Capitulo 3: "El general Lleca"

214 20 11
                                    

De todas las celdas en esa prisión, la mejor y más cómoda era la de Lleca. Él no sabía por qué, pero la jefa de ministros parecía tener cierto favoritismo con él. Deducía que se podía deber a que era él más chico. Al fin tenía una ventaja de que lo trataran como chiquito.

De todas formas, por más comodidades que tuviera, la incertidumbre de no saber nada de lo que pasaba a su alrededor no lo dejaba tranquilo.

Luz sentía frustración. Con Nacho fue sencillo, unas semanas en la celda y el chico no resistió más, pero los demás no cedían tan fácil. Lleca tenía calle, no se iba a romper con una pequeña estadía en la cárcel y menos si ella le daba tantas comodidades. Con Lleca iba a tener que usar otra técnica.

-¡Ey! ¡¿Qué hicieron con Jazmín y Tacho?! ¡¿Alguien me puede responder?! ¡¿Dónde están los chicos?!- Lleca le gritaba a cada guardia que veía cerca, pero ninguno le respondía.

Luz estaba afuera de las celdas hablando con los médicos a cargo, lejos de la zona visible de Lleca.

-¿Me está diciendo que no hay avances?

-Señora, para lograr completar el proceso, los targets deben sentir el dolor. Estos chicos se niegan a aceptar los sentimientos que se les implantan.

-Estamos comenzando con estos targets para probar la efectividad del proceso, ¿cómo espera completar el verdadero protocolo si se le dificultan tanto los targets de prueba?- Amenazó Luz.-¿O será que tengo que buscar a otra persona para el trabajo?

Los médicos bajaron la cabeza y volvieron a trabajar. Luz miró a Lleca suspirando. No quería tener que llegar a esto, pero no había otra manera. Jay contaba con ella.

-Muy bien, si el rey León quiere que sea a las malas, a las malas va a ser.

Lleca se asustó cuando notó que los guardias entraban a su celda. Lo sacaron a la fuerza, le vendaron los ojos y lo empujaron hacia otra sección. Notó que estaba en un lugar mucho más frío y húmedo. De hecho, era parecido al peor orfanato que pisó antes de caer en la fundación BB.

Cuando el hambre fue mucha y la sed fue insoportable, otra cosa comenzó a atormentarlo: El encierro. La ansiedad y el miedo comenzaron a atacarlo. El lugar estaba totalmente aislado, a diferencia de la otra sección donde al menos veía a otros guardias, en esta celda no escuchaba nada más que sus propios pensamientos que le decían que para entonces sus amigos podían estar muertos, que nunca más iba a volver a Nico o a Cielo, que después de años de buscar a sus padres no los iba a volver a ver. Tantos pensamientos eran demasiados para un chico de 15 años y con el pasar del tiempo, eso sumado con la privación del sueño fueron suficientes para quebrarlo.

-¿Y bien?- Preguntó la jefa de ministros a los científicos al entrar una semana después al mismo lugar. Luz había optado por mantenerse al margen del acondicionamiento de León, sabía que sus sentimientos podían interponerse. Siempre tuvo debilidad por su general Lleca.

-Tenía razón señora, el cambio de método fue clave.

Luz asintió. No le hacía feliz pensar en lo que habrá sufrido Lleca, pero estaba aliviada de que estaban avanzando en el protocolo estipulado por Jay.

-¿Y qué sabemos de Romero y Gorki?

-Romero fue golpeada por la onda de choque de uno de los misiles, eso hizo que sus signos vitales fueran imperceptibles por un tiempo. La tratamos y está respondiendo correctamente. Por otro lado, la herida de bala de Gorki estaba ubicada en una zona complicada. Ambos necesitarán tiempo para recuperarse.

-Bueno, ni bien se recuperen a ambos se les debe aplicar el protocolo de inmediato.

-Sí, señora.

Luz pidió que Lleca fuera transportado al mismo lugar que Nacho al verificar que el protocolo había sido exitoso. Después de mucho tiempo, habían logrado domar al león.

Luz sabía que la siguiente y última prueba no iba a ser sencilla, pero había una razón por la que la había dejado de último. Sus científicos necesitaban un reto más difícil antes de enfrentarse al verdadero iceberg. Esperanza Bauer podía ser una bólida, pero Luz sabía que estaba protegida, si podían quebrarla a ella, el resto sería sencillo.

Próximo capítulo: La reina del rulo.

Hay otra historia escrita para no pensar.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora