Salimos de esa casa y solo puedo tener mis ojos cerrados por la fuerte presión de mi cabeza. Siento que en cualquier momento voy a desmayarme pero no puedo hasta saber que estoy a salvo. Miro mi camisa y veo que esta manchada de sangre por mi boca y nariz y mis piernas desnudas están con moretones y con rayas rojas por los correazos.
-Mierda-exclama Matt al ver mi estado y saca una servilleta de la guantera para después pasármela pero yo lo único que hago es mirar su mano estirada. Mis brazos ya no responden y solo estoy viendo todo el panorama por la ventana del carro. Quizas Leo tiene razón y parezco como que si estuviese drogada pero todo a sido a causa de Matt.
El trayecto es de 10 minutos más y en todo este tiempo solo he podido sentir como la sangre sigue saliendo de mi nariz. La blusa que tengo esta en la mayoría manchada y algunas gotas ha pasado a mis piernas.
Cuando llegamos siento mi cuerpo pesado pero trato lo más que puedo de salir del carro, primero abriendo la puerta y después de salir pero mis piernas flaquean y caigo directamente al suelo, haciendo que mis rodillas se golpeen para después sangrar pero ya no me quejo por el dolor. Matt se acerca a mi y maldice.
-Melanny-me dice y intenta cargarme pero lo detengo porque quiero hacerlo yo misma. Me paro apoyándome del carro y logro ponerme de pie, camino lentamente hacia la casa con la mirada de Matt puesta en mi en todo momento. Llego a la casa y quiero pasar directo a la cocina pero Matt me toma del brazo. Mis instintos anuncian alerta cuando lo veo imponente ante mi. El toma mi otro brazo y siento su aliento en lo que se pueda decir cara. Mis piernas están a punto de caerse pero mi mente les dice que aguanten un poco más.
-¿Quieres un poco de agua?-me pregunta preocupado.
Mi cuerpo se tensa y se recoge en modo de protección pero no me deja puesto que Matt los tiene sujetos.
-A...jam-le digo y puedo ver cómo sirve un vaso con agua para después dármelo. Siento el agua recorrer mi garganta con el sabor metálico de mi sangre pero es lo único que me alivia en estos momentos.
Escucho a Matt maldecir así que me detengo para dejar el vaso en el mesón y dirigir mi mirada en mis rodillas.
-Voy a curarte, ¿si?-
-Y..Yo puedo hacerlo-
-No te dejare sola esta vez- me dice y mi corazón se aprieta por sus palabras pero ya es demasiado tarde.
-S..si lo harás-le digo firme sin mirarlo a los ojos.
-Quédate quieta-me dice y se acerca mi con la intención de cargarme así que solo puedo no poner resistencia para que todo sea más fácil.
Cuando subimos al cuarto me sienta en la cama para después dirigirse al baño y sacar un algodón con agua oxigenada. Se arrodilla frente a mi y aplica el algodón en mis rodillas pero yo lo detengo alejando mis rodillas.
-Melanny, déjame ayudarte por favor.-me suplica y yo pongo a disposición nuevamente mis heridas para que el las cure. Cuando termina de hacerlo en mis rodillas prosigue con mi nariz y boca.
-M...me duele-le digo cuando aprieta el algodón en la zona de mi nariz. Siento mi cara hinchada y mi cabeza a punto de explotar.
-¿Que te duele?-me pregunta asegurándose que lo mire a los ojos.
-L...la cabeza-le digo un poco bajo y el toma delicadamente esta parte de mi cuerpo para acostarme en la cama.
-Esta bien, te voy a traer una pastilla-me dice un poco calmado. Pero se que su cuerpo está tenso. Se distancia de mi cuerpo para pararse e irse por la puerta pero antes de que lo haga lo llamo.
-M...Matt-lo llamó un poco bajo.
-¿Si?-dice para después girarse y verme con cara de preocupación.
