pasion prohibida (SASUNARU)

20 (corregido)

Naruto caminaba en silencio al lado de Sasuke, sujetándose levemente el vientre mientras trataba de calmar la preocupación que se había instalado en su mente. El empujón de Karin había sido inesperado y había sentido una punzada en el vientre que lo había dejado intranquilo. Sasuke lo miraba de reojo, notando su gesto tenso.

—Ya estamos cerca —murmuró Sasuke, tratando de sonar calmado para que Naruto no se preocupara aún más.

Naruto asintió en silencio, sin responder, y Sasuke lo tomó suavemente del brazo, deteniéndolo un momento. Naruto lo miró, y aunque intentaba mantener su expresión serena, Sasuke podía ver la preocupación reflejada en sus ojos.

—Oye... no va a pasar nada malo —dijo Sasuke, y con suavidad le acarició el rostro—. El bebé está bien, lo siento. Además, si algo estuviera mal, yo lo sabría.

—¿Desde cuándo eres tan seguro de todo, eh, Sasuke? —Naruto intentó sonreír, aunque su voz aún llevaba un toque de nerviosismo—. Pero gracias... siempre sabes qué decirme.

Sasuke le dedicó una sonrisa sutil y le acarició la espalda.

Al llegar al laboratorio, Kabuto los recibió con una mirada inquisitiva, algo que siempre incomodaba a Naruto. Sin embargo, al ver el rostro serio de Sasuke y el gesto de preocupación de Naruto, el médico no hizo preguntas y los guió a una sala de revisión.

Naruto se recostó en la camilla, y Sasuke se acercó a su lado, tomando su mano con un apretón firme pero tranquilizador. Kabuto preparó el equipo de ultrasonido, y Naruto sintió cómo su corazón latía con fuerza.

—Esto será rápido —dijo Kabuto mientras aplicaba el gel frío en su vientre—. Relájate, Naruto.

Cuando las imágenes comenzaron a aparecer en la pantalla, los tres observaron en silencio. Naruto apenas respiraba, y Sasuke no apartaba la vista, sosteniendo su mano con aún más fuerza. Luego de unos momentos, Kabuto asintió y les lanzó una mirada tranquila.

—Todo está en orden —dijo finalmente—. El golpe no afectó al bebé.

Naruto dejó escapar un suspiro largo de alivio, y Sasuke notó que, sin darse cuenta, había estado conteniendo el aliento también. Sin poder contenerse, se inclinó hacia él y lo abrazó, ignorando a Kabuto en la habitación.

—Te dije que todo estaría bien —le susurró al oído, sintiendo cómo Naruto se relajaba en sus brazos.

Kabuto carraspeó, pero la pareja lo ignoró, sumergidos en su propio mundo por unos momentos más. Luego, Kabuto empezó a revisar otras estadísticas, dando consejos a Naruto sobre cuidados adicionales. Sasuke escuchaba atento, y cuando finalmente terminaron, ambos se levantaron para irse.

Ya afuera del laboratorio, Sasuke miró a Naruto y deslizó su mano por su mejilla de forma protectora.

—Voy a cuidarte, dobe. A ti y a nuestro hijo.

Naruto sintió el calor en su pecho y el impulso de abrazarlo de nuevo. Susurrando suavemente, respondió:

—No sabes lo feliz que me haces.

Naruto y Sasuke observaban la pantalla en silencio mientras Kabuto revisaba el ultrasonido con su típica expresión inescrutable. Luego de unos segundos, el médico frunció el ceño levemente y ajustó el equipo, lo que hizo que Naruto se tensara de inmediato.

—¿Todo está bien? —preguntó Naruto, tratando de mantener la calma mientras Sasuke apretaba su mano con más fuerza, atento a cada gesto de Kabuto.