21( corregido)

136 8 0
                                    

Naruto estaba recostado en la cama, disfrutando del momento en que Sasuke le daba suaves besos en su vientre, ahora considerablemente abultado a medida que se acercaba a los siete meses de embarazo. Mientras Sasuke acariciaba su pancita, Naruto soltó una risa suave.

—No puedo creer que ya esté tan grande —murmuró Naruto, posando una mano sobre la de Sasuke, quien lo miraba con ternura.

Sasuke sonrió y se inclinó a darle un beso en la frente.

—Ya sé. Y pronto estará aquí... aunque seguimos sin decidir un nombre —dijo con un toque de resignación.

Ambos habían discutido el tema varias veces sin llegar a un acuerdo. Naruto se inclinaba por nombres más comunes, mientras que Sasuke buscaba algo único y significativo. Después de un rato de recordar nombres y seguir debatiendo, Naruto sonrió.

—¿Qué tal Kawaki? —propuso finalmente, alzando una ceja.

Sasuke lo miró, evaluando el nombre. Lo repitió en voz baja unas cuantas veces, y luego una sonrisa surgió en sus labios.

—Kawaki... Me gusta. Suena fuerte y especial, justo como él será —respondió, mirando el vientre de Naruto, como si ya estuviera conectándose con su hijo.

Naruto asintió, aliviado de que por fin estuvieran de acuerdo. Ambos sonrieron, y Sasuke volvió a colocar su mano en el vientre, en espera de sentir algún movimiento de su bebé. Para su sorpresa, Kawaki dio una patadita justo donde estaba su mano, como si aprobara su elección.

—Creo que a él también le gusta —dijo Sasuke con una sonrisa, sintiendo una oleada de orgullo y felicidad.

Naruto rió, acariciando el lugar donde había sentido el movimiento.

—Entonces es oficial. Pronto conoceremos a Kawaki.

Ambos se quedaron en silencio, disfrutando de la tranquilidad del momento, conscientes de que el amor y la familia que estaban construyendo eran más fuertes que cualquier obstáculo.


En ese instante, la puerta de la habitación se abrió sin previo aviso, interrumpiendo el momento tierno que compartían Sasuke y Naruto. Ambos se apartaron rápidamente, mirando hacia la entrada con sorpresa. Jiraiya y Orochimaru aparecieron en el umbral, sus expresiones serias, pero no exentas de cierto aire de curiosidad.

—Vaya, parece que estábamos interrumpiendo algo importante —comentó Jiraiya con una sonrisa juguetona, mirando a Naruto y luego a Sasuke, quien los observaba con algo de molestia.

Orochimaru, sin mostrar ninguna emoción, simplemente entró sin decir palabra alguna, sus ojos fríos y calculadores recorriendo la habitación.

—Sasuke, Naruto... —empezó Orochimaru, su tono autoritario al instante acalló cualquier intento de conversación alegre—. Necesitamos hablar. Hay asuntos urgentes que discutir.

Naruto se levantó con algo de dificultad, ya cerca de sus siete meses de embarazo, pero no dejó que su incomodidad fuera notoria. Sasuke permaneció de pie, siempre alerta, mientras miraba a los dos adultos.

—No es buen momento, Orochimaru —respondió Sasuke, sin esconder su irritación—. Ya hemos hablado de esto. Estoy con Naruto, y no voy a dejarlo solo por nada, ni por una misión.

Jiraiya observó el ambiente tenso entre los tres, y se adelantó, poniendo una mano en el hombro de Orochimaru, como si buscara apaciguar la situación.

—Sasuke tiene razón —dijo Jiraiya, su tono más suave—. No siempre podemos forzarlo a hacer lo que no quiere. A veces, la familia tiene que ser la prioridad.

pasion prohibida (SASUNARU)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora