En mi mundo, tú y siempre tú

1K 139 81
                                    

Nota

Recuerden que cuando la historia se refiere a los personajes del segundo mundo sus nombres estarán escritos en cursivas.


En mi mundo, tú y siempre tú


Ron miró a Ron sin creer que podían ser la misma persona. Ese Ron lucía como un guerrero que había vivido mil batallas, pero además, estaba enamorado de Draco Malfoy. O sea, no solamente gustaba de chicos ¡gustaba del flaco déspota y malcriado Draco Malfoy!

Ron le correspondió a la mirada sin perturbarse, ya había viajado por los suficientes mundos para saber que podía reaccionar de esa manera. Ahora estaban prácticamente solos, pues Harry y Severus tuvieron que bajar ante el llamado del Ministro, y Dobby y Jerome dormían plácidamente.

Por lo que el Dobby de este mundo nos informó, Harry también desconocía que era capaz de enamorarse de un hombre, y menos de Severus Snape.

¡No digas eso! —bufó Ron—. ¿Acaso pretendes hacerme creer que has venido a decirme que mi verdadero destino es el hurón?

Ron rió mientras negaba.

He visto mundos en los que eres muy feliz con Hermione.

Menos mal. —respiró Ron con alivio—. No quisiera tener que golpearme a mí mismo.

Aunque... somos mucho más calientes con Draco.

¡Calla!

Ron se tapó las orejas provocando que el otro Ron riera más fuerte. Eso provocó que el bebé despertara protestando con un suave gemido. El pelirrojo viajero abandonó la cama para arrullarlo en sus brazos.

Eres imposible, Ron. —dijo bajando la voz sin dejar de balancear cadenciosamente al hijo de su mejor amigo—. No sé qué tan mal esté tu relación con Draco en este mundo, pero...

¡Nada, no hay ninguna relación, ni para bien ni para mal y espero siga así! —respondió también moderando su voz—. Draco Malfoy sería la última persona con la que me involucraría.

Bien, tú te lo pierdes, nunca sabrás que tras su fachada arrogante hay escondido un mar de ternura.

Ron ya no protestó, supo que las palabras del otro Ron ya no eran para molestarlo sino porque en verdad estaba enamorado, y muy a su pesar, decidió respetar aquel insólito sentimiento.

Cada mundo significa una posibilidad, y nosotros somos quienes decidimos nuestro destino. — prosiguió Ron—. Por eso, aunque seamos las mismas personas, hay situaciones que nos encaminan por diferentes senderos. Mi mundo es un claro ejemplo, Harry y Severus no lograron sobrevivir pese a que lo merecían más que nadie. Vi un mundo donde sufrieron tanto por un hijo que dieron su vida por él, y no se llamaba Jerome. Otro mundo en el que adoptaron dos pequeños, otro en el que la familia que Harry siempre quiso no llegó de la manera que pensaba, y otras veces no necesitaron hijos para sentirse una familia, incluso hay mundos sin magia.

¿Todo eso viste en tan poco tiempo?

Dobby tiene una particular forma de viajar, desconozco como actúa su magia pero sabe aparecer en el momento preciso para enterarnos de la historia que necesitamos.

Harry sí cree en el destino. —manifestó Ron pensativo—. Le aterra pensar que, si no hubiera sido por el accidente que le hizo viajar a otro mundo, seguiría viviendo una vida equivocada y por eso, Snape hubiera muerto.

Nuestro amor en cada mundoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora