Akaashi estaba sentado en la cama de Bokuto, sonrojado y avergonzado mientras que el mayor sacaba ropa de su armario, mandándola a volar al lado del menor.
Minutos antes, sin temblar ni nada, Bokuto le había dicho que no pasaría frío porque él —él— le daría calor. Simple frase que había despertado miles de nuevas sensaciones en Akaashi, pero especialmente las mariposas en su estómago.
Realmente le gustaba ese chico pero le molestaba saber el hecho de que jamás lo miraría de igual forma ya que uno; le gustaba una chica. Dos; él no le llamaba la atención y tres; Ni siquiera se conocían completamente y Akaashi ya sabía que eran demasiado distintos.
No tenía chance con él.
Bufó.
—Akaashi, ¿tú qué te vas a poner?
—Bueno, traje una camiseta, una camisa y unos pantalones de mezclilla.
—¿Puedo ver? —Bokuto se dio vuelta y clavó sus ojos en él.
Mirada un poco intimidante si le dejan agregar.
—Seguro...
Tomó su mochila y la abrió, revelando así mientras sacaba una camiseta celeste con unos pantalones holgados. Luego sacó la camisa, que era blanca con puntos negros.
Bokuto alzó sus cejas.
—¿Y te gusta tu ropa?
—No lo sé... ¿A ti te gusta?
—Aunque es una decisión tuya, yo digo que esto... —Bokuto tomó algo del armario—, ¡te quedaría mejor!
Y se la lanzó.
Akaashi la atrapó.
Era una camiseta de él.
Su perfume desprendía de ella porque era de Bokuto.
Akaashi sintió su cuerpo temblar.
—¿Algo tuyo?
—¡Exacto! Y te pones eso con tu pantalón y te verás mejor de lo que te ves usualmente.
—¿En serio crees eso, Bokuto-san?
—¡Claro que sí! —exclamó sonriéndole—. Esa camiseta te lucirá bien y seguro resaltará tus ojos.
—Pero... es negra.
—Que me hagas caso, Akaashi —Bokuto negó riendo—. Pruébatela.
—¿Ahora?
Asintió.
Akaashi miró la camiseta.
—¿Y un baño?
—Oh, cierto... Esta puerta.
Tenía un baño personal.
Vaya.
Akaashi asintió y caminó rápidamente hasta él.
—¡No te olvides tu pantalón!
Cinco minutos después, se miró enfrente del espejo. Su rostro estaba enrojecido, todo por culpa del mayor quien, obviamente, no tenía ni la más mínima idea de lo que causaba en él.
La camiseta de Bokuto la podía lucir de manera holgada. Le sorprendía un poco, ya que a pesar de que medían casi lo mismo, la ropa del mayor parecía ser dos talles más grande que la de él.
Mordió su labio inferior.
Quería lucir más seguido la ropa de él.
Cuando salió del baño, el de cabellos bicolores estaba portando una camiseta blanca y unos pantalones de mezclilla negros que se ajustaban a su piel.
Akaashi suspiró.
—Bokuto-san.
El mayor se dio vuelta y lo miró sonriente.
—¡Te ves genial, Akaashi!
¿Este chico controlaba su boca?
Sonrió tímido.
—¿Tú crees?
—Mi remera te queda increíble... —se acercó a él y Akaashi lo miró sorprendido—. Pero creo que así... —murmuró, metiendo sus manos por la hebilla del pantalón y adentrando un poco la camiseta. Akaashi desvió la mirada avergonzado—. ¡Así, sí! Ahora la luces mejor que increíble.
Apretó sus labios y lentamente volvió su vista a él. Bokuto, a pesar de la poca distancia y sus manos todavía en los costados de su pantalón, lo miraba sonriente.
Si se acercaba un poco más quizá podía llegar a besarlo...
—¿Qué te parece mi ropa, ahora?
Bokuto terminó alejándose, probablemente no sintiendo lo mismo que el menor. Akaashi suspiró y lo miró.
—Te ves bien, Bokuto-san.
—¿Solo bien? —hizo un puchero.
—Genial.
Bokuto pareció esperar más halagos.
Akaashi puso los ojos en blanco.
—Te ves demasiado genial así, Bokuto-san.
—¡Gracias, Akaashi, ya lo sé!
Bokuto tomó su teléfono y lo miró.
—¿Nos sacamos fotos frente al espejo?
—Usualmente no salgo bien...
—¿Cómo que no? —frunció su ceño, tomando su mejilla y guiándolo al espejo enfrente de su cama—. Solo tienes que sonreír...
Akaashi suspiró mientras que Bokuto lo acomodaba frente a él. Luego sintió una mano pasar por encima de su pecho y sonrió cuando notó los ojos de Bokuto por encima de su cabello.
Sin pensarlo, llevó una mano al antebrazo del chico.
—Esta posición es linda.
—Lo sé.
Le entregó su teléfono. Akaashi no se sorprendió al ver que la carcasa era de búhos.
—Saca tú la foto.
—¿Por qué yo?
—Porque tú estás adelante.
Akaashi no era el peor sacando fotos, pero sí saliendo.
Recuerda que una vez buscó poses para sacarse frente al espejo y en unos de esos videos, esta (en la que estaban ellos), le había salido... lo que hizo que se sonrojara fue el título del vídeo.
Posiciones frente al espejo versión parejas.
Bokuto se puso de puntas, sonriendo como un niño por encima del cabello de Akaashi mientras que este llevó el teléfono a la altura de su ojo derecho (En los tantos tutoriales que vio, decían que esa altura era la mejor para las fotos) y ni siquiera sonrió, solo puso su cara normal y tomó la foto.
—Listo, Bokuto-san.
Bokuto lo soltó y él le entregó el teléfono.
Observó la foto unos segundos y alzó su mirada sorprendido a Akaashi.
—¡Ahora entiendo por qué no sonríes en las fotos!
—¿Por qué? —frunció su ceño.
—¡Porque, salgas como salgas, te ves lindo!
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Radar | Bokuaka
FanfictionNo debía estar prestándole atención a otras cosas mas que a la escuela. Pero ahí estaba, distrayéndose con alguien que solo vio por un segundo. Cuando Akaashi Keiji se topó con el dulce chico de segundo año, se dio cuenta que sus padres estaban equi...