Capítulo 7: Improvisación

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Cuando los perros ninja volvieron al punto de reunión, Kazue hizo un mejor trabajo en contener su entusiasmo. El más grande, Bull, había encontrado el rastro en dirección al norte. Era una desviación considerable de a donde pensaron que debían ir inicialmente, por lo que Kazue a regañadientes tuvo que admitir para sí misma que el plan de Kakashi de no moverse fue lo mejor.

Siguieron al perro inmediatamente, los demás canes los alcanzaron casi en seguida. Duraron un largo rato avanzando por el bosque hasta que esté se volvió pradera. Kazue notó que Kakashi volteaba atrás de vez en cuando a verla y ajustaba su velocidad a la de ella. Era algo considerado de su parte pero a Kazue le irritaba ser la lenta del grupo que los retrasaba.

Si bien podía moverse con rapidez en distancias cortas, al tratarse de recorridos largos no podía mantenerse al mismo ritmo.

Al divisar un pueblo a lo lejos, Kakashi llamó a los perros con un silbido y estos se detuvieron. Shikamaru y Kazue pararon en seco también.

–Kazue, ¿Qué sabes de la alcaldía de ese pueblo?– preguntó el ninja copia. A Kazue le tomo un segundo poner sus ideas en orden y responder.

–Es el alcalde que más se opuso a tu nominación para Hokage. Se le conoce por ser un gran administrador. A su aldea no le falta nada y el es muy austero en sus gastos personales.–

–¿Por qué se opondría a Kakashi?– quiso saber Shikamaru.

–Por que él mismo no es un sujeto muy popular.– suspiró la samurai desconcertando más a los ninjas. –Y Hatake sí.–

–Uno pensaría que alguien austero sería apreciado por el pueblo.– comentó Kakashi.

–Se nota que no lo hace con sinceridad, sino para poder subirse en un caballo moral alto y juzgar a los demás. Critica a todo mundo y quiere llegar dando órdenes a donde vaya. Que un muchacho tan joven llegue de repente con un puesto más alto lo intimida, así que lo más fácil que puede hacer para recuperar su superioridad es cuestionar tu moral.–

–Eso suena desagradable.– concordó Shikamaru.

–Si es tan estricto, no podremos llegar así nada más a tomar prisioneros. ¿Cómo nos ganamos su simpatía?– preguntó el futuro Hokage.

–O le lames las botas o estás en una posición en la que él te deba lamer las tuyas.–

–Kakashi va a ser el Hokage, no puede llegar más alto y ni así convenció al sujeto. ¿Qué más puede hacer?– se quejó Shikamaru.

–Debe haber alguien a quien sí respete que me pueda respaldar.– complementó Kakashi.

Kazue se cruzó de brazos, buscando en lo más profundo de su memoria una respuesta que pudiera ayudarlos.

–A ver... están... El Señor Feudal... el ministro de defensa...– Kazue alzó la cabeza, dándose cuenta de su solución –Y mi maestro.–

–¿El General Honda?– quiso aclarar Kakashi. El hombre le había dicho en la fiesta que quería a Kazue como una hija, así que no esperaba que ella lo llamara maestro sino algo más familiar. Pero considerando que ella se rehusaba a llamarlo a él por su nombre, podía asumir que ella simplemente era estricta con los títulos.

–Los vi hablar antes del banquete. ¿Qué te dijo?– se apresuró a interrogar Kazue, ignorando la pregunta de Kakashi.

–¡Lo felicitó por su nombramiento!– recordó Shikamaru, captando para donde iba la línea de pensamiento de Kazue. –

–¡Ahí está! Esa es nuestra entrada.– sonrió Kazue.

–¿Usarás el nombre de tu maestro para algo así?– cuestionó el ninja copia, pues él sabía perfectamente que no era del agrado de la muchacha y que usar el prestigio de su figura paterna para beneficiarlo a él sería incómodo.

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