-Code Red

1.3K 142 6
                                    

—Max, Max, ¿me escuchas? Tenemos un código rojo.–Decia Lucas atravez del walkie-talkie–.Repito, tenemos un código rojo.

Luego del incidente en el castillo Byers, Will le había contado a sus amigos todo lo que había pasado.

Había omitido ciertos detalles, por ejemplo: la constante sensación de sofocamiento, la necesidad de toser, la extraña picazón en su garganta cada que veía a Mike y a once juntos, el capullo en el lavabo, las flores en el castillo.

—Cierra la boca.–habló la pelirroja molesta, la habían despertado de su sueño. Apagó el aparato y se dispuso a dormir nuevamente.

—Lo apagó.–mencionó Lucas volteando a ver a Mike.

Los tres chicos estaban sentados en el sofá del sótano de los Wheeler.

Hubo un corto silencio y a Michael se le ocurrió una idea, no importaba lo que pasara, necesitaban hablar.

֙⋆    ་    ᳝   ◝     ˚

El teléfono del cuarto de Max sonó, despertando a la pelirroja y a la castaña.

Once se había quedado con Max para hacer una pijamada.

—Agh, debes estar bromeando.–bufó la de cabellos color fuego.

Se levantó apresuradamente y caminó hacia el teléfono.

Era impresionante el nivel de insistencia de Mike y Lucas.

—Estoy duermiendo, basta.–Mencionó la chica luego de pegar el teléfono a su oreja.

—Soy Mike, no cuelgues.–Pidió el chico, sonaba un tanto preocupado–.Algo pasó, algo malo. Nuestras vidas están en peligro.

Max solo escuchaba atenta, las palabras de Mike la habían confundido un poco.

—¿De que estas hablando?

—Vengan a mi casa, les explicaremos todo.–Contestó Michael para después colgar el teléfono.

Necesitaban reunir al grupo lo más antes posible.

—Vuelve a llamar a Dustin.–Pidió el pelinegro mientras miraba a Lucas.

Will solo los miraba en silencio, le impresionaba la calma con la que intentaban actuar sus amigos.

—No responde.–Argumentó el moreno.

—Intenta otra vez.–Exigió Mike suavemente, necesitaban saber donde diablos estaba Dustin.

El moreno soltó un suspiro y comenzó a llamar a el chico Henderson de nuevo.

—Dustin, ¿me escuchas? Tenemos un código rojo, repito, un codigo rojo.

—Dustin, ¿me escuchas? Tenemos un código rojo, repito, un codigo rojo

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

—Al principio, no pensé que fuera nada. Es decir, creo que simplemente no quería creerlo.–Explicaba William mientras todos posaban su atención en él. Guardó silencio un momento y tragó saliva–.Cuándo fuimos al cine, lo sentí por primera vez.

—También hubo un apagón esa noche.–Mencionó Mike, ahora todo tenía sentido.

—Y luego, lo sentí otra vez en ese campo cerca de la granja Nelson al día siguiente.–Byers hizo una pausa mientras recordaba–.Y de nuevo, ayer afuera del Castillo Byers.

Recordó todo lo que había sucedido, incluso las flores.

El chico dudó un momento en contar lo de su "problemita" con los tulipanes, pero tenía que darles una explicación a sus amigos.

—Antes de eso, sentí una extraña necesidad de toser.–Trago saliva y bajo la mirada a sus manos–.Ya había pasado antes, cuando ce, Mike y yo habíamos ido a la pista de patinaje... solo que ese día no ocurrió nada. Ahora fue diferente, terminé escupiendo pétalos de flores.

Todos quedaron sorprendidos ante la confesión.

—¿Cómo se siente?–Preguntó la pelirroja con curiosidad.

—¿Saben como se siente una montaña rusa?–cuestionó el castaño mientras jugaba con sus manos.

Todos asintieron excepto once.

—Es como... si todo dentro de tu cuerpo se hundiera de repente, pero...–hubo un corto silencio mientras Will buscaba las palabras adecuadas para explicarlo–.Esto es peor, tu cuerpo se enfría y no puedes respirar... lo he sentido antes, cuando él estaba cerca.

—¿Cuándo quién estaba cerca?–Preguntó Max confundida.

—El Desuellamentes.–Afirmó William mientras la miraba. Bajó la vista al suelo y prosiguió–.Lo mismo pasa con las flores, siento como si algo me hiciera presión en el pecho y no me dejara respirar. Luego, mi garganta pica y la necesidad de toser incrementa.

Max frunció el ceño, nunca había escuchado algo parecido en ningún lugar.

—Yo cerré el portal.–Afirmó once con suavidad.

—Lo sé pero, ¿y si nunca se fue? ¿Y si está atrapado, aquí con nosotros?–Cuestionó el castaño mientras miraba a once.

Blue and Yellow ; Byler AUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora