La alarma de mi celular irrumpe mi sueño y me obliga a despertar. Minutos después de la crisis existencial matutina, me levanto para estirarme, seguidamente tomo el celular y verifico tanto la carga como las notificaciones de este.Una vez termino mi rutina matutina, tomo mi celular, monedero y bolso para disponerme a salir de mi habitación.
Antes de ir al comedor, dejo el bolso en el sofá de la sala, saludo a mi familia y ayudo a mamá a servir el desayuno. Mientras comemos, platicamos sobre las cosas que haremos en el día y luego Selena prepara nuestras viandas mientras yo lavo los platos con velocidad.
– ¡Dense prisa! –dice papá por tercera vez mientras termina de acomodar su corbata.
Mamá baja las escaleras con su cartera en mano y seguidamente toma su gabardina favorita, la cual es de color granate.
Seco mis manos y me apilo el uniforme, luego tomo el bolso y salgo fuera de casa. Nos aproximamos al auto y nos adentramos en este, papá conduce y mamá lo acompaña en el asiento del copiloto mientras verifica su maquillaje, Selena se dedica a observar por la ventana mientras yo repaso algunos términos para la clase.
– Hoy llegaremos tarde –informa mamá mientras guarda su labial–. ¿Qué cocinaran? –inquiere.
– Nosotras nos las arreglaremos –añado.
– Si, mamá –Selena responde con simpleza.
– Bueno, no olviden lavar los platos luego –recuerda.
– Bien, bien –decimos a una voz.
Al llegar al instituto, nos despedimos de nuestros padres para adentramos en el edificio e iniciar formalmente nuestro día.
– Te veo a la salida.
– Está bien –asiento–. Hoy nos toca esperar el bus –le informo.
– La mayoría de tus compañeros tienen auto –objeta–. ¡Consigue un aventón!
– ¡¿Eh?! Para que lo sepas el bus no le hace mal a nadie, es más, deberíamos irnos caminando –sugiero.
Ella no tolera los lugares con exceso de personas, una de las tantas cosas que le desagradan del mundo. También odia sudar, a penas lo hace se aproxima a ducharse durante más de un cuarto de hora.
– ¡No lo discutiremos! –me da la espalda para alejarse de mí.
Mientras se aleja, la observo perpleja – Vaya, ¿En qué momento se volvió tan grosera? –me pregunto en voz baja.
Indignada, trazo mi camino hasta el casillero, abro este y saco el libro que necesito para la primera clase. Cuando cierro el mismo, me encuentro con Renny Foster a escasos metros de mí, con su total atención y una amplia sonrisa entallada en su rostro. Seguidamente, a pasos lentos y varoniles, se aproxima a mí.
¿Por qué causa, motivo, razón o circunstancia viene hacia acá? –me pregunto y miro a todos lados–. ¿Por qué camina como si estuviese en cámara lenta? –frunzo el entrecejo.
Sus ojos son lo que mas resalta de su rostro –sopeso su mirada–. ¿Por qué el verde de sus ojos es tan intenso? –me pregunto inmersa en estos.
– Buen día –sonríe de lado.
– Buen día –digo apartando la mirada.
– ¿Qué harás hoy? ¿Tienes planes? –inquiere y se apoya en mi casillero.
¿Por qué me trata como si fuéramos cercanos?
– Cuidare de mi hermana.
– Huh ¿Tus padres estarán en casa? –sonríe suspicazmente y yo aprieto el libro contra mi pecho.

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Infalible
Teen FictionSiempre he considerado que enamorarse de alguien que te corresponda es prodigioso, porque enamorarse unilateralmente es algo tan común, y bueno, a mí también me pasa, no crean que soy parte de la excepción. Mi crush es inalcanzable y no precisament...