Infalible

Capítulo 26

Instintivamente me oculto detrás de una pared, no estoy ni lo suficientemente lejos, ni tampoco cerca como para escuchar.

¿Qué hago? Aun no me han visto. ¿Debería ir hacia el aula como si nada, regresar al cafetín o espiarlos? –me pregunto–. ¿Qué hago? ¿Qué hago? ¿Qué hago?.

¿De verdad acabo de considerar espiarlos como una opción? –resoplo.

Voy a terminar internada en un psiquiátrico por culpa de este chico.

Solo estoy ocultándome, tampoco es que quiera escuchar lo que dicen. Mejor regreso al cafetín y listo, asunto resuelto –Doy una última mirada al pasillo y ellos aún están en el, Alice está apoyada en la pared escuchando a Andrew pero sin mirarle. Él lleva su mano hasta la mandíbula de ella y con sutileza la obliga a mirarle.

¡¿La besara?! ¿Se besaran? –me pregunto sin perderles de vista–. Desde aquí puedo sentir la tensión entre ellos y por alguna razón ya no quiero irme, quiero saber que procede entre ellos.

¿Por qué ninguno sonríe? ¿Por qué Alice esta cabizbaja? y ¿Por qué tengo mi atención en esto?.

- Lo siento –añade Andrew enderezándose.

- Yo lo sabía desde el inicio –ella limpia sus lágrimas–. Tú me lo dijiste –sonríe falazmente–, solo amigos.

¿De qué va esto? ¿Por qué ella llora?.

- No pensé que te enamorarías de mi –Andrew la ayuda a limpiar sus lágrimas–. No merezco tus sentimientos y mucho menos ser el causante de tus lágrimas.

Ella se enamoró de él, pero él no de ella. Oh cielos, se ha enamorado sola, igual que yo.

- ¿Amigos? –se preguntan al mismo tiempo–. Amigos –dicen sonrientes.

Rayos, ya han terminado de hablar, es mejor que me vaya –Doy la vuelta rápidamente y antes de marchar tropiezo con alguien.

¿Por qué no tengo el sentido arácnido de spiderman o el de las antenas del chapulin para detectar la presencia del enemigo?.

- ¿A dónde vas? Ya tenemos que ir a clases –añade Liam sonriente.

- Siempre tropezándote por mirona –comenta uno de sus amigos.

- ¡Ya déjenla! –continua Liam–. Yo no tengo la culpa de ser atractivo y ella no tiene la culpa de sentirse atraída por mí –alardea y me guiña el ojo.

Ya quisieras, idiota.

- De qué sirve que estés tan bueno como dices y lo tengas tan pequeño –sonrío de lado y miro a sus amigos–. Y ustedes hagan algo por cuenta propia –me doy la vuelta y me dispongo a ir al salón de clases.

Diviso que ya Alice y Andrew se han separado.

- ¡Me las vas a pagar por esto! –añade Liam tomándome del brazo–. Este pequeño como dices, te devorara –susurra en mi oído–, y gritaras pidiéndome mas... porque realmente sabes que no es para nada pequeño, de eso te diste cuenta aquel día –jacta.

Lo observo iracunda –Me das asco.

- ¡Suéltame! –digo e intento zafarme de su agarre.

- ¿Qué demonios pasa aquí? –añade Harry a nuestro lado.

- ¡Te dijo que la soltaras! –Andrew le toma la muñeca a Liam con rapidez.

- Es entre ella y yo –me mira fijamente y entorna sus ojos–. Te veo luego, princesa –me suelta y se muerde el labio inferior con fuerza.