‐The Bite

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La calma fue interrumpida por un cuarto tentáculo entrando por el techo, yendo directamente a la pierna de once y levantandola con fuerza, intentando sacarla de la cabaña.

Mike corrió a ayudarla, tomándola de los brazos y evitando que el Desuellamentes se la llevara.

Al darse cuenta de que Mike no podía solo, Jonathan y Max se unieron para ayudar.

Once soltaba gritos de dolor. El Desuellamentes tenía los dientes de uno de sus "tentaculos" adherido a su pierna, cada que tiraba de ella hacia arriba era una agonía.

William también se unió en la ayuda a once, por más que la envidiara y odiara que ella fuera el tema de conversación siempre, era su hermana y la quería.

Su garganta dolió un poco.

Nancy recargó la escopeta y le apuntó a la cabeza de la bestia.

Disparó varias veces, sin resultado alguno.

Al ver esto, Lucas tomó el hacha que minutos antes llevaba Jonathan y comenzó a golpear a la bestia mientras Nancy disparaba.

Al cabo de un rato, partió el tentáculo por la mitad, haciendo que todos cayeran al suelo de golpe.

Mike se levantó y pudo ver como una parte del tentáculo aún seguía adherido a la pierna de once, casi como si de una sanguijuela se tratara.

La tomó con fuerza y jaló de ella, liberando la pierna de la chica y haciéndola soltar un agudo grito de dolor.

Solo habían pasado unos segundos, pero el Desuellamentes seguía en pie y once sabía que era la única que podía detenerlo.
Tomó valor y se fue poniendo de pie lentamente, guardando sus fuerzas para el gran golpe. Miró al Desuellamentes con odio y levantó ambos brazos, soltando un grito y partiendo la cabeza de la bestia por la mitad.

Tan pronto como sucedió, Jonathan se puso de pie y la pandilla se abalanzó hacia la puerta, quitando las cosas que minutos antes habían puesto y corriendo lo más rápido que pudieron hacia el auto de Nancy.

Debían escapar de la bestia lo más rápido posible.

Nancy rompió el vidrio de la puerta del supermercado con una piedra

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Nancy rompió el vidrio de la puerta del supermercado con una piedra.

Debían curar la herida de once o moriría desangrada.

Nancy tomó algunas gasas y un bote grande de alcohol. Se arrodilló frente a once y descubrió la herida de la chica, haciendo una mueca de dolor.

Comenzó a abrir la bolsa de las gasas, siendo detenida por Max.

—¿Qué haces?-Cuestionó la menor.

—Voy a limpiar la herida.–Respondió la mayor.

—No, primero hay que detener el sangrado, limpiar, desinfectar y, al final, vendar.–Habló la pelirroja. Todos se quedaron callados, sorprendidos por el conocimiento de la chica–.Yo patino, confíen en mi.

Max le pidió a Mike que sostuviera una gasa para parar el sangrado de once. Cuando la chica sintió la presión, soltó un quejido. Mike solo la tomó de la mano en señal de apoyo.

Y Will dio dos pasos atrás, para alejarse.

—Necesitamos agua y jabón.–Pidió la pelirroja. Nancy y Jonathan se levantaron apresurados a buscar las cosas que necesitaba la chica.

Lucas tomó su mochila y la vació en el suelo, no había nada más que unas cuantas gomitas sueltas, una linterna, su Walkie-talkie, una resortera y unas cuantas piedras.

—¿Algo de esto ayuda?–cuestionó el chico. Max negó, pidiendo una toalla y un tazón.

Blue and Yellow ; Byler AUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora