Ramificaciones

Capítulo 16: Teoría

Catorce muertes en menos de 24 horas. Eso era al menos lo que llevaba contado Kakashi.

Antes de continuar su camino con Kazue, se detuvo a inspeccionar los cuerpos de los Jashinistas en busca de algo que les diera más información.

–Sus armas son muy básicas. Ninguno lleva pergaminos. No hubiesen tenido oportunidad en combate contra nosotros.– analizó Kazue al terminar su revisión.

–Esto vuelve el asunto más peligroso de lo que pensé.– meditó Kakashi llevándose una mano al mentón.

–¿Por qué? Si son unos debiluchos.–

–Si pudieron soltar a tanta gente a la vez como carne de cañón, entonces deben ser abundantes en números. Eventualmente nos mandarán a alguien que sí sea capaz.–

Kakashi vio a Kazue apretar los labios en frustración y soltar aire por la nariz.

–Pero si solicito refuerzos o más vigilancia eso volvería inefectiva nuestra coartada para la investigación.–

–¿Estás segura de que quieres continuar con esto? Aún no te recuperas de la contusión y estaremos sin Shikamaru un rato.– cuestionó Kakashi legítimamente preocupado. Kazue no había tenido tiempo de descansar, a parte la habían estado moviendo y haciendo trabajar en la revisión de documentos.

–Dijiste que podrías protegerme ¿o es que ya te arrepentiste de eso?– tanteó Kazue sonriendo de lado y Kakashi sintió el calor subir a su rostro. –Si te asustan tanto, confío en que te puedo defender bien con mi espada.– añadió ella en un tono de broma pero eso no calmó la pena que Kakashi tuvo al tener sus palabras usadas en su contra.

–Claro que puedo cuidar de ti.–

–Bien. Entonces sigamos adelante.– decidió la samurai caminando unos pasos en dirección a su siguiente destino, pero luego se detuvo y miró atrás hacia el ninja copia –Momento ¿Qué haremos con todos esos muertos? ¿Deberíamos llamar a alguien?–

–Creo que Shikamaru tendrá la inteligencia como para avisar a tu amiga samurai y que ella se haga cargo.– decidió Kakashi y alcanzó a Kazue para caminar juntos.

Durante parte del trayecto Kazue lo puso al tanto del ambiente político en esa boda. La novia era la hija de un noble y estaba por desposar a un samurai amigo de Kazue. Los jóvenes se enamoraron a pesar que ella tenía un mayor status y renegaban de las tradiciones, por lo que su fiesta prometía ser algo inusual. Muchos hijos de nobles atenderían, con solo una selecta cantidad de gente mayor consistente de sus familiares cercanos. El ambiente iba a ser juvenil e irreverente.

–¿Qué quieres que haga esta vez para ganármelos?– preguntó Kakashi sin mucho ánimo, eso de actuar no se le daba y se habían metido en problemas innecesarios por intentarlo.

–Nada esta vez. Todo mundo está siempre lamiéndoles las botas así que saben fácilmente cuando alguien intenta ganarse su gracia. Eso les aburre y fastidia. Son los mayores acomplejados quienes disfrutan que los adulen, esos sí necesitan que les inflen el ego.– explicó tranquilamente la samurai.

–Suenan agradables.–

–Son unas víboras traicioneras.– advirtió Kazue severamente.

–¿Y aún así quieres ir?–

–Claro que no quiero ir, pero tenemos que.–

–Tu vida suena demasiado agotadora.– suspiró él, causándole gracia a Kazue.

–He hecho lo necesario para sobrevivir.– explicó ella con más calma. –Pero no te preocupes, sé que podrás con esto. Estás perfecto tal y como eres.–