-T...tengo miedo. N...no quiero d...dormir-le digo para que me escuche con mi voz quebrada. Es triste que la preocupación sea por el. Siento miedo de que cuando esté dormida termine por llamar a quien sea para que se aproveche de mi, de que les diga otra vez que pueden hacer conmigo lo que sea porque a él no le interese mi bienestar.
-No te va a pasar nada. Quiero que estes bien.-me dice tranquilo pero en su rostro veo tristeza.
-N...no es cierto-digo y lo miro por dos segundos a los ojos para después dejarlos caer en mis manos y quedarme así sin esperar que se moleste por lo que acabo de decir.
-Si lo es-me dice cortante y en un tono molesto.
-No-le digo muy bajito, casi que susurrando.-M..me vas a entreg...-el me calla con sus manos en mis labios antes de que pueda decir algo.
-Nunca más-
-M...Matt-le digo para llamar su atención.
-¿Que pasa?-me dice preocupado.
-Pasado mañana, t...tengo que irme-le digo en modo para que no se sorprenda el día en que me vaya y nunca regrese a este infierno.
-Puedo ir contigo-me dice y yo salto en alerta por esa propuesta.
-No....n..no creo que sea buena idea-le digo un poco alarmada.
-Es que acaso quieres estar sola-me dice un poco alto en lo que yo bajo la mirada y mis manos comienzan a temblar.-O es que acaso quieres estar con todo hombre que se te cruza en el camino como la zorra que eres?-me dice y no puedo creer lo rápido en que su humor ha cambiado. Quizás debe ser por el estrés, o es lo que mejor lo explica.
-D...dijiste que no estábamos c...casados-le digo de modo de que el se de cuenta el grado de cinismo al decir que no soy nada para el y que puedo hacer lo que yo desee ahora.
No menciono ni una sola palabra más y Matt solo se dedica a verme de pies a cabeza fijándose directamente en mis piernas desnudas. De un momento a otro el me agarra rápidamente de mis caderas para que queden alado de las suyas y suelta un espacio de mi cuero para agarrarme de la espalda baja empujándome hacia su cuerpo. Cuando esté tiene ese control de mi cuerpo saca su mano de mi otra cadera para apoyarse en mi cuello y apretar un poco.
-¿No te gusta esto?-me dice de una manera seductora pero yo lo que quiero es que me suelte.-Sabes, nunca te he cogido fuerte, quizás pueda intentarlo para ver que se siente y así me puedas querer-me dice y yo produzco una expresión de pánico que creo que voy a gritar de la desesperación.-¿No estás de acuerdo?-me pregunta mirándome a los ojos mientras su mano se va deslizando hasta mi pecho.-TE PREGUNTÉ SI NO ESTÁS DE ACUERDO-lo dice gritando y mi reacción es irme hacia atrás pero su mano no me lo permite y solo cierro los ojos por el susto de sus gritos.
-¿P..puedes soltar...-no me deja pronunciar la siguiente frase porque su mano nuevamente va hacia mi cuello. Quizás no le importe los moretones que me ha dejado su mejor amigo pero estos hacen que el dolor se intensifique más aunque el agarre no sea tan brusco.
Mis ojos se sienten pesados y mi cuerpo se desliza en los brazos de Matt. Me siento agotada y destrozada y quizás mi mente me traiciona por la falta de oxígeno. Mi cabeza esta recostada en la cama ahora y mi cuerpo está en un modo muy cómodo y que hace que mi sueño se intensifique y ya no pueda resistir más.
-Melanny, NO-escucho los gritos de Matt de fondo pero yo no le hago mas caso y dejo que mi sueño siga.
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Despierto pero no abro mis ojos, pues estos me pesan por el cansancio. No se cuanto he dormido pero tengo que despertarme lo más rápido que pueda para poder irme del país y seguir mi sueño.
Lagrimeo un poco por la luz pero logro abrir un diez por ciento mis ojos para después de un minuto abrirlos por completo. Veo la habitación de la casa y todo está tranquilo. La Paz que se respira es mucha y tal vez esto es lo que he querido en los últimos meses, despertar sin el miedo a que Matt me trate dependiendo de cómo estén sus ánimos.
Mi paz no dura mucho, pues lo veo cruzar la puerta y viéndome de pies a cabeza. Su rostro se suaviza al verme despierta y se dirige a mi. Mi pánico se despierta y siento mi cuerpo caliente por los nervios.
-Melanny, despertaste. Te tuve que suministrar una pastilla del dolor de cabeza. Te cure todas tus heridas.-me informa como si se tratara de un doctor. Asiento pero lo que le quiero preguntar es que hora es.
-¿Q...que hora es?-le pregunto con mucha dificultad, puesto que no he tomado agua.
-Has dormido 17 horas. Son las 11 de la mañana.-
-T...tengo que i...rme-intento levantarme pero mi cabeza y cuello no me dejan.
-Tranquila, llamó tu profesor. Dijo que por problemas de cambio de orquesta el viaje se retrasó un mes-me dice tranquilo pero siento que algo anda mal. Por una parte siento alivio de que ni mi maestro ni nadie del vuelo me vea en estas condiciones pero también siento ansiedad por sentir que me está mintiendo.
-N...no-le digo firme con un puchero de desacuerdo y con lágrimas en mis ojos apunto de caer.-N...no te c..creo-le digo y por primera vez establezco una conversación sin verlo a los ojos.
-Puedes llamarlo, no miento-me dice y acerca mi teléfono casi destruído a mi mano.
Poco a poco marcó el número de mi maestro y escucho el timbre de espera. Al tercer sonido me atiende mi maestro.
-Hola Melanny, te escucho-me dice mi maestro muy calmado.
-M..mi esposo, mmm Matt me dijo que se canceló el viaje-le digo muy tímida pues siento la mirada de Matt en mi.
-Si, yo le expliqué el asunto a tu esposo. Al parecer estabas descansado. Queda para el próximo mes Melanny, te sugiero que practiques. Al parecer los estudiantes que residen en la universidad están peleando por el puesto y no dejarán que vengan alumnos externos. Quieren hacernos una prueba de ingreso. Nunca se había hecho antes pero como te dije los puestos de la sinfónica están peleados-me dice y siento un gran alivio porque la noticia que me dio Matt es verdad y por el anuncio de el maestro.
-E...Esta bien. Muchas gracias Maestro. Lo tendré en cuenta-le digo amablemente.
-Oww, y quieren escucharnos en dúo. Sugiero que la próxima semana vengas ya practicando la última canción que les ofrecí-me dice y estoy ansiosa por tocar esa cancion, puesto que me gusto mucho.
-Listo, la próxima semana nos vemos. Pase buen día-le digo en modo de despido y el también lo hace para finalmente cortar la llamada.
Veo mi teléfono y luego lo apago. Mis manos tiemblan por la presencia de Matt aún en el cuarto pero hago que esto no me controle totalmente.
-¿Tienes hambre?-me dice y yo niego con la cabeza. Mis ojos están puestos en mis manos y dejo que esto siga asi. No miento cuando digo que no tengo hambre. Quizás no he comido bien en 2 días pero aún asi no tengo ni las ganas ni la fuerza para comer. Quiero solo descansar todo el día para comenzar a tocar mi violín y asi dar una buena presentación en la
Sinfónica de New Jersey.
-¿Algo que quieras que te traiga?-me pregunta una vez más pero yo hago el mismo movimiento de cabeza de antes.
Me acuesto suavemente en la cama prometo apoyando mis manos y luego mi cabeza. Ya no me duele pero la presión que hago hace que me de unos ligeros temblores por el escozor.
Matt se va después de eso y siento alivio, intento relajarme y poder dormir lo que resta del día, me alegra que no me esté molestando por alguna dolencia que tenga y que no me diga cualquier noticia que me desagrade de sus peleas y asuntos que tenga por completar. Al cabo de dos minutos siento mucho sueño y lo próximo que hago es dormir.

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Esposo violento
RomanceMel es una música dedicada a tocar para la orquesta y su esposo Matt es el mejor boxeador de todos los tiempos. Los dos se enfrentarán al destino cuando una mentira llegue a sus vidas.