The Neighbour // l.h #Wattys2015

Capítulo 20.

Leer el cap con el audio de arriba para los feels.

Lo he dicho. Lo acababa de decir.

Bueno, lo he reconocido.

Le he dicho que estoy enamorada de él y está ahí, callado, embobado.

Y yo tengo miedo, mucho miedo.

¿Y si él no estaba enamorado de mí y lo he jodido todo, como siempre?

Su silencio le delataba, digo yo que si sintiera lo mismo ya lo hubiera dicho ¿no?

Genial, Lauren, la has vuelto a cagar. ¿Por qué nada me sale bien?

Y ya no era sólo el dolor de que él no siente lo que yo sí siento, sino que era la humillación, el cómo serían las cosas ahora. Yo no quería que nada de esto cambiara.

Dios, seguía ahí, mirándome, y yo ya no podía sostener más su mirada.

Yo pensé que me quería. No sé, vivimos juntos, pensé que habría por lo menos un mínimo sentimiento de cariño o si no, ¿por qué ha hecho todo esto?

Tranquila Lauren, te has enamorado y él no te corresponde, no puedes ser a la primera persona que le ocurre en el mundo.

Pero por favor, que diga algo, aunque sea que confirme mis sospechas, pero ya no aguanto con este silencio.

-No sé qué se dice en estas situaciones- rompí el odioso silencio y también la conexión entre nuestros ojos. No podía perderme en su azul ahora- Supongo que no hace falta que digas nada, está más que claro que no sient...

Y no pude seguir hablando.

No pude seguir hablando porque de repente me estaba besando.

Y eso me confundió aún más.

Juntó nuestras frentes, me miró a los ojos y por fin, le vi sonreír. Su dedo índice haciendo círculos en mi mejilla, ¿acaso yo me había equivocado?

-Eres una idiota si pensabas que yo no te amo- por fin, después de todo ese tiempo, habló y yo solté un largo suspiro que no sabía que estaba reteniendo dentro.

Y sonreí, sonreí como nunca antes.

Me quería, le quería, nos queríamos.

Mariposas y felicidad era todo lo que había en mi interior en este momento.

-Bueno, tu silencio no decía lo mismo- le contesté casi susurrando, sin querer separarme de él, ni un milímetro, por el resto de mi vida.

Y en vez de responder, me volvió a besar.

¿Recordáis cuando erais pequeños, te caías y te hacías una herida? Tu madre llegaba, la curaba, te hacía el "curita sana", sonreía al terminar, dejaba un beso en la herida y tú acababas de sentir el amor incondicional.

Ese beso fue así.

Fue el beso más lleno de amor que me habían dado en mi vida. La combinación perfecta entre amor y felicidad. Fue ese beso que te hace sentir de todo y nada al mismo tiempo y eso, eso es maravilloso. Fue ese beso que te hace sentir que está ahí, que él está ahí y lo estará siempre.

En mi estómago había un zoológico entero bailando y cantando felices la Macarena al unísono.

Y yo estaba preparada.

Estaba preparada para entregarle todo de mí, significara lo que significase, porque yo le amaba y él me amaba a mí.

Así que seguí besándole, le besé y pensaba hacerlo hasta el final de los tiempos, hasta el final de la tierra.