Capitulo 20

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Despierto cansada y cuando veo la ventana, observo que aún está oscuro. Recojo mi celular que está a un lado de la cama y veo que son las 5:15 am. Mi sueño desaparece por completo y veo que Matt no está ni en la cama ni en el cuarto. Hago mi esfuerzo para levantarme de la cama a pesar de mis adoloridas piernas y cuando lo consigo voy fuera de la habitación para prepararme algo de comer. Mi estómago ruge por comida por la falta de suministración en los últimos casi 3 días. Avanzó a bajar las escaleras de manera lenta y pausada para no causar más daño a mi cuerpo. No puedo movilizar mucho mi cuello a pesar de que el último agarre de Matt haya sido no tan brusco. Cuando llego al último peldaño dejo caer un suspiro y camino hasta la cocina. Sin embargo, veo una luz encendida en el cuarto de entreno de Matt y escucho golpes, es entonces cuando me doy cuenta de que Matt está  practicando en esta casa y eso me pone alerta. Ojalá que esté demasiado cansado como para dejarme en paz en este momento.
Sigo con mi objetivo y saco unos panes y mortadella para hacerme un sanduche. Quizás con eso logre llenarme por el momento. También saco el sartén y comienzo a preparar mi comida. Cuando empiezo a freír la tostada escucho la puerta ser abierta y unos pasos acercándose. No quiero voltear a mirar y sigo en mi acción.
-¿Que estás haciendo?-me pregunta con su voz de agitado y cansado.
-N...nada-le digo aún sin mirarlo y dando vuelta a la tostada.
-Si tenías hambre solo debías decírmelo-me dice y se acerca hasta quedar a mi lado, escucho su respiración fuerte y siento que me voy haciendo chiquita por su cercanía.
-N...no, e...estoy bien-le digo haciendo pequeña y saco la tostada del sartén para luego ponerlo en un plato e irme de ese lugar para el cuarto.
Cuando estoy subiendo las escaleras escucho la voz de Matt.
-¿Porque vas arriba?-me pregunta y se para firme enfrente del inicio de las escaleras.
-P...para comer-le respondo viendo mi plato con la tostada y sigo subiendo las escaleras de espaldas.
-Ese no es lugar para comer-me dice y no lo quiero decir pero se parece mucho al que me cuesta decir padre.
-P...puedo comer dónde s...sea-le respondo muy tímida y sigo subiendo otro escalón.
Su cabeza se mueve de lado a lado en modo de desaprobación.-Baja ahora mismo-me dice autoritario y yo me quedo parada sin hacer nada por la orden que acaba de darme.
-N...no-le digo en voz baja mirando hacia sus pies.
-Melanny, baja-me dice ahora un poco más alto.
Subo el último escalón y voy directo al cuarto para encerrarme, cuando estoy por cerrar la puerta el pie de Matt me lo impide y se me cae el plato de las manos asustándome por el golpe.
-No...-murmuro y tengo a Matt al frente mío.
Me agacho para recoger los trozos de vidrio esparcidos en el piso y sin querer me corto con uno de esos mi dedo, haciendo que sangre al instante. Sollozo bajo por la cortada pero sigo
recogiendo el resto.
Matt se agacha en un instante y me ayuda, pero no pasa ni un segundo para ver mi dedo cubierto de sangre por el corte.
-Mierda, MELANNY. Todo esto es por no escucharme.-dice fuerte casi gritando y mis ojos se empañan de lágrimas.-Déjame tirarlo-me dice firme y recoge el resto de vidrios que tenían mis manos. El se va directo al baño a botarlos y regresa a mi para después agarrarme fuerte de la mano.
-No vuelvas a hacer eso-me dice y me mira. Sin embargo yo no lo volteo a ver.
Me toma de las manos y me lleva a la cama para después acariciarme el rostro.
-Melanny, estoy cansado-me dice y después se acuesta alado mío.-Ven alado mío.-me dice y yo no sedo.
-T...tengo hambre-le digo suave mirando la pared.
-Mierda, si-me dice y se acomoda en la cama para después pararse e irse por la puerta sin antes decirme algo.
-Te preparare comida-
Yo solo asiento y me siento en la cama esperando que me haga de comer. Siento la necesidad en hacer mis maletas e irme de aquí, de este lugar que me atormenta. Solo estoy esperando que el ya no esté para poder hacer al fin mi cometido.
