Capítulo 21: Impulsos inesperados

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—¡Akaashi!

Pasó de él.

—¡Akaashi!

Siguió ignorándolo.

Bokuto chasqueó la lengua.

No dejaba de ignorarlo y solo tenía treinta minutos para invitarlo porque después se terminaría el día escolar y Akaashi se iría con Konoha.

Así que tomó cartas en el asunto.

—¡Bokuto-san!

Parecía un psicópata pero era de vida o muerte.

Simplemente había cerrado la puerta del baño de hombres tras él, asustando al pobre chico, quien solo lavaba sus manos con una mirada cansada.

Pero ahora sus ojos demostraban miedo. Bokuto realmente lo había asustado y a su corazón también, el cual latía desenfrenado.

¿O es que también era porque estuviesen encerrados solo ellos dos?

—¡Akaashi, ya deja de ignorarme! —exclamó con un puchero en sus labios. El pelinegro suspiró—. ¡Ya dime qué pasó! ¿¡Por qué me ignoras tanto!?

No lo sabía y odiaba eso.

Akaashi negó.

—Me quiero ir —se acercó a él—. Bokuto-san, abre la puerta por favor.

Sus ojos no se encontraban, lo que hacía que el mayor se desesperara más. No tener una respuesta clara del menor y ser duramente ignorado y tratado indiferente lo estaba matando.

No le gustaba la situación simplemente. Quería volver a tener a Akaashi a su lado.

—¡Nop! —se pegó aún más a la puerta—. Dime qué pasa contigo y conmigo.

—Nada. No pasa nada, Bokuto-san. Ya de-

—¡Por lo menos dímelo mirándome a los ojos!

Akaashi resopló.

La actitud de Bokuto comenzaba a molestarle.

Alzó la vista, encontrándose con sus lindos ojos confundidos y preocupados. Brillaban como siempre, pero aún así se notaba el brillo triste. ¿Será que era por lo mismo que los dos sentían? La distancia, el alejamiento...

Sus mariposas, aquellas que dormían adentro de él por simplemente estar aburridas, despertaron y revolotearon en su estómago, haciéndolo morder su labio inferior.

Ignorar a Bokuto no tenía sentido cuando sus sentimientos, conforme el paso del tiempo, se intensificaban mucho más. 

Aún así, pensó que la distancia estaba haciéndoles bien por más contraproducente que sonara.

—¡Akaashi! —hizo otro puchero.

Estaban cerca. Podía besarlo y acabar con el asunto pero eso sería tan estúpido de su parte.

—Ya dime qué pasa. No me gusta esto.

«Esa persona que supuestamente gusta de mí, es Akaashi».

Sus palabras resonaron en su cabeza.

Bokuto tenía la culpa de todo.

No estarían en esta situación si él...

—Bokuto-san, tú mismo creaste esta situación.

Soltó sin pensarlo, frunciendo su ceño.

El mayor no se esperaba eso.

—¿Yo? —ladeó su cabeza—. ¿Por qué yo?

—Tú sabes que me gustas. ¿Por qué te tuviste que dar cuenta?

Tampoco se sorprendió al decirlo.

Era la verdad después de todo.

Las mejillas de Bokuto se colorearon y sonrió nervioso, todavía bajo la mirada confundida y molesta de Akaashi. Bien, se esperaba todo menos una confesión en un baño.

Sus planes no estaban saliendo como él quería.

—B-bueno...

—Digo, ¿por qué no me seguiste ignorando? Seguiríamos siendo los mismos con todavía un secreto... —murmuró negando.

Bokuto se sentía un poco acorralado.

—Bokuto-san.

—¿S-sí, Akaashi?

Sus ojos volvieron a él lentamente.

El menor suspiró.

—Bokuto-san, me gustas y-

—Ya lo sé.

Silencio incómodo.

Demasiado incómodo.

Excesivamente incómodo.

Bokuto no sabía qué decir porque no recordaba cómo hablar. Que Akaashi se le confesara de una manera tan impulsiva solo hacía que su mente quedara en blanco.

Y Akaashi, por otro lado, esperaba una respuesta por parte del mayor, impaciente y ansioso.

Bokuto desvió la mirada.

—Deberías rechazarme, Bokuto-san.

—Prefiero invitarte a salir... —murmuró.

Eso tampoco se lo esperaba.

Akaashi frunció su ceño.

—¿Qué?

—Sí... eso —Los ojos de Bokuto volvieron hacia los de él—. Akaashi, quería invitarte a salir.

—Pero no-

—Como amigos.

Se quedaron viendo en silencio.

¿Bokuto no lo rechazaría o qué?

Radar | BokuakaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora