Táctica nueva

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Táctica nueva


Afortunadamente para Severus, Ángelo no le hizo ninguna pregunta cuando regresó a su lado y poco después descansaba en su cama, arropado por el mismo Severus, ninguno de los dos acudiría a dar sus clases ese día, así que el Pocionista permaneció al lado de su pareja mirándolo dormir luego de darle una poción para que repusiera sus fuerzas, aún entristecido mirando como se asomaba la marca por debajo de la manga de su pijama.


Ángelo no despertó en todo el día, y al atardecer, Severus alejó su vista de los deberes que revisaba y suspirando pensó en Harry, lamentando que las cosas no funcionaran para ellos... recordó el momento en que lo vio irse casi desmoronándose en sus brazos, el terror le invadió creyéndolo agonizando por su culpa.

Aprovechó que Ángelo no despertaría hasta la mañana siguiente para ir a la biblioteca como había estado haciendo en cada momento libre, buscó en todos los libros sobre Veelas, incluso aquellos de la sección prohibida, necesitaba encontrar una respuesta al hecho de que Harry aún viviera, y al amanecer creyó encontrarla en un viejo manuscrito. "No se puede engañar a la muerte, y mucho menos al orgullo del Veela, es su magia que nunca muere y no su corazón mortal la que resguarda su honor, cuando perciba la traición, la maldición se culminará"


Severus suspiró... "Tal vez no hubo tiempo, un beso no fue suficiente, y la magia de Abbatelli seguramente estaba concentrada en su presentimiento, cada vez que lo ha tenido deja todo por seguirme, se concentra demasiado en localizarme, su magia desvió su objetivo cuando me sintió en peligro y eso hizo que la amenaza abortara... no encuentro otra explicación, de todos modos sé que lo que ví en los ojos de Harry fue la sombra de la muerte... y no pienso volver a arriesgarlo".


Cerró el libro pensando que hubiera sido tan feliz si el tiempo se hubiera detenido cuando besó a Harry por primera vez, aquel fue el momento más hermoso de su vida, quizá el único, y lo guardaría en su corazón por siempre, sustituyendo a la esperanza que jamás renacería.


Más tarde, Severus sonrió al descubrir que la puerta del aula estaba sellada y daba toques eléctricos si alguien intentaba acercarse. Casi había temido que esas travesuras desaparecieran, pero no, ahí estaba él, sonriéndole disimuladamente, recargado contra la pared y observando pendiente lo que haría... no supo cómo se controló para no ir y comérselo a besos, lucía tan bello con su sonrisa de niño divertido.


Severus le correspondió con una casi imperceptible inclinación de cabeza y dibujando una pequeña floritura con su varita deshizo el hechizo fácilmente ante la mirada ceñuda del chico quien creyó tardaría mucho más en anular su sello mágico. Harry miró su varita con frustración, como si la culpara de no haber dado la potencia necesaria para divertirse un poco más, y tuvo que alejarse resignado hacia su aburrida clase de Historia de la Magia mientras veía con celos como los alumnos de cuarto año entraban a su clase de Pociones.

Severus aprovechó que le daba la espalda a sus alumnos para sonreír, sentía un gran alivio, no tenía ninguna duda de que aquella pequeña broma era la forma de Harry para decir un "lo siento" que jamás saldría de sus labios

Suspiró entristecido el sitio ahora vacío, desde donde Harry presenciara su pequeña travesura. "Deseo con todo el corazón que también sea el primer paso para que superes tu rencor"


Al llegar la tarde, Harry iba caminando con las manos en los bolsillos hacia el comedor. Ron y Hermione habían desaparecido misteriosamente aunque ya se sospechaba que ahora estaban muy ansiosos de pasar tiempo, juntos y solos. Gruñó e intentó volver sobre sus pasos cuando descubrió a Ángelo caminar en sentido contrario al suyo en un pasillo desierto, sin embargo, el profesor le llamó y no tuvo más remedio que detenerse a esperarlo.

Enfermo de amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora