El rigor de un mundo mágico

897 123 45
                                    

Nota

Recuerden que cuando la historia se refiere a los personajes del segundo mundo sus nombres estarán escritos en cursivas.


El rigor de un mundo mágico


¡¿Grimauld Place?! —repitió Snape con repulsión—. ¿Pretendes que yo viva en la casucha de un perro?

Severus, no seas grosero. —refutó Harry con paciencia—. ¿Porqué crees que quise esperar un par de días antes de abandonar la enfermería? Ron y Hermione se han estado encargando de trasladar tus pertenencias para allá.

¡¿Esos dos qué?!

Escucha, no te puedes quedar en las mazmorras, la reconstrucción continúa y aún falta para que sea habitable. Mis amigos me dijeron que han logrado salvar gran parte de tus pertenencias, yo les dije que las llevaran a Grimauld Place.

Pero yo tengo una casa, Harry, la de la calle de la Hilandera.

Compláceme en esto, Severus. —le pidió ansioso—. Además, Ron y Hermione también están ahí y...

Entiendo. —musitó desilusionado.

¿Qué entiendes?

Aún no estás listo para estar solo conmigo.

¡Claro que lo estoy! —exclamó sonriéndole enamorado—. Pero si yo dejo Grimauld entonces las familias de mis amigos les obligarían a regresar a sus respectivas casas, y créeme, Severus, eso sería todo un drama.

Así que ahora andas de celestina.

Solo soy su pretexto, te aseguro que casi ni los vas a ver. ¿Aceptas vivir conmigo en Grimauld Place?

Severus se tomó unos segundos antes de asentir. En verdad tenía que estar loco de amor para aceptar vivir en la casa de los Black, pero la sonrisa feliz de Harry le hizo saber que valía la pena arriesgarse a llenarse de pulgas.


o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o


Grimauld place siempre le había parecido lúgubre, tenebrosa, oscura e invadida de maleficios de magia oscura... de acuerdo, no estaba tan mal. Pero cuando entró a la habitación de Harry, ésta era bastante luminosa y juvenil, con cuadros con temática de quidditch y una amplia cama de edredones blancos que parecía como una nube en el centro de la habitación.

Su escritorio estaba repleto de sus libros de texto, pergaminos y no pudo evitar alzar las cejas ante algunos comics viejos.

No te dejé espacio en el escritorio porque tenías tantos libros que no cabían aquí, así que ahora la biblioteca es toda tuya. ¡Ah, pero mira el armario!

Harry abrió entusiasmado el closet y la mayor parte eran para la ropa de Severus.

¿Estás diciendo que me quedaré en tu habitación?

Ambos nos quedaremos aquí. —manifestó con emoción.

No creo que sea buena idea, dijiste que querías tiempo para acostumbrarte al concepto de nosotros dos.

¿Y qué mejor manera que dormir juntos? Severus, quiero platicar muchas cosas contigo, hablar hasta que el sueño nos venza y cuando abra los ojos tenerte a mi lado. Eso sería maravilloso.

Nuestro amor en cada mundoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora