Capítulo 8.

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Iba a pasar.

Iba a pasar y no podía hacer nada para evitarlo. En cierto modo, lo había aceptado.

Tirada, en un suelo tan frío como limpio, a punto de ser violada por mi padre, a punto de perder algo que yo consideraba especial y que quería entregar a alguien, alguien como Luke, en un futuro.

El simple tacto de sus manos, me hacía sentir sucia. Ese era el poder que estaba ejerciendo sobre mí.

Estaba tumbada en el suelo, con mi padre encima.

En ese momento, en el que mi padre consiguió dejarme en ropa interior, comprendí que por mucho que gritara, nadie iba a oírme.

Así que me callé, resignada. Llorando y deseando estar muerta, pero callada.

No conozco a nadie que haya sufrido abusos sexuales por parte de su padre, pero no creo que después de esto yo pueda volver a ser feliz.

Escuchar sus gemidos y su respiración agitada solo me daban ganas de vomitar.

Dicen que en situaciones de peligro, el ser humano saca fuerzas de donde sea. Al menos en mi caso, era mentira, me sentía como si me hubieran tirado por un puente, no podía moverme ni hacer algo por pararle. Me quedé sin fuerzas.

Pero cuando mi padre luchaba por quitarme las bragas, sólo una imagen pasó por mi cabeza: la ventana abierta de mi habitación.

Así que, sí, en esa situación de peligro saqué fuerzas y seguí gritando, esperando que, por algún casual, él me oyera.

Intenté darle una patada en la entrepierna, y lo conseguí, pero me llevé otro puñetazo como respuesta.

Como Luke no venía, y tampoco tenía esperanzas en ello, pensé en alguna manera de que mi mente no sintiera lo que mi padre estaba a punto de hacer a mi cuerpo. Alguna forma de desconectar.

Así que pensé en algo o alguien que me hiciera feliz, y como tampoco tenía mucho donde elegir, Luke volvió a aparecer en mi cabeza, desconectándome como habitualmente hacía.

Él ha sido la única persona que se ha portado bien conmigo. No me ha abandonado, no me insulta ni me pega. No sé que mierdas habría visto en mí, pero él no huye, él se queda.

De un momento a otro, no sentí a mi padre sobre mí. Abrí los ojos y le vi.

Ahí estaba Luke, salvándome como de costumbre, pegando a mi padre.

Yo solo me hice una bola, juntando mis rodillas en mi pecho, y me solté a llorar.

Cerrando los ojos con fuerza, deseando que todo hubiera sido una simple pesadilla y a la vez agradecida de que Luke hubiera aparecido, como si tuviéramos telepatía.

No quería oír los gritos de mi padre o los insultos de Luke, así que como una niña pequeña, tape mis oídos con las manos y apoyé mi cabeza en mis rodillas.

-Vamos. -me dijo Luke ayudándome a levantarme del suelo.

Ni siquiera me importó estar semidesnuda a su lado.

Me abrazó y me ayudó a subir a mi habitación.

Como yo simplemente no reaccionaba, cogió ropa de mi armario y me la puso, con delicadeza, como si me fuera a romper en un movimiento no acertado.

Después cogió una mochila enorme y guardó casi toda mi ropa en ella.

-Ya conseguiremos lo demás. -me dijo sentándose a mi lado y sonriendo débilmente- Te vienes conmigo ¿vale?

The Neighbour // l.h #Wattys2015Donde viven las historias. Descúbrelo ahora