Nuestro amor en cada mundo

El más triste de los mundos

Nota

Recuerden que cuando la historia se refiere a los personajes del segundo mundo sus nombres estarán escritos en cursivas.

El más triste de los mundos

Ron lució apenado por su arrebato, sus mejillas se encendieron remarcando aún más su tez demacrada. Se apartó lentamente de Harry luego de su efusivo abrazo.

— Perdona, es que Dobby no me permitió revelarme antes en ninguno de los viajes. —dijo mostrando la capa de invisibilidad que llevaba colgada del brazo.

Harry estaba cada vez más confundido, quería hacer mil preguntas y no tenía idea de por cuál empezar. De pronto, se olvidó de todas sus dudas al ver que Ron tuvo que sostenerse de la pared ante un mareo. Por suerte, Severus había dejado ya a Jerome en su portabebé y alcanzó a sostener al pelirrojo en brazos antes de que éste cayera al suelo cuando perdió totalmente el conocimiento.

— De prisa, Harry, tráeme mi estuche de pociones, llevaré a Weasley a la cama.

Harry asintió, y mientras Severus se apresuraba escaleras arriba llevando a Ron en brazos, él corrió hacia la habitación que servía de despacho en busca del estuche que funcionaba casi como botiquín. Tomó a Jerome y subieron a reunirse con su pareja.

Cuando entró a la recámara, Severus ya había acomodado a Ron sobre la cama, Dobby estaba con ellos, mirando preocupado a su amigo.

— ¿Está muy mal? —preguntó angustiado después de poner a Jerome a salvo en su cuna.

— No sé, Harry, parece estar muy débil. —respondió sin dejar de invocar hechizos de curación antes de dirigirse a sus pociones.

— El amo Ron peleó duramente. —informó la chillona voz del elfo—. El amo Ron cumplía deseo de amo Harry Potter y protegió a amito bebé como una fiera. Por eso lo dejó en casa de su familia, hasta poder volver por él.

Harry palideció sintiendo nuevamente el peso de una roca cayendo en su estómago, intercambió una mirada con Severus, ambos creyeron comprender lo que pasaba pero por el momento era más importante atender a Ron, así que Severus curó sus heridas y le ayudó a beber algunas pociones fortificantes

Cuando vieron que el pelirrojo dormía y Dobby también había caído presa del cansancio sobre un mullido almohadón que el elfo encontró en un rincón, Severus se acercó hacia donde Harry observaba a Jerome descansando en su cuna.

— ¿Estás bien? —le preguntó abrazándolo por la cintura.

— No, no lo estoy. Así que hay otro mundo y voy a tener que despedirme de él una vez más y...

Harry no pudo continuar, la voz se le quebró de tristeza por lo que Severus lo hizo girar para consolarlo mientras el joven mago ahogaba sus sollozos en la túnica de su pareja.

— Debimos haberlo supuesto, Sev. —se quejó desolado—. Jerome es de otro Harry y de otro Severus y tiene que volver a ellos.

Severus asintió en silencio, abrazándose más fuerte a Harry, sin embargo ya no era su intención consolarle sino encontrar un poco de su fortaleza para no gritar de rabia. Estaba enfurecido por haberse atrevido a hacerse ilusiones, a creer que habría un Jerome para ellos, lo consideraba injusto, absolutamente injusto que la vida lo pusiera en sus brazos tan solo para quitárselo.