-¿Y por qué desea ordenar el traslado cuando tiene una beca para estudiar aquí en la Northwestern?
-Es cierto que esta siempre ha sido la universidad en la que quería cursar mis estudios superiores, pero debo irme- expliqué al decano de la universidad.
Había pasado una semana desde que dejé a Luke.
Una semana en la que cuando iba por la calle, tenía que morderme la lengua para evitar ponerme a llorar. Una semana en la que cuando estaba tirada en la cama, lo único que se escuchaba eran mis sollozos.
Una semana de mierda.
Sydney había hecho mucho por ayudarme, me dejó quedarme en su casa e intentó apoyarme todo lo que pudo. Recuerdo las dudas que tenía respecto a ella al principio, en cambio, ahora resulta ser una gran amiga a la que echaré mucho de menos.
Y es que miraba por la pequeña ventana y me di cuenta de que echaría varias cosas de menos, echaría de menos todo lo que no habrá en Melbourne. Porque sí, aún desde la pequeña ventana del avión, Sidney seguía siendo preciosa.
En estos días me he dedicado a llorar y arreglar papeleo. Ahora estudiaría en la Universidad de Melbourne, donde seguiré teniendo mi beca.
Recuerdo el gran abrazo que Luke me dio cuando en casa recibimos un gran sobre de la Northwestern diciendo que no sólo estaba aceptada, si no que se harían cargo de absolutamente todo el coste que suponga la carrera que escogería.
Ahora ya no quedaba nada de eso.
Quedaba una vida nueva, una ciudad nueva, una casa nueva, personas nuevas, universidad nueva y recuerdos viejos.
Limpié rápidamente las lágrimas que no pude contener antes de sonreír tímidamente al chico que se sentó en el asiento de al lado.
-¿Estás bien?- preguntó después de acomodar su equipaje en el compartimiento de arriba.
-Sí sí, no es nada- dije sorbiendo por la nariz.
-Soy Blake- dijo extendiendo su mano hacia mí.
-Lauren- respondí estrechándosela.
-Encantado. Y dime Lauren, ¿por qué vas a Melbourne?
Miré hacia abajo conteniendo las lágrimas de nuevo. Ha pasado sólo una semana, no será así siempre ¿no?
-Me mudo de ciudad, no me queda nada aquí...- dije encogiéndome de hombros. Por alguna extraña razón, Blake era un chico que sin conocerle te irradiaba confianza suficiente como para desvelarle tus secretos más íntimos.
-Vaya... Lo siento- contestó sincero.
-¿Tú por qué vas a Melbourne?- decidí cambiar de tema sino quería volver a llorar.
-Vivo allí- dijo sonriendo.
-¡Genial! Yo he alquilado un piso en Little Bourke St y no tengo ni idea de cómo llegar- reí ante mi idiotez, él no tenía por qué saber donde está eso. Es una ciudad demasiado grande como para saber el nombre de todas sus calles.
-¿En serio? ¡Somos vecinos!- exclamó sonriendo antes de que la azafata comenzara a hablar por los altavoces informando de que íbamos a despegar.
-¿De verdad? Eso es genial, al menos ya conozco a una persona en Melbourne- hablé cuando la azafata había acabado.
El vuelo fue de una hora y media, pero con la compañía de Blake fue como de diez minutos.
Al salir del aeropuerto y encender mi móvil, aparecieron en la pantalla llamadas y mensajes de Luke. Quise borrarlos sin siquiera leerlos, pero no tuve valor. Lleva haciéndome esto desde el primer día en el que me fui, y no sé si me dolería más que no me llamase, que se hubiera olvidado de mí por completo, pero era una tortura incesable que me recordaba constantemente que ya no estaba con él.
-¿Compartimos el taxi?- preguntó Blake.
-Claro- le sonreí mientras guardaba el movil en el bolsillo de mi pantalón y hacer como si nada hubiera pasado.
El viaje en taxi duró veinticinco minutos, pues estaba cerca.
Miraba por la ventana de nuevo y me entraron unas terribles ganas de llorar. Esto no era Sidney, estaba en Melbourne.
Bajamos del taxi y saqué un papel en el que tenía apuntada la dirección.
-¿Cuál es tu edificio?- me preguntó Blake.
Mire hacia la calle y el papel repetidas veces, pero era como un jeroglífico: no sabía dónde estaba.
-Déjame ver- dijo cogiendo el pequeño trozo de papel -No me lo puedo creer, tú eres la que has alquilado el piso de la señora McLaren.
-Eeh... ¿Qué?- pregunté sin entender nada.
-Somos vecinos, literalmente. Vivo en el piso de abajo al tuyo- dijo sonriente.
Entramos casi corriendo al edificio y al ascensor. Quinto piso, espero que este cacharro no se rompa nunca.
-Un día que te apetezca o te venga bien, quedamos para que te enseñe lo mejor de Melbourne. ¿Trato hecho?- dijo Blake al llegar a su piso extendiéndome su mano.
-Trato hecho- acepté la oferta.
El ascensor continuó su camino hasta el quinto, hasta mi nueva casa.
Cogí las llaves de mi bolso y abrí la puerta. Todo estaba igual que las fotos de internet, ya estaba amueblada, aunque aún así me parecía un poco vacía.
No se sentía como un hogar.
Fui hasta la que a partir de ahora sería mi habitación. Una cama tamaño king size, no está mal.
Abrí las puertas del armario y comencé a llenarlo con la ropa que había traído en la maleta.
Tampoco tenía tanta ropa, pero estaba guardando las camisetas cuando encontré una de Luke.
Me senté en la cama aún con la prenda en mis manos. Nada en mi vida me había dolido tanto como aquello. ¿Cómo era posible? ¿Cómo era posible que sintiera ese ardor en el pecho, ese inmenso dolor de cabeza que no me dejaba dormir?
Ni siquiera sabía por qué había metido esa camiseta en primer lugar. Para torturarme, quizás.
Inmediatamente me quité toda mi ropa y me coloqué su camiseta. Todavía olía a One Million, su perfume, lo que me hacía llorar aún más.
Definitivamente, quería torturarme.
Mi móvil comenzó a sonar otra vez, y no me hizo falta ver la pantalla para saber que era él. Por muchas ganas que tuviera de coger el teléfono y decirle que le amo, sabía que no debía.
Esta era mi nueva vida, y para comenzarla, debía decir adiós a la anterior.
Este capítulo me dan ganas de vomitar. Me quedó horrible, lo sé.
Lo he escrito como 15 veces y lo sigo odiando así que se quedo en esto.Gracias a Mariana_de_Doblas que me dio su opinión y me ayudo. Te quiero mucho mucho.
Tengo una noticia para ustedes: VOY A TRADUCIR UNA FANFIC. Se llamará "Profesor Irwin" y es un poco daddy *guiño guiño*
PREPÁRENSE PARA EL SIGUIENTE CAPÍTULO, EL FINAL.
Las amo💞
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The Neighbour // l.h #Wattys2015
Fanfic"-¿Quién eres? -Soy tu vecino. El que te mira por la ventana cuando llegas a casa y lo primero que haces es quitarte la falda del colegio porque no aguantas más ser alguien que no eres en realidad. -¿Cómo sabes tu eso? -Porque soy yo, tu vecino."