lado.
—helmana ¿polque mami y papi están glitando?.—contengo mis lágrimas.
No debo ser débil.
Debo ser malditamente fuerte.
Me agacho hasta él y dejo que sus manitas me rodeen. Ni los golpes duelen tanto cuando se trata de abrazar a mi pequeño hermanito.
—solo están hablando, pero no es nada grave.—sus ojos grandes y verdes como los de mi madre brillan por las lágrimas.—ven, ya sabes que cada que escuches algo malo debes ponerte los audífonos y poner cualquier canción que te guste......y también debes ponerle seguro a la puerta y solo debes abrirme a mi y a mami.
—esta bien helmanita, plometo hacel lo que me dices
Solo que esta vez me dio tanto miedo.—la letra r aún le cuesta pronunciar.
Sonrio. Veo como trata de colocarse los audífonos.
—te quiero mucho hermanito.—lo abrazo y cierro los ojos. Las lagrimas quieren salir, pero me controlo.
Él deja de intentar ponerse los audífonos y se acerca a mi oído.
—yo también te quelo mucho mucho.
Mi noche se resume en ver de nuevo película de Spiderman.
–yo quelo ser un heloe, como él.—señala la pantalla.
Le acaricio su mejilla.
—algún día lo serás.
—¿enselio?
—claro, puedes ser todo lo que quieras.
—entonces sele un gran doctol que salve vidas.
—estoy segura de que lo serás.
Él sonrie emocionado.
Miro sus ojitos brillosos que miran atento la pantalla. Se acurruca en mi.

Cuando se queda dormido observo la hora. 10:30 pm.
Lo cubro con la sábana, le doy un beso en sus mechones rubios y salgo de su habitación.
No tengo sueño.
Entro a mi habitación y lo primero que hago es encender un cigarrillo y pararme junto a mi ventana, observo la resplandeciente luna y el cielo estrellado.
Pensar que soy alguien dañina para todo aquel que se cruce en mi camino es un sentimiento que siempre ha estado presente en mi vida. Sebastian, mi "padre" siempre me recalca eso.
No sé que es peor.
Creerle.
O que pueda ser verdad.
Aún no logro comprender donde quedó mi héroe que me amaba y cuidaba. O tal vez era tan ciega como cualquier niño o niña que se aferra a querer ser amada por sus propios padres.
Me siento junto al escritorio y empiezo a  plasmar mis sentimientos en un poema.
Conecto mis audífonos y dejo que la música invada en mis oidos.
Yo no quise...
Nunca me sentí querida,
Tuve que aprender a lidiar con mi dolor,
Calle mis emociones,
Calle mis problemas.
Conforme crecí me volví egocéntrica, reservada y fría,
Aleje a muchas personas para no contaminarlas,
Heri con palabras con el fin de sentirme protegida,
Lidie con miradas de odio y rencor.
En muchas ocasiones quise gritarle a todo el mundo "yo no quería ser este tipo de persona, pero las circunstancias me dañaron y elegí este camino".

Mis pensamientos cambian de rumbo hasta llegar a cierto pelinegro con una sonrisa encantadora. Al mismo que he ignorado durante días y que no merece mi indiferencia.
Dejo de escribir y cierro los ojos, de repente la imagen de él se adueña de mis pensamientos. Tal vez tengo miedo de lastimarlo, después de todo hay muchas cosas malas en mi que trato de esconder.
O tal vez mi miedo se debe a  que no estoy acostumbrada a estar rodeada de amigos, con quienes pueda charlar y salir.  Después de todo siempre he estado sola, y me agrada, pero a veces me pregunto ¿cómo será volver a  tener amigos verdaderos y sinceros?, con aquellos que puedas reír, hacer locuras y divertirse. ¿Cómo sera tener una verdadera  familia?, salir de vacaciones o pasar una tarde agradable en donde se pueda conversar de todo y reír genuinamente, pero solo son pensamientos o sueños efímeros, que nunca serán realidad. 

En mis pocos años de vida he sido aquella chica que permanece sentada al final de los asientos, aquella que es un personaje sin sentido. He sido aquella chica que se mantiene oculta y que  solo mira bajo las sombras. He sido aquella chica que por temor a dañar prefiere encerrarse en su propio mundo.  He dejado ir a muchas personas o no he hecho cosas que he querido por temor.

Muchas veces he tratado de pedir ayuda, pero nadie me escucha y al final silencian y minimizan mi situación.

Me levanto y me recuesto en mi cama.
Doy vueltas tratando de conciliar el sueño.

Los pensamientos pueden ser para bien o pueden destruirte.

Por favor mente, no pienses tanto esta noche, necesito dormir. ¡maldita sea!, es media madrugada y no puedo dormir.
■■■■
Tan temprano y estoy de mal humor. Solo dormí dos horas.
Me pongo los jeans negros, una blusa negra y me coloco una chamarra roja.
Respiro uno, dos, tres, y salgo de casa.
Hora de usar la máscara de "estoy bien y nada me importa, jodanse todos"
Me montó en mi moto y disfrutó del aire y del clima frío.
Amo esta ciudad, pero extraño el calor californiano.
Estacionó la moto y empiezo a caminar por los pasillos llenos de estudiantes.
—hola muñeca.—volteo y me encuentro a Cristián.
Sigo caminando y él empieza a seguirme.
Una vez que estamos en un pasillo donde no hay nadie, él me acorrala y dejo que nuestros labios choquen.
Lo apartó.
—ansiaba este beso.
—ok.—respondo de manera evasiva.
—¿sabes?, eres tan hermosa que me pones duro con tan solo una mirada.—le sonrio y vuelvo a besarlo.
Lo escaneo y me agrada lo que veo. Viste con unos jeans negros y tan solo una camisa que se ajusta a su cuerpo.
—tu tampoco te quedas atrás, eres muy guapo.
—¿cuando me dirás el si?.
Frunzo el ceño.
—nunca.—últimamente me estaba insistiendo en ser su novia y eso me empezaba a joder.
—¿porqué?, si ya llevamos tiempo haciendo cositas.—me da una mirada pícara y me sujeta de la cintura.
—eso no significa que te considere alguien importante.—el se aparta y me mira con desconcierto.—solo eres para pasar el rato.
Tarda unos segundos en responder.
—Tracy yo me estoy empezando a enamorarme de ti.
—¡no, no puedes Cristián!, te dejé en claro que no involucraramos sentimientos.
—pero es que llevamos casi un maldito año donde hemos estado juntos ¿cómo no enamorarme?.
—¡¿yo te he dado esperanzas?, yo ni siquiera siento nada por ti¡—le respondo casi gritando.
—eres una maldita  egoista, ¿porqué no piensas en mis sentimientos?.—me da una mirada de odio y desilusión.
—yo te dejé en claro las cosas desde el principio. ¿Cómo puedes quererme, cuando no me conoces lo suficiente?.
—¡créeme que lo hago!—exclama en altavoz y quiero taparle la boca ya que algunos estudiantes miran la escena.
—lamento romper tus falsas ilusiones. Es mejor que dejemos las cosas así.
Me sujeta de la mano.
—ahora veo que tienen razón los rumores sobre ti, eres una egoísta de mierda que no siente nada.
—sería más egoísta dejarte que te ilusiones cuando no siento nada por ti.—termino por decir.
Me suelto de su agarre.
Veo como toma una bocana de aire y dice lo siguiente. Mirandome con unos ojos suplicantes.
—enserio ¿no sientes nada por mi?.
—no Cristián.—su mirada cae y veo como empieza a caminar y me deja sola en el pasillo.
Es la verdad, yo nunca le di falsas ilusiones, y seria egoísta si lo ilusiono cuando nunca lo he visto como alguien tan cercano a mi.
Miro a los chismosos que empiezan a murmurar entre sí y les doy una mirada dura.

El valor de la felicidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora