Pinceladas a un mundo nuevo

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Pinceladas a un mundo nuevo


Severus se apartó, no sabía cómo sentirse. El beso de ese Harry, aunque fuese solo en la mejilla, le provocó toda una gama de sentimientos, pero ninguno de ellos fue lo que tendría que haber sido, y ahora lo veía sonriéndole, y acariciándole la mejilla con el dorso de sus dedos como si... como si realmente lo amara.


Esto ha sido un error. —dijo con voz grave que no logró ocultar el hecho de que su cuerpo aún vibraba de excitación—. Potter, creo... creo que le debo una disculpa por mi comportamiento, no debí abrazarlo.

¿Y porqué no? Me gustó que lo hicieras, un abrazo entre nosotros debe ser siempre tan natural y espontáneo como lo fue ahora.

Tú amas a alguien que no existe en este mundo, alguien que quizá pueda tener mi apariencia pero que no ha vivido lo mismo que yo y por lo tanto no podemos ser iguales. No pienso aprovecharme de tu ingenuidad al creer que somos los mismos como tampoco me aprovecharé ni una vez más de tu parecido con Potter.

De acuerdo, no insistiré. —suspiró resignado para enseguida acomodarse la ropa para marcharse—. Sin embargo, me alegra mucho haber venido y verte, confirmar que ni en este mundo eres un traidor.

No lo soy, y por lo tanto debes irte ahora mismo antes de que alguien descubra tu presencia o todos los planes se arruinarían.


Harry asintió, se acercó a Snape sujetándole suavemente por las manos, le gustó que no se retirara aunque era evidente que el acercamiento continuaba inquietándolo.


Si logro encontrar la vuelta a mi mundo y que tu Harry regrese a este, no permitas que estemos separados, por favor. Lucha por él... por mí, por nosotros.

Lucharé para que consiga su victoria, no hay ninguna otra lucha de la qué hablar. —manifestó con voz neutra a pesar de que sus ojos delataron un casi imperceptible brillo triste—. Él nunca me perdonará y quizá tampoco quiero que lo haga, no lo merezco.

Tu Harry tiene que sentir como yo, es probable que aún no te ame pero todo puede cambiar si eres sincero con él. Te conozco y lo conozco a él porque somos uno mismo. Quizá y sus sentimientos por ti no lleguen a ser románticos pero sé que necesita a alguien como tú a su lado, Severus Snape.


Por un momento, el Profesor guardó silencio, sus manos estrecharon más a las de Harry y sus ojos negros sonrieron con ironía, nunca se habría imaginado poder estar frente a Harry Potter y no ansiar zarandearlo hasta que su testaruda cabeza entendiera que lo que hacía era por su bien.


Quizá la presencia de alguien más sensato ayudaría a vencer en esa guerra. Pidió a Harry que esperara un poco y fue hacia su despacho, regresó a los pocos minutos con un pequeño maletín que colocó en manos de Harry.


Es lo único en que puedo ayudarte por ahora. —dijo mostrándole el interior.


Harry asintió descubriendo un surtido de pociones, desde pociones de gas sofocante hasta multijugos acompañado de un paquete de mechones de cabello catalogados de varias personas. Al ver sus identidades, Harry arqueó las cejas sorprendido pero Severus no le dio oportunidad de preguntar más.


Vete y haz lo que te dije. —continuó Severus con más formalidad—. Si averiguo algo que necesites saber del Señor Tenebroso me comunicaré contigo, pero... pero si vuelve Potter es muy probable que rompa toda colaboración entre nosotros.

Nuestro amor en cada mundoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora