pasion prohibida (SASUNARU)

33

La habitación de Shikamaru estaba en silencio, excepto por el leve crujido de la madera bajo sus pies. Las sábanas desordenadas en la cama eran el único testimonio de lo ocurrido la noche anterior. Shikaku, su padre, había interrumpido sin aviso, y poco después, Neji había salido sin pronunciar una sola palabra, dejando un vacío que se sentía más pesado de lo que Shikamaru esperaba.

Con un suspiro resignado, comenzó a recoger las sábanas. Su mente intentaba analizar lo sucedido, como si pudiera simplificarlo en un problema lógico, pero las emociones se interponían. Cuando doblaba la tela, algo llamó su atención: unas pequeñas manchas oscuras.

Se quedó quieto, observando el patrón irregular de gotas de sangre sobre la tela blanca. La imagen golpeó su mente con fuerza. ¿Sangró? ¿Le dolió? ¿Por qué no dijo nada?

Shikamaru apretó la mandíbula. ¿De verdad se lo tomó tan a la ligera? Su pecho se llenó de una mezcla de preocupación y frustración. Necesitaba respuestas.

Horas después, encontró a Neji en uno de los caminos principales del pueblo, caminando con la misma elegancia y seguridad de siempre. Su túnica blanca ondeaba con el viento, y su rostro mantenía esa expresión inquebrantable.

— Neji.

El Hyuga se detuvo lentamente, girándose para mirarlo con calma. Sus ojos plateados eran fríos como el hielo —Shikamaru.

El tono distante hizo que Shikamaru apretara los labios —Necesito hablar contigo.

Neji arqueó una ceja, como si el simple hecho de estar allí fuera una pérdida de tiempo — ¿Sobre qué?

Shikamaru inspiró hondo, intentando no perder la paciencia — Sobre lo que pasó anoche.

La expresión de Neji no cambió. De hecho, parecía aún más indiferente —¿Qué hay que hablar? Fue algo físico, nada más.

Shikamaru sintió cómo esas palabras le atravesaban como un kunai —¿Nada más? —repitió, con un leve temblor en la voz.—Nada. No entiendo por qué insistes en esto.

El Nara apretó los puños, intentando mantenerse tranquilo —Porque encontré sangre en las sábanas, Neji. Sangraste, y ni siquiera me lo dijiste.

Por un instante, pensó que vería una reacción en el rostro del Hyuga, pero lo único que obtuvo fue un suspiro cargado de impaciencia.
—¿Eso es lo que te tiene así? —preguntó con un tono tan seco que hizo que Shikamaru sintiera un nudo en el estómago—. Es algo común. No tienes por qué hacer un escándalo.

—¿Común? —replicó Shikamaru, alzando un poco la voz. Su frustración comenzaba a aflorar.
—Si me hubieras dicho algo, podríamos haber parado.

Neji lo miró directamente, y su respuesta fue tan helada como el viento que soplaba a su alrededor.—No lo mencioné porque no era relevante. Lo que pasó fue lo que fue. Una simple noche.

Shikamaru dio un paso adelante, su expresión un poco más sombría.—Para ti puede ser "simple", pero yo...

—Tú qué, Shikamaru —Neji lo interrumpió, cruzando los brazos y ladeando la cabeza con arrogancia — ¿Vas a decirme que significó algo? Porque si es así, estás perdiendo el tiempo.

El silencio cayó como un peso insoportable entre ellos. Shikamaru lo miraba, esperando, deseando que Neji retirara esas palabras o mostrara alguna señal de que lo que decía no era completamente cierto. Pero no ocurrió.

—¿Eso es todo? —preguntó Neji, impasible.

Shikamaru sintió un nudo en la garganta. Sus manos se cerraron en puños dentro de sus bolsillos mientras apartaba la mirada —¿Por qué tienes que ser tan frío?