Después de 20 minutos escucho las pisadas de Matt y lo veo entrar al cuarto con un plato cargador de un sándwich de mortadella.
-Aquí está-me dice y yo solo recibo el plato.
-Creí que no debía comer aquí-le digo y me siento a comer.
-Melanny, no me hagas enojar-me dice tenso y serio y yo solo le digo que esta bien.
Pasó los 15 minutos comiendo lo que Matt me preparó y dejo el plato a un lado de la cama.
Voy al baño para curar mi herida de la mano y ponerme alguna crema cicatrizante. Cuando abro la puerta Matt me pregunta que voy a hacer y le muestro mi mano.
-Deja que te cure yo-me dice y se acerca hacia mi para luego entrar conmigo.
-No es necesario-le digo cuando agarra mi mano. Intento quitarla pero él me agarra muy fuerte de está haciendo que me duela.
-Dije que yo lo hago, carajo-me dice fuerte y un poco alto haciendo dar un mini salto y dejando mi mirada por los suelos al igual que mi autoestima.
Entramos al baño y el agarra mi mano para después abrir la llave del lavamanos y mojármela con el agua. Suelto una lagrima y la limpio con mi otra mano. Sin embargo Matt se da cuenta de esta acción.
-¿Y ahora porque lloras?-me dice como si he hecho algo que lo cansara puesto que tuerce los ojos hasta el techo.
-H...ha sido mucha...-paró al instante en cuanto cierra la llave y me mira directamente a la cara pero mi mirada aún no ha subido a su altura.
-¿Ha sido que?-me dice y la distancia con su cuerpo disminuye conmigo poniéndome nerviosa y aumentando mucho más el miedo.
-V...violencia-le digo por fin y suelto otra lágrima que cae directo a mi blusa.
-No es mi culpa que tenga que enseñarte como ser una buena mujer y esposa-me dice y el tono es brusco y soez.
-¿Que?-le digo muy bajo pero sorprendida por lo que me acaba de decir. Nunca me he considerado una mala esposa. Soy buena con el, nunca le he gritado, nunca le he pegado, trabajo, hago comida y estoy puesta para él. Bueno, eso era mucho antes de lo que ha pasado últimamente. Quisiera que sea como antes pero esta muy lejos de serlo.
-Eres malcriada, no me dices lo que estás haciendo y estoy seguro de que me engañas con el imbecil de tu profesor, ¿eso es verdad o no?-me dice alzando la voz en cada palabra.
-No-le digo alto y por fin lo miro a los ojos para después ver cómo su cuerpo se aleja y alza su mano hacia mi rostro, grito en un sollozo y lo único que puedo hacer para defenderme es cerrar muy fuerte los ojos y apegarme a la pared que está a 2 milímetros cerca de mi. Sin embargo, el golpe nunca llega.
-El miedo es lo único que logra educarte a ti-me dice y abro los ojos mirando mi torso. Escucho una pequeña risa de su parte y se aleja unos centímetros de mi. Creo que me casé con el mismo hombre que piensa igual que mi padre. Siento que caí en el mismo círculo vicioso que nunca he podido salir y me siento completamente miserable de solo pensar que nunca podré avanzar y ser como otras chicas que se revelan ante la mínima falta de respeto de cualquier hombre. Siempre he querido ser como ellas, lo malo es que pensé que al estar con un hombre fuerte terminaría siendo una. Lo que no sabía es que este hombre solo me hace más y más débil.
-Lo que nadie me dijo es que verte con miedo me excita demasiado-me dice y mi rostro palidece por lo que acabo de escuchar, mi piernas flaquean y mi garganta se seca. Cuando estoy por reaccionar Matt me agarra muy fuerte del brazo sacándome del baño y parándose de frente a la cama para después lanzarme boca arriba, veo que se quita su camisa y muy seguido su calentador mientras yo me encojo en mi lugar. Se lo que viene y se que viene después si no coopero. Se que un día le dije que no quería esto y él me prometió no volver a hacerlo pero también se que él siempre rompe sus promesas y no le importa a que costo.
Se dirige hacia mi y rompe mi blusa haciéndome daño en el pecho por la presión de sus dedos para después quitarme todo el resto de mi ropa. Mi mirada se pierde con mis pensamientos al recordar que no estoy excitada y que por eso lo más seguro es que me lastime y sangre otra vez, llevándome de nuevo al ginecólogo y recetándome más medicamentos.
Matt se acerca y empieza a morderme mis pezones sin antes avisarme por lo que sólo puedo moverme del dolor pero me detiene del cuello haciendo que mi respiración se contraiga. Mis sentidos duelen en todo su ser y mis ojos están inundados como el mar pero no emito ningún sonido de mi boca. Mi mente al estar en contra no reacciona cuando el deja mi cuerpo para después acercar su miembro en mi entrada y no me da tiempo de respirar cuando entra de una sola estocada en mi vagina. Abro la boca sin emitir ningún sonido y Matt hace un gruñido por la acción, se queda un rato quieto para después verme a mis ojos rojos y aguados y moverse a una velocidad moderada. Su cara se encuentra con la mía y trata de besarme pero yo me volteo haciendo que esté se tope con mi mejilla.
-Bésame-me dice autoritario y para con sus movimientos para después volver a acercarse a mi pero yo hago la misma acción que antes. Al ver que no le respondo acerca su mano a mi mejilla en una cachetada. Mi rostro se voltea con mi pelo y en esa posición es donde me quedo. Siento el líquido de mi sangre bajar por mi nariz ya que el golpe fue cerca de este. Quizás mi rostro esté muy débil para con solo una cachetada ponerse a sangrar. Matt se aleja de mi rostro para tomarme por las caderas y moverse muy rápido y brusco, mis respiraciones son entrecortadas y muerdo mi boca para no quejarme del dolor.
Continúa por 3 minutos más y siento su líquido derramarse en mi estómago. Su cuerpo se aleja del mío y siento su mirada por unos segundos para después alejarse hacia el baño.
Me quito el pelo de mi cara y limpio la sangre de mi nariz, reviso mi mano y esta sangrando por la presión que hice con las sábanas sin querer.
Estoy perdida viendo un punto fijo del cuarto cuando me asusto por ver parado a Matt de nuevo, mi cuerpo tiembla pero se me acerca con papel higiénico para ubicarlo en mi estómago y limpiarme su semen. Me toma del brazo y me sienta pero sollozo fuerte cuando siento el rose de las sábanas pasar por mi vagina que está sensible y quizás sangrando.
-Ve a bañarte-me dice firme y espera a que yo me paré de la cama y haga lo que me dice pero hago lo contrario y solo me quedo sentada en la cama hasta acostumbrarme al dolor.-Que te muevas-me dice más alto y salto del susto. Me acomodo en el filo de la cama para pararme pero al momento de intentarlo mis piernas están muy débiles que hace que me caiga.
Pongo mis manos en el suelo y trato de pararme lo antes posible.
-Eres una inútil-me dice en un tono frío y de desprecio. El se agacha hasta mi altura y agarra mi mentón para subirlo y ver su rostro.
-Voy a enseñarte muchas lecciones cómo estás-me dice murándome a los ojos y ya no puedo más. Quizás le digo algo que me arrepentiré toda mi vida pero es lo único que lo vaya a parar o eso creo.
-Eres igual que él-le digo lo más avergonzada que nunca he estado y luego miro sus ojos.
No lo veo venir pero si puño se instala en mi mejilla y yo caiga por completo al frío suelo. El golpe fue muy cerca del ojo por lo que veo negro por unos instantes y este se mantiene cerrado.
-LO SABÍA- me grita para luego sentir su pie golpeando mi estómago y yo toso en modo de respuesta por la falta de oxígeno en mis pulmones. Siento otra vez su pie y es cuando decido hablar.
-Deténte-le digo en modo de súplica.
-¿Igual a quien?- lo grita. -¿IGUAL A QUIEN?- y su pie impacta de nuevo en mi estómago.
-M...mi papá-le digo con un último suspiro de derrota, pues mi cuerpo no reacciona más.
Siento el tiempo lento y espacio muy pequeño, siento que mis respiraciones se entrecortan y mi cabeza abandonando el lugar para irme al cuarto testigo de todos mis castigos ejercidos por el hombre que me golpeaba de pequeña. Este instante se congela una vez más por la pequeña palabra que pronuncia Matt al escuchar esto.
-¿Que?-

Esposo violento Donde viven las historias. Descúbrelo ahora