Terminadas la guerra ninja y la amenaza de Akatsuki, Kakashi Hatake se prepara para su nombramiento como Hokage pero tiene un asunto pendiente con una promesa que no cumplió hace años, y la única persona que podría ayudarlo a enmendar la reputación...
Kazue despertó con mucha debilidad. Su mente se sentía nublada y borrosa. Tenía una mascarilla sobre la boca y nariz que le proveía oxígeno. Los músculos le pesaban demasiado como para moverse. Al abrir los ojos vio un techo desconocido. ¿Dónde se encontraba? Podía distinguir que estaba acostada sobre una cama pero nada más. Como no sentía fuerzas para levantarse solo pudo girar la cabeza hacia un lado. Fue ahi que lo vio.
Kakashi Hatake sentado en una silla junto a la cama, bastante absorto en sus pensamientos. Tenía en ceño fruncido y la barbilla apoyada sobre sus manos. Verlo así era algo nuevo para ella. Casi se sintió mal de interrumpirlo, pero necesitaba respuestas.
–Hatake.– llamó en un hilo de voz que salió ronca. El ninja se irguió y giró rápido hacia ella, abandonando cualquier otro pensamiento en cuanto la escuchó.
–Kazue ¿cómo te sientes?–
–Aturdida. ¿Dónde estoy?– preguntó aún con su voz rasposa, la mascarilla distorsionaba más su voz así que se la quitó. Kakashi la ayudó a sentarse para que pudiera beber agua.
–Te traje al hospital después del incendio. Tuviste una contusión en la cabeza y te trataron varias quemaduras. El oxígeno es por que inhalaste humo.–
Después de tomar el vaso de agua Kazue se llevó una mano a la frente, sintiendo la venda que la envolvía.
–¿Puntos?–
–Unos pocos. Dicen que cerrará pronto.–
–¿Cuánto tiempo llevo aquí?– quiso saber, volviendo a ponerse la mascarilla.
–Cuatro horas.–
–Cuatro...– Kazue se alarmó, los recuerdos de las últimas horas llegando de golpe –¿Qué pasó con el arresto? ¿Y el jefe de policía? Oh cielos ¡Pakkun! ¿Está bien?–
Los ojos de Kakashi estaban abiertos como platos, sorprendido por el repentino chasquido de energía en ella.
–Los oficiales locales tomaron cargo. El jefe no sobrevivió. Pakkun está sano y salvo. Me pidió que te agradeciera.–
Kazue se recargó en sus almohadas, aliviada que al menos el pequeño perro hubiera salido bien de la explosión.
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–Uno de los criminales que capturamos traía pólvora encima y esperó al lugar más inflamable para hacerse explotar. Sabía que iríamos por ellos.–
–Sabían que tú irías. Ese era su plan. El alcalde está involucrado, su secretaria fue a llevarle comida a nuestro sospechoso dos veces hoy.– informó el ninja copia.
–¿El alcalde ha venido acá?–
–No. Y no le conviene hacerlo mientras yo esté aquí.–
–Entonces ve con Shikamaru.– respondió ella, nuevamente desconcertándolo –El no sabe que estamos al tanto. Va a venir tarde o temprano tratando de hacerse el tipo bueno conmigo. Creo que puedo sacarle más información pero no puedo hacerlo si lo intimidas en cuanto llegue.–
