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Sasuke y Naruto estaban en un rincón tranquilo de la cueva, donde la tenue luz hacía que sus sombras se alargaran en las paredes. Sasuke había estado callado todo el día, concentrado en sus pensamientos, pero finalmente decidió que era momento de compartir su plan con Naruto.

—Tengo algo importante que decirte —empezó Sasuke, mirándolo con seriedad—. Estuve hablando con Itachi, y me dijo que Shisui no sabe sobre... lo que está pasando. Técnicamente, Itachi se escapó sin decirle nada. Y he decidido ir a buscar a Shisui. Creo que él necesita saber la verdad y...

Sasuke hizo una pausa, sus palabras colgando en el aire, cuando se dio cuenta de algo inusual. El pecho de Naruto, cubierto solo por una ligera tela, mostraba una pequeña mancha húmeda. Sasuke se acercó con el ceño fruncido, intrigado por el cambio.

—¿Naruto...? —preguntó, acercándose aún más y percibiendo un aroma dulce y sutil que emanaba de su pecho—. ¿Es... leche materna?

Naruto se estremeció, sintiendo una mezcla de sorpresa y timidez al notar el descubrimiento. Su cuerpo reaccionó ante la cercanía de Sasuke, y el sonrojo le subió al rostro mientras trataba de explicar, aunque su voz le salió entrecortada.

—Creo... creo que mi cuerpo ya se está preparando para el bebé. No pensé que... que tú lo notarías.

La intensidad en la mirada de Sasuke se suavizó, y una extraña mezcla de ternura y emoción lo invadió. Sentir el aroma y la cercanía de Naruto de esa forma lo afectaba más de lo que podía admitir. Con cuidado, sus dedos rozaron el área húmeda, y Naruto, al sentir el toque, se estremeció.

Ambos quedaron en silencio, sabiendo que aquel momento había cambiado todo entre ellos, acercándolos aún más en una conexión que iba más allá de palabras.



Sasuke, al percibir la suavidad en el aroma de Naruto y notar la ligera humedad en su pecho, no pudo evitar sentir algo profundo y casi inexplicable que lo impulsaba a acercarse aún más. Naruto se estremeció bajo su mirada, su rostro sonrojado, y en ese momento Sasuke decidió dejar que el momento los guiara.

Sin decir una palabra, Sasuke deslizó sus brazos alrededor de Naruto, levantándolo en sus brazos con delicadeza y llevándolo hacia la habitación. Naruto, algo sorprendido, se dejó llevar, apoyando la cabeza en su hombro mientras sentía la calidez y la seguridad de Sasuke rodeándolo.

Al llegar a la habitación, Sasuke lo recostó en la cama con sumo cuidado. Sin romper el contacto visual, comenzó a desvestir a Naruto con lentitud, primero quitándole la parte de arriba. La luz suave resaltaba la piel expuesta de Naruto, y Sasuke se detuvo, admirándolo por un instante. Sus ojos se fijaron en el pecho de Naruto, donde la humedad era aún evidente, y un pensamiento audaz cruzó por su mente.

Con una mezcla de deseo y ternura, Sasuke se inclinó, acercándose al pecho descubierto de Naruto. Al sentir el contacto de sus labios, Naruto se estremeció, entrecerrando los ojos mientras un suspiro escapaba de sus labios. Sasuke continuó con delicadeza, probando el sabor de la piel de Naruto y dejándose llevar por el impulso de explorar más, despertando sensaciones nuevas y profundas en ambos.

Naruto, sintiendo el calor del contacto, no pudo evitar dejarse llevar también, cada roce intensificando la conexión que compartían. Sin prisa, ambos se permitieron disfrutar de la cercanía, explorando una intimidad que compartían solo el uno con el otro, donde las palabras no eran necesarias.


Sasuke, al percibir la suavidad en el aroma de Naruto y notar la ligera humedad en su pecho, no pudo evitar sentir algo profundo y casi inexplicable que lo impulsaba a acercarse aún más. Naruto se estremeció bajo su intensa mirada, su rostro ruborizado, mientras intentaba explicar en voz baja:

pasion prohibida (SASUNARU)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora