Capítulo 13: La familia de Bokuto

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—Oh, él es el chico de la foto.

Cuando conoció a Bokuto, pensó que su madre sería idéntica a él.

Y no se equivocó.

Una mujer alta, con el cabello igual de colorido que su hijo, lo miraba atenta. Tenía una coleta alta y bien apretada, una vincha deportiva y luego un conjunto de top y calza marmolado.

—Ah... sí, es un placer. Soy Akaashi Keiji.

—¡El placer es todo mío, Akaashi!

Sus ojos eran como los de Bokuto.

—Soy Kouhai Tanaka, la madre de Kotaro —sonrió, atrapándolo en un abrazo. Bokuto le sonrió a Akaashi mientras que este lo miraba en pánico—. Desde que el insoportable de mi hijo te conoce, no ha dejado de hablar de ti.

—¡Cosas buenas, obviamente!

—¿Almorzarás con nosotros?

—Ah, sí. Akaashi vendrá a la fiesta conmigo y también se quedará a dormir.

—¿Y me lo dices ahora? —frunció su ceño.

Akaashi quería desaparecer.

—Te lo dije ayer pero estabas hablando por teléfono.

Madre e hijo pusieron los ojos en blanco. Akaashi sintió un escalofrío.

—Como sea, iré a hacer las compras. Kotaro, encárgate de la comida.

—¿Vas a ir a entrenar?

—Sí, ¡hoy tenemos partido, buhito!

—¡Oh, genial!

Y chocaron los cinco.

Akaashi los miró confundido.

—¿Qué deporte hace?

—¡Voley! —exclamaron a la vez—. No es por nada pero... soy la estrella de mi equipo.

—Y capitana.

—¿Te juegas al vóley, Akaashi?

—No —apretó sus labios—. Bokuto-san me invitó a entrenar con él y su equipo como armador de todos modos.

—¿Y lo harás?

—Supongo que sí. Se ve divertido.

—¡Esa es la actitud!

Luego de eso, Kouhai se fue a comprar mientras recibía llamadas del trabajo. Akaashi preguntó si debía conocer a alguien y como Bokuto dijo que no, simplemente volvieron a la habitación del mayor, tirándose en la cama e intercambiando opiniones sobre mangas que habían leído.

El tiempo siguió pasando y el par se dio cuenta cuando los llamaron a almorzar. Bokuto bajó las escaleras feliz mientras que Akaashi temblaba.

Kimori y Keiko estaban sentadas del lado derecho. Una de las sillas de la punta estaba ocupada con lo que parecía ser la chaqueta de Kouhai y Bokuto se sentó del lado izquierdo.

Quedaban dos asientos libres... ¿a dónde se supone que tenía que sentarse?

Por suerte Bokuto detuvo su ansiedad cuando lo llamó para que se sentase a su lado.

—¡'Kaashi, ¿te quedas a dormir?!

—Uh, sí.

—¿Podemos dormir con ustedes? —Keiko preguntó emocionada.

—No —Bokuto se apresuró en responder—. Llegaremos tarde y cansados, no podremos hacer una pijamada.

Hicieron un puchero.

—A parte, ¿cómo Akaashi va a poder dormir con ustedes cuando son escandalosas?

Y una pelea en medio de la mesa comenzó.

Akaashi sonrió al ver la situación.

Bokuto tenía una linda familia.

Cuando volvieron a subir, Akaashi observó como Bokuto cerraba lentamente la puerta.

—Bokuto-san.

—¿Qué?

—¿Qué haremos esta noche?

— Supongo que bailar y beber —se encogió de hombros.

—¿No te dicen nada por tomar alcohol?

—Bueno, al principio sí. Mi madre casi me arranca la cabeza porque llegué borracho a casa.

—¿Y ahora?

—Como sabe que seguiré tomando a pesar de lo que ella me diga, me dijo que tome con precaución.

—¿Y no te sientes mal?

Frunció su ceño.

—No. ¿Tú tomas, Akaashi?

—Nunca lo he hecho.

—¿Y te gustaría?

—No lo sé. ¿Es rico?

—A mí me gusta —se encogió de hombros.

Akaashi suspiró.

—No es correcto tomar siendo menor de edad...

—Lo sé, pero no es como si tomara en exceso. Como máximo bebo dos vasos en la noche.

—¿Y eso es mucho?

—No realmente.

—Supongo que podría probar un poco...

—¡Solo si quieres, Akaashi! No es necesario que lo hagas si no te gusta.

—Quiero probarlo —se encogió de hombros—. Y mientras mis padres no sepan, no tendré problema.

Radar | BokuakaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora