47.:Venir en Paz:.

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Entro y paso rápido a dejar a su pequeño en su cama, quitó sus zapatos y su polo, y si bien este se quejó un poco no despertó, algo que Yoongi hoy sin duda agradece.

-Por favor, hijo mío, concédeme esta noche con tu papá, te lo suplico- pidió antes de dejar un beso un su mejilla y cubrirlo, salió dejando la puerta un poco abierta por si el pequeño despertaba escuchar su llamado, camino algo ansioso hasta llegar a la cocina donde el peli negro estaba bebiendo un poco de agua.

Camino cuál tigre acechando a su presa y lo tomó por la cintura. Apretándolo a su cuerpo.

-¿Dónde está mi chico atrevido?- susurro en el oído del menor quien sonrió ladino.

-Creo que se quedó en el auto-respondió divertido mordiendo su labio.

-Así?- lo giro dejándolo pegado al lavaplatos, sus manos se fueron directo, aquel lindo trasero mismo que apretó y masajeo- creo que iré a buscarlo, tengo algo pendiente con él-

-Mira tu- dejo el vaso a un lado y pasó sus manos por los hombros para quedar colgado de su cuello- y si mejor te quedas conmigo- mordiendo su labio, detalle que volvió a prender al mayor.

-Me parece perfecto- lo besó de forma algo brusca, metiéndose en lo más profundo, saboreando, sintiendo aquel calor propio de aquella boca, que se había vuelto una droga para él, lo arrincono un poco más, sin dejar de besarlo, lo levantó sentándolo en el lavaplatos quedando entre sus piernas, mismas que acarició pasando sus dedos firmes por ellas.

-Min....- suspiro entre el beso.

-Me tiene loco Jimin- el beso subió de intensidad volviendose algo baboso, los chasquidos mezclados con las respiraciones agitadas era lo único que se oía en aquella casa.

Entre beso y beso llegaron a su fiel sofá, mismo que era por segunda vez testigo de su amor, quito cada prenda de aquel hermoso cuerpo admirándolo, besos sus pezones mismos que se volvieron duros bajo su lengua, mientras el menor enredaba sus dedos en su largo cabello.

Querían gemir fuerte porque aquella reconciliación atrasada estaba siendo en verdad fuerte, el sillón resistía como podía cada embestida que el menor recibió, crujía y se movía por ratos, pero valiente aguantó, sus pieles chocando mezclados con los suspiros, los te amo y unos cuantos, ya no aguanto, resonaban en aquel mini salon.

Hasta que Yoongi tocó aquel dulce punto, que hizo al menor cerrar fuerte los ojos y enterrar las uñas en la espalda del mayor, quien volviendo a golpear aquel lugar se ganó una mordida de cuello, seguido del coro que eran los gemidos quedos de Jimin.

-Yoonie...-

-Jimin...- y contra todo pronóstico Yeonjun no despertó ni una sola vez, de las 3 que tuvieron sus padres, dos en el sofá y la última en la ducha, donde pegado a la pared, el menor sentía como su novio entraba con todo

-Ah!... Ah!... Ah!...- giro su rostro para encontrarse con los labios de Yoongi quien le volvió a comer la boca-Yoonie ya...-empujo con fuerza un par de veces más y lo sintió temblar, dos más y fue su turno de acabar llenando su interior, dejando un beso es su linda espalda.

Se besaron un poco más y luego de enjuagarse, se fueron a la cama, donde se dieron cariño un poco más sin llegar a más, solo besos y manoseos.

Y así juntos y abrazados se durmieron, ya por la mañana el primero en despertar fue Yeonjun quien se pasó para la cama de sus papis y se metió en medio, porque si, ese era su lugar y él lo haría valer, así que entre patadas y manotazos logro meterme en aquel cálido lugar siendo recibido en un abrazo, mismo calor que lo volvió a dormir por unas horas más.

Eran casi las 11 cuando Yoongi despertó encontrando a su hijo pegado a su pecho, y tras él, la imagen más linda del mundo, su hermoso ojiverde, solo en este punto Yoongi fue consciente de lo enculado que estaba de Jimin, pero ni lo lamentaba, por el contrario, se sentía al fin feliz, se movió un poco haciendo que el pequeño abriera los ojos.

-Hola papi, Min dormiste bien?- y su corazón otra vez explotó.

-Hola hijo, sí y tú?- lo vio asentir y pasar sus manos por sus ojos- aún tienes sueño?- negó.

-Quiero pipi- tres segundos fueron los que tardó en tener a Yeonjun en el baño orinando, donde también presencio el concierto matutino que el pequeño daba cada mañana, entre risas llegaron a la habitación, donde Jimin ya había despertado.

-Hola uvita como estas mi amor?-

-Bien papi y tú?-

-Ahora que te veo estoy bien -jugaron un poco los tres disfrutando el solo estar juntos, hasta que el pequeño se quejó de que tenía hambre, así que con todo el dolor de su cola, Jimin fue a prepararle algo de desayunar a sus amores, porque su hijo no quería que su papi Min se separara de él-por qué esta madre duele tanto al día siguiente- se quejó mientras hacía unos panqueques- vengan a comer!-

Escucho los pasos seguidos de risas, habían hecho una carrera y Yeonjun ganó, desayunaron tranquilos, riendo y hablando de cosas sin sentido, solo disfrutando estar juntos.

-Estaba pensando que, quiero comprar una casa para nosotros- soltó el mayor.

-Una casa?- asintió - no sé si...-

-Yeonjun necesita más espacio, nosotros más privacidad- tenía un punto, dos puntos.

-Me costó que se acostumbrara a esta...-

-Dejaremos que él elija, iremos a ver algunas y la que él escoja esa será-

-Si papi una casa!-

-Ves, a él le gusta la idea- mirando a su hijo- que dices?- sonrió.

-Si tienes razón- Yoongi sonrió, se levantó de su lugar y dejo un beso en los labios de Jimin.

-Beso, papi, yo quiero beso!- ambos se levantaron y besaron sus mejillas, pasaron la tarde juntos dándose mimos y mimando al pequeño, ya casi por la noche estaban listos para ir a casa de los Min y como si de un déjà vu se tratara cuando Jimin abrió la puerta se topó con la más desagradables de las sorpresas.

-Hola Jimin, cómo estás?- se quedó estático en su lugar ni es sus peores pesadillas, esperaba verlos.

-Que hacen aquí?-

-Amor viste el juguete de Yeonjun lo quiere llevar, pero no lo encuentro...- cuando Yoongi apareció del pasillo con el pequeño en sus brazos se topó con la mirada de dos personas- perdón, no sabía que...-

-Por qué te dice amor?- preguntó la mujer, el hombre aquel que estaba a su lado no emitía ruido alguno, bien dice que la paz dura solo un momento, pero el caos chinga toda la vida.

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*Uvitas De Amor*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora