Nuestro mundo nos espera

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Nota

Recuerden que cuando la historia se refiere a los personajes del segundo mundo sus nombres estarán escritos en cursivas.


Nuestro mundo nos espera


Cuando despertó, Severus sonrió al descubrir que Harry le observaba a su lado con una de sus más dulces sonrisas, una que, hasta ese momento, Severus no sabía cuánto había echado de menos. Sus ojos verdes, aun sin gafas, le observaban enamorados, y lucían una mirada sana y sinceramente feliz, lo que hizo que el Profesor sintiera que él también lo era.

Buen día, dormilón. —saludó Harry alzando su mano para peinarle el largo cabello oscuro.

Buen día ¿tienes mucho tiempo despierto?

Como dos horas. —reveló suspirando mientras sus dedos se dirigían a recorrer el rostro de su pareja—. ¿Sabes que la arruguita de tu entrecejo desaparece cuando despiertas? Es muy raro, antes me parecía que la tenías casi todo el tiempo.

No es porque haya despertado, es porque te vi a mi lado.

Harry rió, y su risa fue franca y cristalina, sin ningún rastro de dolor o pesadumbre.

¡Que galante puede ser usted, Profesor Snape!

Debo tener algún encanto si aun con reprimendas y castigos se enamoró de mí, Señor Potter.

¡Y como un loco!

Harry acercó sus labios para rozar los de Severus como un suspiro, luego volvió a buscar su mirada en tanto que sus dedos se entrelazaban con los mechones de su pareja.

¿Estás bien? —le preguntó con un tono formal.

Severus asintió y Harry volvió a sonreír.

Esta mañana he despertado nuevamente con mi Harry, he visto tus ojos brillar otra vez, como antes, no necesito nada más.

Y mientras tú estés bien, yo estaré bien también.

Harry se acurrucó lo más posible al cuerpo de su pareja, cerró los ojos disfrutando del aroma de Severus y de esa calidez que le hacía sentirse a salvo siempre.

Sé que hubiera sido asombroso tener un bebé contigo, Severus, pero también es asombroso que nos hayamos encontrado y estar juntos, para mí, eso es invaluable. Te quiero muchísimo.

Y usted lo sabe muy bien, Señor Potter que mi vida es suya. Te amo.

Los labios de Harry se estiraron en una sonrisa antes de aproximarse buscando el cuello de Severus besándolo mientras su rodilla rozaba sugestivamente la entrepierna de su pareja logrando arrancarle un gemido de placer.

Severus correspondió introduciendo su mano por debajo de la camisa de Harry acariciándole la espalda, pero justo cuando fue desplazándose hacia su trasero, unos golpes en la puerta les sobresaltaron.

¡No, no, no! —gruñó Harry irritado por la interrupción, a lo que Severus sonrió complacido, era confortante que su pareja no le huyera y ahora se mostrara contrariado por los golpes en la puerta—. ¿Y si fingimos que no estamos?

Severus no tuvo oportunidad de responder, los golpes se repitieron nuevamente.

¡Harry, sé que están ahí! —se escuchó la voz de Ron—. ¿Es que no escuchas? ¿Acaso pusieron hechizo de silencio?... ¿Porqué carajo pondrían un hechizo de...?

Nuestro amor en cada mundoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora