Érase una vez una fuente, ella se cayó y él la rescató.
Ella era una nena asustada y peleadora; Arisca a cualquier tipo de muestra de afecto; Desconfiada ante cualquier sospecha de traición.
Él era un nene bien; Engañado por su propio padre, pero con un corazón enorme.
Él la trató como una princesa, ella le abrió los ojos. Él nunca había amado así, y ella no sabía lo que era el amor.
Él la hizo sufrir y ella lo hizo sufrir, pero siempre el amor fue más fuerte.
Él le prometió amor eterno y le regaló una llave; Ella le prometió que siempre lo iba a esperar y también le regaló una llave.
Él estaba en el agua, así que no lo encontraron; Ella estaba afuera y la capturaron.
Él sufrió por meses ante la idea de que ella estaba sufriendo; Ella sufrió por meses, luchando por su amor.
Él nunca la olvidó; pero ella, por más que luchó, si lo hizo.
Cada recuerdo de Thiago en la cabeza de Mar significaba dolor. Pensar en él solo le generaba resentimiento, rechazo e incluso odio. Si alguna vez sintió amor por él, se había extinguido. Sentía que era lo correcto odiarlo, y el mismo tiempo eso le generaba un dolor inmenso.
Durante su tiempo de encierro, Mar se aferró a su recuerdo con Thiago para no dejarlo ir, y Thiago se aferró al mismo recuerdo para alimentar su esperanza de volverla a ver.
Mientras Thiago caminaba con el arma de Mar cerca de su cuello, recordó como, por meses, aferrarse a ese recuerdo era su cura y su condena. Comenzaba recordando su promesa y luego solo se le venía esa imagen de Mar gritándole desesperada. Dormía poco en las noches, imaginando que le estaba pasando en ese momento.
Al mismo tiempo, Mar también dormía poco y pensar en Thiago era lo único que la sostenía. Luz jamás vio a alguien pelear con tantas fuerzas, era imposible que alguien pudiera soportar tanto maltrato y no ceder, pero Mar no lo iba a dejar ir porque Thiago era una parte de ella.
Ahora no tenía a que aferrarse, ahora se sentía vacía.
De pronto comenzó a llover, ambos corrieron hasta llegar a una casa abandonada cubriéndose de la lluvia. Mar no dejó de apuntarle con el arma a Thiago. Este se quedó tranquilo y solo se apoyó de la pared, pasándose las manos por la cabeza mojada. Iban a estar en esa casa un rato y él iba a aprovechar ese momento para intentar llegar a ella.
Thiago tomó la llave que colgaba en su cuello, se la sacó y la puso enfrente de Mar como si con eso intentara hipnotizarla. Mar le arrancó la llave y la pisó, sintiendo desprecio por aquel objeto sin saber porqué. Eso le dolió a Thiago más que mil insultos.
-Mar, mi amor, desde el día que te perdí estoy pensando cada palabra que te iba a decir cuando te encontrara. Soñé por meses con el día en que te diría todo lo que te amo y todo lo que te extrañé. Te miro y no puedo creer que estoy acá con vos. Solo quiero hablarte...
-Yo no quiero hablar con vos.-Le dijo Mar con firmeza. Luego de eso se sintió débil y mareada, necesitando sostenerse de la pared más cercana. Thiago se preocupó y quiso acercarse a ella, pero ella, aún no muy bien, volvió a levantar su arma.
-No sé cómo te da la cara para hablarme.-Dijo recuperándose un poco. -¿Cómo podés ser tan mierda? ¿Te escuchás cuando hablás?
-Mi amor sé que sufriste mucho y ni siquiera me quiero imaginar las cosas que te hicieron en estos meses...
-No, no te lo imaginás.-Afirmó Mar. -Vos no te merecés todo lo que yo te amé. Todo el tiempo una mina nueva, yo siempre siendo la segunda opción. Sos una mierda, una basura. Sos igual a tu viejo, a los dos.-Le dijo Mar, con toda la intención de lastimarlo. -Te juro que no sé como no la vi venir-Cada palabra era como un cuchillo en el pecho de Thiago.
Mar y Thiago se habían herido mutuamente con sus palabras en muchas ocasiones. Ninguno medía lo que decían cuando estaban enojados. Pero Mar siempre tuvo un límite y por más enojada que estuviera, nunca lo cruzaba. Esta vez, lo cruzó.
Una vez, la corporación CC hizo un estudio en todos los chicos para determinar a cuál de los chicos podrían captar para trabajar para ellos. Ese estudio determinó que los que tenían un temperamento más volátil eran Mar y Thiago. Juan Cruz se inclinó por captar a Thiago, le atrajo más el pasado de Thiago siendo hijo de Bartolomé y creyó que podría romperlo más fácilmente. No estaba equivocado, pero si se hubiera inclinado por Mar también hubiera hecho mucho daño.
Luz incrementó cada ataque de celos de Mar a mil, cada momento en que fue feliz con Thiago lo transformó en enojo y resentimiento. Mar creía que Thiago era la razón de toda esa destrucción y que él ya había intentado matarla. También creía que Thiago buscaba matar a todos sus amigos, que ella era la única que podía detenerlo y que todo lo que sufrió fue un castigo por amar a una persona tan desagradable.
-Mi amor.-Sollozó Thiago. -Eso te hicieron creer, pero te juro que soy incapaz de hacerle daño a alguien. Te voy a demostrar que esa historia no es real.
Era como tener dos personas en un solo cuerpo. Mar luchaba con la otra versión de ella a cada minuto, pero la otra siempre ganaba. Sin ese recuerdo de Thiago en su cabeza, era incapaz de identificar lo que en su cabeza era falso y lo que era la realidad.
Thiago intentó no llorar y a pesar de que Mar le gritó que se quedara quieto, él se movió para buscar la llave de nuevo.
-Vos me diste la llave de tu corazón, ¿Te acordás?-Thiago la miró y volvió a mostrarle su llave. -Y yo te prometí cuidarla...
-No me metas cosas en la cabeza, eso nunca pasó.-Le dijo Mar cerrando sus ojos con fuerza, ya que la confusión en su cabeza era muy grande.
-Si mi amor, no sé que te hizo Luz, pero eso pasó. Yo te di una llave igual a esta. Talvez te enfurezca mucho escucharme decir esto, pero es la verdad. Te amo, Mar. -Lloró Thiago. -Nosotros tendríamos que estar juntos y enamorados, yo te juro que voy a resolver esto y todo va a ser como debe ser. -Thiago se acercó a ella y le quitó una lágrima de su mejilla muy delicadamente. Mar respondió quitando su mano agresivamente.
-No. No voy a caer de nuevo.-Dijo la petisa, levantando con más firmeza el arma. -Una vez me quemé, pero dos veces no. Yo te juro que no sé como te volviste tan garca. No sé por qué hiciste todo lo que hiciste, pero te juro que te odio con toda mi alma y cuando te entregue me las vas a pagar todas.-Lo amenazó Mar.
-Vos sos Marianella Tallarico Rinaldi.-Le dijo Thiago con firmeza. Venía hablándole suavemente y con palabras amorosas, pero esta vez iba a intentar recordarle quien era y lo que habían sido ellos dos. -Estoy enamorado de vos desde que tengo quince años, por tu manera de ser, porque me hacés reír, porque sos vueltera y desconfiada, pero también tenés un corazón enorme. -Thiago se acercó a ella de nuevo. -Porque estás más buena que feriado largo; porque sos llave y una persona muy intuitiva- Rio Thiago. -Porque sos arisca, pero me empastaste la bujía. Porque te enojás por cada pavada, pero yo te quiero así como sos. Porque todos los días elijo estar con vos y todos los días me doy cuenta de que no me equivoco. Porque sos especial, y sos lo mejor que me pasó en la vida. Porque te amo con toda mi alma. Sé que la mujer que amo está en vos, pero la vas a tener que pelear y yo sé que vos sabés como. No puedo pelear por vos Mar, pero si puedo acompañarte en todo, así que arremangáte y peleá. -Le dijo Thiago más intensamente. -Peleá hasta el último round como solo vos saber hacerlo, mi amor. -Las lágrimas de Mar se deslizaban por sus mejillas sin parar, no sabía en quién confiar ni a quien creerle. Ya no sabía que era verdad y que era mentira.
Luz estaba esperando que le dieran la noticia de que todos los rebeldes clasificados la esperaban en la entrada del muro.
Pero al final del día solo dos targets fueron entregados.
Próximo capítulo: "Con luces y sombras, y poca memoria", Jueves 13 de Abril.
¿Quienes creen que serán los dos targets que fueron entregados? ;)
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Hay otra historia escrita para no pensar.
FanfictionCasi Angeles-Cuarta temporada. Después que el muro cayó Jay hizo varios intentos de volver en el tiempo para evitar que eso pasara, pero nada dio resultado. No importaba que cambiara, el destino hacía que el muro volviera a caer. Así que en lugar de...