Capítulo 16.

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-¡Lauren! ¡Ya está el desayuno!- oigo nada más salir de la ducha.

Me puse mi albornoz y lo até a mi cintura. Debería vestirme para ir al salón, pero mi estómago me llevaba la contraria con sus ruidos de "quiero comer".

Así que sin mirarme al espejo, fui a la cocina donde estaba Luke con el desayuno.

-Buenos días- dije y le di un beso en la mejilla, pero él parecía embobado.

No le di importancia y me senté en uno de los taburetes altos y comencé a desayunar. Pero, dios, él seguía en otra dimensión mirando un punto fijo.

Seguí su mirada y me encontré...¿a mí? Sí, definitivamente me miraba a mí.

Su mirada pasaba de mi pelo mojado a la piel de mi pecho que quedaba desnuda con el albornoz finalizando en mis piernas, una de las cuales, totalmente a su vista hasta el muslo.

Instantáneamente ya podía notar el calor en mis mejillas, pero se sentía extrañamente...bien. No se sentía bien el hecho de que me viera así, se sentía bien el hecho de que me mirara así.

Y era extraño porque nunca me había sentido...así.

Nota metal: dices demasiadas veces "así".

-¿Luke?- pregunté alzando una ceja -Se te van a enfriar las tostadas- dije aguantando la risa.

-Sí, tostadas, tostadas...- contestó rápidamente pero volvió a dirigir su mirada hacia mí.

-Oye, ¿qué miras?- volví a hablar intentando sonar inocente como si no me hubiera dado cuenta. Él se puso rojo al instante, lo que era adorable, y quitó su mirada sobre mí.

-Yo... Perdona... Pero es que...wow- dijo con sus mejillas aún más rojas que antes -Si quieres vestir más sexy, deberías ir así, definitivamente. No, mejor no, otros chicos podrían verte.

-Bueno, si sé que causo este efecto en ti no me habría gastado el dinero en la ropa nueva- dije bromeando.

-Deberías llevar ese albornoz en casa más a menudo- contestó y yo volví a mirarle pícaramente -No a ver, porque tiene un tacto muy agradable, mal pensada- pronunció tocando la tela. Yo reí y me levanté del taburete, me acerqué a Luke por detrás abrazando su cintura.

-Deberías acostumbrarte- le susurré al oído y deposité un pequeño beso en su cuello.

Me separé y comencé a andar hacia la habitación, o al menos esa era la intención porque Luke vino corriendo detrás de mí, cogiéndome en brazos y cargándome hasta la cama.

-No puedes hacer eso y después irte- dijo besándome.

A ver, sé que no he besado a muchas personas (más bien ninguna) antes de Luke, pero ese hombre besaba terriblemente genial, y no creo que sea sólo cosa mía.

El único pensamiento que vino a mi mente en ese segundo fue que no llevaba absolutamente nada debajo de ese albornoz. Mentira, tenía mis bragas, pero a parte de eso, no, nada.

Para mi sorpresa, eso no me incomodaba. Ósea sí, no es como si sintiera la confianza como para quitarme ese albornoz, pero tampoco estaba "mal" con el hecho de estar en sólo un albornoz.

La tela era tan fina, que cuando el pasaba su mano por mi cuerpo, podía sentir el calor traspasándola hasta mi cuerpo.

Estuvimos así unos minutos, pero cuando su mano comenzó a subir por todo el largo de mi pierna, la sensación tan increíble que sentía se esfumó e intercambió por un miedo que no podía controlar.

Fue como si ya no fuera él el que me estaba tocando, era como si volviera a esa casa y mi padre estuviera encima de mí.

Ni siquiera saqué las fuerzas suficientes como para decir a Luke que parara, tenía el valor para quedarme quieta, me sudaran las manos y las lágrimas comenzaran a salir.

Estaba en shock, los recuerdos venían a mi mente y se me nublaba la vista. Como si Luke ya no estuviera en la habitación y estuviera sola con él otra vez.

Luke se dio cuenta casi a las milésimas de segundo, pero fueron unas milésimas de segundo muy largas para mí.

Era como un ataque de pánico, pero no tenía miedo de Luke porque yo quería hacer este tipo de cosas con él; tenía miedo porque de repente sentí que volvía a estar en esa situación y Luke no estaba para protegerme.

Él instantáneamente me abrazó y me pidió perdón miles de veces, pero él no tenía que lamentarse. Enterré mi cabeza en su cuello y aspiré su olor lentamente, haciéndome volver a la realidad poco a poco. Estoy con Luke y con él estoy a salvo.

-Perdóname por favor- me pidió al rato después de estar abrazados y cuando levanté la cabeza por fin, sus ojos estaban cristalizados, estaba realmente arrepentido.

-No hay nada que perdonar, pero es que por un momento ha sido como si no estuvieras en la habitación para protegerme- me confesé calmando mi respiración.

-Mi amor, yo siempre voy a estar aquí para protegerte- dijo y me atrajo de nuevo a su pecho.

Sabía que sus palabras eran verdad. Lo había dado todo por mí, me había protegido de todo y de todos y era la única persona en la tierra que amaba y necesitaba más que a nada.

Cuando me terminé de tranquilizar, me separé un poco de él.

-¿Cuáles son los planes para hoy?- le pregunté.

-Hoy es nuestra cita- contestó acariciando mi mejilla.

-¿En serio? ¿Y qué vamos a hacer?- le pregunté sonriendo.

-Sabes que soy malísimo en no destripar las sorpresas y como tampoco es gran cosa, te lo diré.

-Sabes que odio no saber cuáles son las sorpresas- dije riendo mínimamente.

-Lo sé, pues primero vamos a ir a comer a un restaurante, después vamos a ir a Haigh Park porque sé que amas pasear por allí y quizás luego veamos la puesta de sol en la playa, porque sí, soy así de romántico.

-Eres muy romántico- dije siguiéndole la pequeña broma.

-Y tú eres muy preciosa.

-Y a ti te encanta ver como me sonrojo- contesté rodando los ojos.

-Y a mi me encanta ver como te sonrojas- confesó.

-Y tú eres un idiota- contraataqué de broma de nuevo.

-Y como tú no nuevas tu precioso trasero no llegaremos a tiempo.

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Capítulo aburrido, lo siento.

Desearme suerte para mi examen de dibujo técnico de mañana •_•

2,7 K. Sin palabras.

Os amo.

-Mer☁️💞

The Neighbour // l.h #Wattys2015Donde viven las historias. Descúbrelo ahora