48.: Delatados:.

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Jimin jamás lo esperó, ni en sus peores pesadillas había imaginado tenerlos ahí parados fuera de la puerta, juzgándolo con la mirada.

-Que hacen aquí?-también mirándolos mal.

-Hola hijo...-dijo con voz dulce la mujer que con sus ojos algo aguados miraba lo grande y guapo que era su hijo.

-Ahora soy hijo?-cortante, no estaba feliz y se los haría notoria, sin mencionar que aún seguían parados en la puerta.

-Amor, por qué no los haces pasar y así....-

-Amor?- dijo la mujer, mirando de forma extraña a Yoongi el hombre solo frunció el entrecejo-que acaso tú eres...-

-Que pena por ustedes, pero, ahora voy saliendo, llegaron en mal momento-ignorando aquel comentario de su madre, salió y miro a Yoongi - vamos amor, ya es tarde y tus padres nos esperan- Yoon pasó saliva y suspiró, su novio tenía esa mirada otra vez, la misma que vio cuando enfrento a Jin, Nayeon y en especial Jungkook, pero entendió lo que quería.

-Claro, pondré a Yeonjun en su silla mientras hablan-salió también y paso por entre sus suegros- con permiso-

-Ese es mi...-

-No es nada de ustedes, es nuestro hijo - mirando a Yoongi quien sonrió.

-¿Eres maricón?- habló el hombre.

-Si lo soy o no es asunto mío, no de ustedes ahora si me disculpan-

-Así recibes a tus padres!?-rugió el hombre nuevamente.

-¡Yo no tengo padres! - respondió molesto- mis padres me echaron a la calle con mi hijo de meses, sin importarles nada, desde ese día para mí murieron-

-Hijo, por favor, no fue nuestra...-

-No me interesa, señora, y espero en verdad, esta sea la última vez que tenga que verlos- enojado? Si, no entendía por qué estaban ahí, pero sin duda no dejaría que dijeran algo de su vida, ni de su hijo y menos de la relación que tenía con Yoongi.

-Mocoso insolente, más respeto quieras o no somos tus padres!!- el grito fue tal que Yeonjun dio un salto y miró asustado, desde su silla del auto.

-Papi?-puchereando.

-Papi está bien amor tranquilo- Min puso los cinturones de la silla y los ajustó - dejaré la ventana un poco abajo si, iré por papi- el menor asintió, cerró la puerta y puso el seguro, camino de regreso hasta donde Jimin estaba- amor estamos listos- el menor asintió.

-Con permiso-pasando de ellos.

-Jimin! Por favor solo queremos...-

-Lo que quieran no me importa- la corto Jimin- me tiraron como a un perro, sin pensar ni un momento en lo que pasaría conmigo, con mi hijo y ahora qué? ¿Les bajó la nostalgia No quiero saber de ustedes, ahora soy yo quien no quiere ni tiene tiempo ni espacio en mi vida para dos personas más-la mujer lloraba en silencio mientras que el hombre aquel no mostraba expresión alguna- solo olviden nuevamente que existo y lárguense por donde vinieron-

–Amor Yeonjun está un poco asustado-miro a Yoongi y asintió, sin decir más siguió caminando hasta llegar al auto, Min quitó el seguro y así pudo subir junto a su hijo quien lo miraba expectante.

-papi no llores- toco su mejilla.

-No lloro amor, tranquilo, vamos con los abuelos?- lo vio asentir.

-Seguro, quieres dejarlos así, no importa si nos vamos más tarde-

-No tengo por qué posponer mi vida por ellos- serio - ellos jamás pospusieron la suya por mí -asintió y dio marcha al auto, los Park solo vieron el auto avanzar quedando frente a la puerta.

Al llegar a la casa de los Min Moon fue la primera en salir a recibirlos, más específico a Yeonjun quien se movía inquieto por ver a su abuela, sin saber que había visto a la otra.

-Pensé que no vendrían- se quejó mientras tomaba al pequeño en sus brazos, Yoongi miro a Jimin, pero este le pidió no contar.

-Nos atrasamos un poco, nos levantamos tarde, así que-

-Oh entiendo, lo bueno es que ya están aquí-entro con el pequeño dejando a los mayores aún sacando los juguetes del auto.

-Tampoco les contarás?-

-No quiero que piensen que soy mal hijo-

-Si me preguntas, tal vez debiste escucharlos, tu madre se veía bastante emocionada-se acercó y lo tomó de la cintura, misma que resaltaba más con aquella playera algo ajustada que el menor traía puesta- pero si aún sientes que no puedes, nadie te obliga- sintió sus manos en su pecho y se acercó a besarlo.

-Tengo el resentimiento aún vivo en mí, no creo poder hablar con ellos en un buen tiempo-

-Mi hermoso, ¿das miedo cuando te enojas?- el menor sonrió - recuérdame no hacerte enfadar-

-Tampoco exageres-se separaron y entraron a la casa donde el señor Min tenía al pequeño en sus brazos jugando, como era costumbre Jimin se acercó a saludar- Hola, ¿cómo está?-

-Hola Jimin- lo que NO era costumbre era aquel beso que el hombre había comenzado a dejar en la mejilla del menor cuando se saludaban o se despedían, sin mencionar esa sutil caricia desde su espalda hasta su cadera- cómo están?-

-Bien y usted?- sonriendo.

-Ahora que los veo mejor, me dejaron preocupado ayer- seguía con su mano aun en su espalda baja.

-Si ayer fue un día movido, aunque me molesta aún no saber- Jimin miraba a su hijo y el mayor tenía sus ojos pegados en el largo cuello de su yerno, y sin poder aguantar la tentación se acercó hasta que sus labios quedaron a nada de este, lo había abrasado.

-No te angusties Jimin, y por favor confía en mí - el menor sintió el aliento cálido del mayor en su cuello y el cosquilleo le recorrió de pies a cabeza- en lo que yo pueda te ayudaré, no lo olvides- roso solo un poco sus labios con aquella suave piel, y los nervios del menor se dispararon, se movió un poco saliendo del abrazo y lo miro, respiro profundo.

-Gracias suegro, lo sé- se volvió a acercar y tomó a su pequeño- vamos a la cocina uvita- lo miro una última vez y comenzó a caminar a la cocina donde Yoongi y Moon estaban.

-Jimin mi nieto puede comer un poco de chocolate a esta hora?-

-Si papi, dile que si-

-Si puede, pero solo un poco, porque si no, después no duermes por mucha azúcar-

-Si duermo!- puchereo, cuando Jimin vio entrar al señor Min a la cocina y caminar en dirección hasta donde él estaba, por instinto se acercó a Yoongi, quien lo abrazó.

-Todo bien? -Pregunto mirando al ojiverde que estaba tenso.

-Si, amor- paseó su vista por la cocina como buscando algo, pero solo quería estar seguro de lo que había visto en los ojos de aquel amable hombre, y al verlo nuevamente parado frente a él ya no tuvo dudas, aquello era deseo, deseo por el.

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*Uvitas De Amor*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora