El mundo en dos colores

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Nota

Recuerden que cuando la historia se refiere a los personajes del segundo mundo sus nombres estarán escritos en cursivas.


El mundo en dos colores


Severus tuvo que forzar su mente a despertar por completo, era aún muy temprano y apenas había podido dormir un par de horas después de la fiesta de bienvenida para Jerome. Y pasado el primer momento de asombro, no pudo evitar sonreír mirando a Harry todavía en pijama paseando de un lado a otro de la habitación sosteniendo un pequeño bulto en sus brazos.

Era la imagen más hermosa que viera jamás, se regaló unos segundos para grabarla para siempre en su memoria. La ternura con la que Harry balanceaba al bebé y su mirada tan dulce al hacerlo, le inundaron el alma de calor. Hubiera dado lo que fuera para que aquello no tuviera un final. De pronto, Harry le descubrió mirándole y sonrió.

Buen día. —le saludó Harry al ver despierto a su pareja—. Me ofrecí a cuidarlo un rato para que Harry pudiera descansar, debe de estar agotado luego de la cena estando tan reciente el parto ¿no te parece?

Severus asintió sin importarle no creer del todo el pretexto de Harry para tener más tiempo con ellos a Jerome. Se incorporó acomodándose contra la cabecera de la cama y palmeó un sitio a su lado invitándolo a unírsele.

Harry aceptó encantado, se amoldó en el pecho de su pareja de tal modo que ambos pudieran mirar al pequeño bebé durmiendo.

Es muy hermoso, Sev ¡se parece tanto a ti!

¿Está diciendo que soy hermoso, Señor Potter? —sonrió Severus mientras acariciaba suavemente la mejilla de Jerome—. Más bien, yo pienso que heredó tus facciones. Su nariz, su mentón, su cabello... todo es como tú.

Es tu boca, y tu piel, una combinación perfecta, es el bebé perfecto.

Todo padre piensa que su bebé es perfecto.

Harry suspiró asintiendo, no quería ponerse triste recordando que no era realmente su hijo, en esos momentos podía sentir su instinto paternal como verdadero. Jerome era su hijo, aunque no hubiera nacido de su propio cuerpo.

Justo entonces, el bebé empezó a estirarse y desperezarse por lo que Harry le arrulló susurrándole una nana. Sin embargo, Jerome no parecía dispuesto a volver a dormir, gimió con suavidad lanzando un suspiro cálido, como si le gustara la voz que escuchaba y el calor que lo sostenía. Lentamente fue abriendo los ojos, ansiando conocer la procedencia de quien le cantaba tan dulce.

Fue una sorpresa para Harry y para Severus ser los primeros que vería, y más sorprendente fue al descubrir que los ojos de Jerome eran muy peculiares, uno de ellos oscuro como la noche y el otro brillante como una esmeralda.

En verdad que es un bebé muy especial. —musitó Severus admirado por la distintiva característica física de Jerome.

Harry asintió recostando al bebé en su pecho comprendiendo que tenían que irse lo más pronto posible antes de que a su corazón le fuera imposible despedirse.


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Harry y Severus también se sorprendieron al descubrir que su hijo abriese los ojos mostrando su rasgo bicolor, rieron muy divertidos al saber que ambos ganaron sus apuestas sobre de quién heredaría el color de sus ojos, y en ningún momento se mostraron celosos por no haber sido ellos quienes fuesen los primeros testigos de cuando su hijo mirara el mundo por primera vez.

Nuestro amor en cada mundoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora