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NARRA NARUTO

Ha pasado un mes desde que perdí mi virginidad. Al principio, la experiencia había sido intensa y emocionante, pero en las últimas semanas, he estado sintiéndome bastante mal. He experimentado náuseas y mareos, y en varias ocasiones, incluso me he desmayado. No sé qué me pasa. Kabuto me insistió en que fuera a verlo para que me hiciera unos exámenes, así que, aunque me sentía un poco reacio, decidí aceptar su consejo.

 —Muy bien, Naruto, voy a realizarte unos exámenes.

Tras un rato, después de varios análisis y pruebas, Kabuto se quedó mirando los resultados con una expresión que no lograba entender del todo.

 —Ehh... espera aquí, no te muevas, Naruto.

—¿Ok?

Kabuto salió rápidamente del cuarto, dejando una atmósfera de incertidumbre tras de sí. Poco después, lo vi regresar acompañado de Orochimaru, su expresión era seria y un tanto inquietante. Le entregó la hoja de los resultados.

 —Orochimaru, por favor, dime que esto no es cierto.

—Mmmm... mirando la hoja con atención sale positivo... A EMBARAZO. No me digas que es tuyo.

—No, no es mío.

—Entonces, ¿de quién es?

—Es de Naruto.

Orochimaru se quedó momentáneamente en silencio, con una mezcla de felicidad y confusión en su rostro. Sin embargo, se recompuso rápidamente.

 —¡Hay que darle la noticia!

 —¿Está bien?

—Pero primero hay que llamar a Jiraiya.

Orochimaru se fue rápidamente a buscar al peliblanco, y tras unos minutos que parecieron eternos, Jiraiya llegó. Orochimaru le explicó la situación mientras yo, sentado en la cama del laboratorio, sentía cómo mi corazón latía con fuerza en mi pecho.

—¿Es algo malo?

 —¡Sí!

 —¡No!

 —Tú estás bien, solo que... tienes algo.

 —¿ME VOY A MORIR?

 —No, Naruto, estás embarazado.

 —¿EMBARAZADO?

Las palabras resonaron en mi mente como un eco ensordecedor.

 - pensando - No, no, no... Esto no puede estar pasando. Siempre hemos utilizado protección, excepto en el mañanero de la primera vez. No estoy listo para ser mamá.

La inseguridad se apoderó de mí. Por un lado, la idea de tener un hijo me llenaba de alegría, pero por otro, el miedo me paralizaba. 

-¿Cómo voy a cargar con un hijo a tan corta edad? Solo tengo 15 años. -

 - pensando- Esto es lo que pasa por abrir las piernas, pero también Sasuke tiene la culpa.

 —No te preocupes, Naruto . Yo te apoyaré en todo lo que necesites, pero cuando vea a Sasuke, lo mato.

 —Jiraiya, tranquilo. No te preocupes, Naruto. Yo puedo ayudarte durante el parto del bebé.

 —Gracias, pero eso se lo tengo que decir a Sasuke. Él es el padre y tenemos que tomar una decisión los dos. ¿Y dónde está el?

: —Él está entrenando. No te preocupes, pero tienes que decírselo antes de que empiece a notarse la pancita.

Mientras hablaban, mi mente giraba a mil por hora. ¿Qué le diría a Sasuke? ¿Cómo reaccionaría al enterarse de que iba a ser padre? La idea de enfrentarlo y compartirle la noticia me llenaba de pánico, pero sabía que no podía evadirlo. Tenía que enfrentar esta nueva realidad, por mi bienestar y el del pequeño ser que crecía dentro de mí.

Y así, en medio de la incertidumbre, me senté en la cama, sintiendo un torbellino de emociones que abrumaban mi corazón. Había tanto en juego y todo dependía de cómo reaccionara Sasuke. Quería ser fuerte, pero en el fondo, también deseaba que todo saliera bien.


Finalmente, el momento de decirle a Sasuke había llegado. Después de varias horas de tormento interno y preparación mental, logré encontrarlo en el campo de entrenamiento, sudando y concentrado en sus movimientos. Sabía que no podía esperar más.

—Sasuke... necesitamos hablar.

Sasuke detuvo su entrenamiento y me miró, sus ojos oscuros centelleando con curiosidad y un leve destello de preocupación.

 —¿Qué sucede, Naruto? Te ves pálido.

Tomé un profundo respiro, tratando de calmar el caos que revoloteaba en mi interior.

 —Es... es algo importante.

Me acerqué un poco más, sintiendo cómo el aire se volvía más pesado entre nosotros. Finalmente, las palabras que había estado ensayando en mi mente desde hacía horas salieron.

—Estoy... embarazado.

El silencio que siguió fue abrumador. Sasuke me miró, la incredulidad reflejada en su rostro.

 —¿Qué? ¿Estás bromeando?

N: —No, Sasuke. Es en serio. Mierda, ¿por qué tengo que sentirme tan vulnerable? La ansiedad crecía en mi pecho, mientras observaba su reacción, su expresión se tornó seria y pensativa.

 —¿Cómo es posible? Siempre usamos protección, excepto... en aquella vez.

Sentí que mis mejillas se sonrojaban al recordar aquella noche, pero ahora no era el momento para dejarme llevar por la nostalgia.

 —Lo sé, pero... parece que eso no fue suficiente. No estoy listo para ser mamá. ¡No sé qué hacer!

Pude ver cómo Sasuke luchaba contra su propio torbellino de emociones. Sus manos se apretaron en puños, y su mirada se volvió distante, como si estuviera procesando todo de una vez.

 —¿Y qué planeas hacer?

Sus palabras eran firmes, pero había un trasfondo de preocupación en su voz. Sabía que esto lo afectaba tanto como a mí.

 —Quiero que estés conmigo en esto. Necesitamos tomar una decisión juntos.

Sasuke dio un paso atrás, su expresión era de conflicto. Vi su lucha interna entre la incredulidad y la responsabilidad.

—No estoy seguro de cómo reaccionar, Naruto. Esto es... complicado.

La desilusión se apoderó de mí. Había esperado que su respuesta fuera más contundente, más... presente.

 —Lo sé, pero... ¿no sientes nada? Tuve que tragarme el nudo en mi garganta. No quiero hacer esto solo.

Sasuke cerró los ojos, respirando hondo. Luego, su mirada se suavizó y se acercó a mí, su mano tocó mi brazo de manera reconfortante.

 —Está bien. Te apoyaré en lo que necesites, pero también tenemos que pensar en cómo vamos a enfrentar esto.

Al escuchar sus palabras, sentí una ola de alivio. Tal vez no sabía cómo enfrentar esta nueva realidad, pero no estaba solo.

 —Gracias, Sasuke. Sentí la conexión entre nosotros fortalecerse en medio de la confusión. Voy a necesitar todo tu apoyo.

Sasuke asintió, aunque su expresión aún era seria. No todo estaba resuelto, pero al menos teníamos un camino por recorrer juntos. En ese momento, supe que, a pesar de los desafíos que vendrían, contaría con él a mi lado.

pasion prohibida (SASUNARU)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora