Ramificaciones

Capítulo 18: Compromiso

En sus sueños el baile con Kazue había culminado con un beso. En sus sueños Kazue había dicho que no se casaría y en vez de eso se fugaría con él. En sus sueños él hubiera aceptado eso, hubiese sido egoísta y la hubiera conservado solo para él. En sus sueños ella hubiese sido suya y él de ella.

Pero el hubiera no existe, y nada de lo que Kakashi Hatake soñó esa noche era posible.

En vez de eso había pasado el día caminando con Kazue y el General Honda hacia el pueblo costero donde vivían los Akihiro. Aunque no le apetecía conocer al prometido de Kazue, era ahi donde quedaron de reunirse con Shikamaru para interrogar a la madre de Nozomi. Obviamente al escuchar que planeaban ir ahí, el General insistió en acompañarlos y presentar a Kakashi él mismo. Compraron unas capas porque en la costa haría más frío y salieron camino allá. Al ninja copia le pareció que esa cubierta de ir a presentarse con los alcaldes estaba resultando muy inconveniente.

Realmente no quería ver a Kazue con ese tal Eiji.

Pensó mucho en el día anterior. Tras su pesadilla decidió que Kazue estaba mejor sin él, incluso intentó pasar el día alejado de ella para dejar su cabeza enfriar y que la idea se le clavara bien. Sin embargo verla tan hermosa con el vestido que él eligió para ella, y notar las veces en que Kazue lo buscó con la mirada durante la cena, hizo que tuviera una vaga esperanza que algo podría pasar entre ellos. No todos sus seres queridos estaban muertos, al menos sus alumnos y Guy estaban vivos a pesar de los intentos de Obito y Madara. Pensó que quizás podría intentar algo con Kazue si ella lo aceptaba. Pero no fue así y ahora tenía que seguir viajando con ella.

El viaje se sintió largo y pesado. La situación con Kazue estaba incómoda, así que la samurai pasó la mayor parte del tiempo hablando con su maestro. Afortunadamente ella fue considerada y desvió cualquier intento de Honda por hablar de preparativos nupciales. El General de vez en cuando buscó hacerle conversación a Kakashi a pesar que él no tenía muchos ánimos de hablar. No supo si la incomodidad estaba peor o igual que cuando iniciaron el viaje. Como sea parecía una pérdida.

Llegaron directo a registrarse a un hotel en el pueblo. Tres habitaciones separadas. Honda por fortuna se adelantó para anunciar la visita a la casa Akihiro, dejándolo al fin a solas.

Kakashi tocó a la puerta de Kazue, decidiendo que era tiempo de enfocarse en su trabajo y olvidarse de lo demás.

–¿Qué ocurre?– preguntó ella en un murmuro, apenas asomándose. Se le veía tan mentalmente exhausta como él.

–Iré a buscar a Shikamaru.– avisó Kakashi sin molestarse en invitarla, si ella quería ir era su decisión.

–Ah, buena idea. Dame un segundo, iré contigo.– dijo ella taciturna. En definitiva ninguno de los dos quería hacer eso pero eran demasiado responsables.

Una vez salieron, Kakashi invocó a Pakkun en un callejón.

–Oh, es la samurai.– notó el perro al verla –Gracias por salvarme el otro día.–

–Gracias a ti por advertirme de la pólvora.– sonrió Kazue agachándose a acariciar a Pakkun y, para sorpresa de Kakashi, éste se dejó. –Eres todo un héroe.–

–Pakkun, necesitamos encontrar a Shikamaru.– indicó Kakashi y el perro olfateó el aire.

–Tengo un rastro, no está lejos.–

–Increíble. Qué buen perro.– felicitó Kazue.

–Ya Kazue, se van a acostumbrar a que los consientas.– recriminó Kakashi.

–¿Eso que tiene de malo?– dijo ella haciendo un puchero.

–¿Vamos entonces?– preguntó Pakkun y ante la afirmativa de los humanos se puso en marcha.