56.:Buenos padres:.

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Besaba sus labios, de forma hambrienta mientras entraba en lo más profundo de su cuerpo, movía su pelvis hasta que sus testículos golpeaban aquellas hermosas nalgas, provocando un sonido que los desesperaba y volvía locos, sentía aquellas pequeñas uñas enterrarse firme en su espalda mientras él lo hacía en su cuerpo.

Veía el sudor en el cuerpo ajeno y sentía el propio húmedo de igual manera, las gotas bajaban por su frente para caer en la espalda de quien a ojos cerrados disfrutaba cada embestida, sintió la lengua cálida subir por su espalda y aquel cosquilleo le recorrió por completo apretando hasta los deditos de los pies en el proceso.

El mayor salió solo un momento para pasar su lengua por aquel cálido agujero que era capaz de darle el placer más grande de su vida, hizo círculos alrededor metiendola un par de veces, oyendo aquellos suspiros que tanto amaba, y dejando algo de lubricación, para entrar en él nuevamente con más fuerza que antes.

Mientras el menor tomaba su propio miembro comenzando a bombear, sentía el clímax rondar por su cuerpo, aquello estaba siendo demasiado para él, aquellas grandes y fuertes manos en su cadera, mismas que hacían la penetración más certera y brusca, ya que lo tiraban hacia atrás logrando al fin hacerlo gritar.

Gritos que a su pareja le sonaban a "Más" porque aumento más el ritmo, logrando así que su ojiverde llegara al orgasmo sin siquiera poder decir palabra alguna, se dejó caer de pecho sobre la cama, pero su casi esposo aún no había terminado, él quería más, aún no sentía que su niño le pagará el mal rato, así que nuevamente tomo su cadera y dejó su entrada a su completa disposición, se acomodó mejor quedando de pie sobre la cama y así entro nuevamente, llegando más profundo y más fuerte.

-Min... No, no abuses...- dijo entre jadeos, tratando de hacer entrar en razón a quien no tenía intenciones de parar.

-Shhh, ni reclames Park- también entre siseos y jadeos, aquello se sentía muy bien, algo de lo que jamás se cansaría, Min era estar en lo más hondo de su casi esposo- que hoy de esta habitación no sales- el menor solo mordió su labio y suspiro, y si las cosas serian así.

–Min?- empujaba de forma lenta, disfrutando el roce- Min?-

-Qué?-

-También quiero...-las embestidas se cortaron de golpe y un calor algo extraño lo recorrió.

-Quieres.... Qué?- el menor giro su rostro y con la sonrisa más picará del mundo recorrió con su vista todo el cuerpo del mayor- Jimin...-

-Anda déjame probar, quiero saber que es lo que sientes cuando estás dentro de mí-se incorporó y quedó de frente al mayor que estaba al parecer viviendo aquello en su mente, de forma inconsciente paseo su vista por el sudado cuerpo de su pareja y trago grueso- anda Min, quiero sentirte así- se fue acercando hasta dejar al mayor de espaldas en la cama, cuando sintió el primer dedo cerró los ojos, maldita la hora en que se prometió no negarle nada a su amor, en la cama.

-Solo sé, gentil- dijo nervioso antes de cerrar los ojos y apretar los labios.

Cuando al día siguiente los padres de Jimin llegaron a dejar a Yeonjun, vieron que las cosas estaban bien entre los mayores, el ojiverde salió feliz a recibir a su uvita, mientras Yoongi solo los saludo desde el sofá.

-¿Está bien?- pregunto la mamá de Jimin al ver la cara algo compungida de Yoongi.

-Si tranquila solo está algo cansado- y como buena mujer comprendió de inmediato para donde iba esa frase, así que solo sonrió y saludo de lejos al castaño, cansado, sí, pero no por las razones que la madre de Jimin creía.

-Oh, entiendo, bien los dejamos- se fueron dejando a la pequeña familia disfrutar de su sábado, aunque sin duda los quejidos del mayor tenían algo cansado al menor.

-Yoonie tampoco exageres...-

-Claro como a ti no te dolió- dijo fingiendo molestia- con suerte me puedo sentar-

-Por qué no te puedes sentar papi Min?-

-Tu papá Jimin fue malo conmigo hijo ayer me lastimo-

-No le digas cosas al niño Yoongi, a mí me pasa seguido y no lloro tanto-

-Papi Jimin no le pegues a papi Min-dijo el pequeño con mano en cadera regañando a su padre, quien en vez de molestarse se le hizo muy tierna la forma de regaño.

-Amor no le hagas caso a tu papi Min, es solo un exagerado- mirándolo con ternura, se miraba más grande y más hermoso cada día, sin duda su hijo sería guapo, un imán de chicas, o chicos ya él decidirá cuando fuera más grande para donde quería llevar su vida, y lo que él decidiera, ellos lo apoyarían.

-Exagerado Yo, si claro, ni sueñes que volverá a pasar Park Jimin anoche fue debut y despedida en mi vida, vuelvo a hacer algo así!- trataba de acomodarse, pero como fuera le dolía aquello.

El menor caminó hasta quedar a su lado, se agachó un poco y dejó un beso de aquellos los finos labios del mayor que feliz lo recibió.

-Seguro que no Min Yoongi?- coqueto levantando de forma sugerente sus cejas y con aquella sonrisa que lo dejaba sin barrera alguna, el mayor paso saliva- completamente seguro?-bien sabía la debilidad de su casi esposo por esos detalles.

-¿Eres cruel lo sabías?- lo tomó de la nuca y volvió a besarlo, el menor no dudó un momento en responder aquel fogoso beso.

-También quiero un beso!- se les abalanzó encima, siendo recibido como siempre entre los brazos de quienes darían todo por verlo siempre así de feliz.

-Ven acá mi uvita, donde lo quieres frente o mejillas?-puso su dedito en su boquita como pensando.

-Aquí!- mostrando sus mejillas, Jimin y Yoongi se miraron y cada uno dejo un beso en esas rosadas y regordetas mejillas- los amo Papis-

-También te amamos Yeonjun, no imaginas cuanto-

Y así abrazados, juntitos, demostrando todo ese lindo amor que sentían el uno por el otro, es que esta historia termina, lucharon contra todo por mantener su pequeña familia, esa que comenzó cuando aquel inocente pequeño vio en aquel hombre alguien bueno, que podía cuidar de él y de su papi.

Y qué buenos gustos tienes Yeonjun.

-Papi Min juguemos a la pelota-

-Amor papi, ahora no puede, es algo delicado- trato de explicar Jimin.

-Pero yo quiero...- puchereo.

-Uvita...-

-Ya déjalo si mi hijo quiere jugar, es mi deber de padre hacerlo- una abuela de 99 años se paraba más rápido y con menos quejas que este hombre, Jimin solo reía bajito- bien vamos -

Eres sin duda un gran padre Min, ambos lo son.

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"Gracias por acompañarme en esta simpática historia, espero haber alegrado y poquito tu día, espero pronto volver con alguna otra locura, por ahora se despide su amiga.

Gatytta37"

*Esta historia no busca denigrar u ofender a los artistas mencionados*

*Uvitas De Amor*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora