11 .: Paolo :.

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Se sentía nervioso, bien sabía que Yoongi causaba ese efecto en él, miraba constantemente hacia delante tratando de evitar mirarlo a él, quien se veía en serio muy bien con esos lentes del sol.

-Y Yeonjun, en la guardería?-

-Si- salió más fina de lo necesario, carraspeo un poco- si en la guardería - esta vez si sonó a su voz normal.

-Es un niño valiente- 

-Si, y muy regalon - lo miro solo un momento y en serio verlo conducir con una mano, lo dejo un poco mal, mordió su labio.

Y aunque Yoongi parecía muy concentrado en el camino, la verdad era que no le perdía detalle a su acompañante, de hecho muchas de las cosas las hacía a conciencia solo para ver la reacción del menor.

-Y no lo dudo, es un pequeño muy especial, te encariñas rápido de él- 

-Siempre ha sido así-

-Perdón por preguntar, pero que paso con su madre?- la mirada del menor cambió.

-Se fue - dijo sin más- salió un día y no regresó, nunca quiso Yeonjun-

-¿La amabas?- Jimin lo pensó.

-Realmente no, cuando apareció con mi hijo me asuste era muy niño aún...-

-Cuanto tenías-

-Casi 18-

-Un bebe- 

-Algo así, estuve con ella más por callarle la boca a mis amigos que por amor- era muy fácil hablar con Yoongi, tanto que por momentos se sorprendía, como si fueran amigos de toda la vida- y donde vamos?-

-No sé, tú dime, que se te antoja?- y si, por su mente, pasaron muchas ideas y ninguna era comida, ya admítelo Jimin, te gusta.

-Emm...- mordió su labio y Yoongi apretó los propios, ese gesto se le hacía irresistible- que te gusta?- el mayor sonrió de lado y mojo sus labios, Jimin contuvo el suspiro al verlo.

-No soy mañoso, lo que tú quieras comer- había mucho doble sentido en esa frase y claro que comprendió el mensaje, su sonrisa lo confirmó.

-¿Lo que yo quiera joven Min- coqueto, Yoongi pasó saliva, buscaba con la mirada donde poder estacionar la camioneta de forma algo urgente y como caído del cielo, un lugar habilitado apareció.

Señalizo y acomodo el gran vehículo, prendió los intermitentes de emergencia, y apago el motor.

-Lo que tú quieras- respondió igual de coqueto que el menor.

-Se me ocurre algo, pero no sé si te gusta- quitándose el cinturón.

-Porque no pruebas y sales de dudas- también quitó el suyo, no podía apartar la mirada de los rosados labios del menor, quería sentirlos, morderlos, vio como los mojo lento dejándolos brillosos y ya no pudo contenerse más se acercó un poco- inténtalo Jimin- dijo ronco, haciendo al menor estremecer.

-Min...- no estaba seguro, era su primera incursión en esto del amor gay, pero quien no se arriesga no gana, dicen, se acercó y cortó toda distancia, sintió la mano del mayor atrapar su nuca haciendo el beso intenso desde inicio, y ninguno que haya dado en su vida se asemejaba tan siquiera un poco a este.

Por su parte Yoongi solo quería más, era suave e inexperto, pero aprendía rápido, en segundo el chasquido baboso resonó en el auto provocandolos más, mordió suave aquel abultado labio inferior, deleitándose con aquel quejido.

-Quiero pensar que si te gusto?- dijo divertido sobre los labios del mayor.

-No imaginas cuanto- respondió, las miradas eran intensas, no esperó para volver a besarlo, y tomar su cintura para apegarlo un poco más, el menor enredo sus brazos en el cuello y Yoongi lo sintió, el revoloteo de las mariposas.

Llegaron al restaurante sonriendo y mirándose cómplices, tenían el beso aún fresco en sus labios, y las cosquillas también.

-Bienvenidos a la Picola, soy Paolo, les dejaré la carta para que puedan ordenar, algo para beber mientras la revisan?- Yoongi noto la mirada del mesero sobre el menor, quien ni enterado.

-Agua, por favor- dijo Jimin mostrando una dulce sonrisa, mismo que le saco un suspiro al muchacho.

-Con gusto- sonrió- y su padre?-Jimin miro a Yoongi quien ya tenía el ceño fruncido.

-Oh, él no es mi padre, es solo...-

-Soy su novio, Paolo- respondió con la voz más ronca que pudo, el muchacho pasó saliva.

-Disculpe señor yo...-

-Solo traiga el agua- Jimin mordió su labio y miró al mayor- qué?-

-Novio?-

-Si, por?-lo miro- creí que lo había dejado claro en la camioneta- y los colores se le subieron de golpe al menor.

-No recuerdo haber escuchado algo al respecto- lo vio levantarse y caminar hasta donde él estaba, se agachó un poco y volvió a besarlo, dejándolo con los ojos abiertos a más no poder.

-Lo serás, lo sé- sonrió el menor, mordió su labio y bajó la vista, no podía con tanto.

Comieron tranquilos, aunque la mirada del mesero sobre Jimin tenía algo crispado al mayor, al pagar lo vio tocarle la mano, gesto que Jimin solo ignoró, pero él, él no lo dejaría.

Paso por su lado- Como vuelvas a hacer eso, te corto los dedos, oíste?-El muchacho pasó saliva y asintió.

-Disculpe no fue con...-

-No, si fue, ya sabes- y salió, Jimin lo miraba, pero el mayor solo tomó su mano y camino con él así.

-Paso algo?-

-Nada, solo le dejé una buena propina-

-Que bien, ese trabajo es muy ingrato, fui mesero un tiempo antes de llegar a la vinícola, pasas de todo-

-Tuviste muchos empleos antes-

-Unos 30, pero ninguno compatible con mi deber de padre, solo la vinícola se ajustó a mi ritmo de vida-era increíble, a pesar de su apariencia algo débil, era un chico fuerte, sin duda su madre tenía razón, era perfecto para él, al llegar al vehículo lo arrincono contra este y volvió a besarlo, se había decidido, lo conquistaría, ya habían sido 3 años de sufrir ahora le tocaba ser feliz y estaba seguro de que al lado de Jimin y Yeonjun lo sería.

A estas alturas Jimin solo se dejó guiar, le gustaba el hombre junto a él, tenía algo que no sabía descifrar, pero que sin duda sacaba lo más coqueto y tímido de él, y lo mejor de todo podía ser él, sin miedo.

-Te molesta si por la tarde voy por ti, y pasamos a buscar a Yeonjun?-

-No para nada, se pondrá feliz de ver a su papá Min, ya le contó a todos de ti-

-Así?- asintió- es muy lindo- Jimin veía la sonrisa en el mayor, era igual a la que él ponía al pensar en su pequeño, el de verdad quería a su uvita y eso terminó de convencerlo, intentaría conquistarlo, quien sabe y su destino no era una linda chica, sino un apuesto hombre que parecía un gatito cuando sonreía.

Al llegar a la vinícola todos vieron como el pequeño asistente bajaba de esa gran camioneta escoltado por aquel guapo joven, los cuchicheos no se hicieron esperar.

-Hasta la tarde entonces- se acercó y el corazón del menor saltó, acaso pensaba besarlo ahí frente a todos?

-Si, hasta la tarde- sentía vergüenza, pero no se movió, lo vio acercarse y dejar un roce en sus labios, mismo que lo hizo sonreír.

El que no sonreía era Jungkook quien veía como su juguete se divertía y actuaba lindo con alguien más.

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*Uvitas De Amor*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora