Un mundo sin ti

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Nota


Recuerden que cuando la historia se refiere a los personajes del segundo mundo sus nombres estarán escritos en cursivas.


Un mundo sin ti


Atravesar el túnel hasta la casa de los gritos fue eterno para Harry, no cesaba de rogar que Lucius no hubiese encontrado a Snape y poder luchar contra Voldemort, y sobre todo, matar a Nagini de una vez por todas.

Al llegar al final, Hermione y Ron le detuvieron alarmados por notar que su amigo casi estuvo a punto de adentrarse sin ninguna precaución. Prácticamente tuvieron que obligarle a usar nuevamente la capa de invisibilidad y esperar tras el agujero apenas cubierto por una tabla de madera.

Harry sintió un frío estremecimiento y la angustia cortándole la respiración al escuchar la voz de Snape a tan solo unos pocos centímetros de donde él estaba. Volvió a sentirse como aquella noche en la torre de Astronomía, oculto bajo la capa de invisibilidad y paralizado, ahora por sus amigos, imposibilitado para ayudar. Su corazón se estrujó de miedo y ansiedad, no quería ver morir a Snape como una vez vio a Dumbledore perder la vida ante sus ojos y sin poder evitarlo.

No supo cómo pudo contenerse para no gritarle que tenía que huir. Vio a Nagini aun custodiada en su esfera y su mano apretó su varita ansiando matarla a la brevedad posible pero no estaba seguro de si alguno de sus hechizos lograría atravesar su protección.

Tengo un problema, Severus. —escuchó a Voldemort dirigiéndose a Snape— ¿Porqué no funciona?

Harry vio que sacaba una varita, una varita muy especial, la de Sauco. Snape y Dumbledore le hablaron de ella, pero aún no sabía qué papel jugaba en esta guerra así que se esforzó por concentrarse y escuchar.

Se enteró cómo Voldemort sacó la varita de la tumba de Dumbledore y cómo con ella esperaba ser invencible pero la varita no funcionaba como él suponía. Sus conjeturas lo llevaron hasta la noche en que Dumbledore murió a manos de Snape.

Tú mataste a Dumbledore, Snape. —siseó con una escalofriante tranquilidad—. Por lo tanto, la varita no será totalmente mía mientras tú vivas.

Harry vio a Snape sacar su varita, estuvo de salir pero su cuerpo se mantuvo petrificado casi como producto de algún hechizo. Todo giraba a su alrededor mientras veía como Voldemort echaba la esfera con Nagini hacia Snape. La serpiente clavó sus colmillos en el cuello del Profesor y Harry casi pudo sentir el dolor en carne propia como si hubiera sido a él a quien atacaran.

Voldemort abandonó el lugar junto a Nagini aun protegida en su esfera, dejando atrás el cuerpo sangrante de Snape.

Harry despertó de sí mismo, sintió el sabor metálico en su boca, también la humedad en sus manos, se había mordido y lastimado con sus uñas al apretar tan fuerte sus dedos en un intento desesperado para no gritar.

Ya ni Hermione pudo detenerlo, entró despavorido a la habitación arrastrándose hasta donde Snape jadeaba moribundo. Harry se escuchó sollozar angustiado ante el hombre que hasta hacía poco sentía odiar con todas sus fuerzas, pero ahora lo único que deseaba era todo fuese un horrible sueño.

Snape le vio, y con la poca fuerza que le quedaba le tiró hacia él.

Cógelo. —le dijo.

Y Harry notó una sustancia azul plateada brotando de Snape. Fue entonces que Hermione le puso enfrente un frasco y no perdió tiempo, obediente, fue recogiendo toda aquella sustancia.

Nuestro amor en cada mundoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora