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Se veía demasiado animado, por sus manos pasaban papeles y más papeles, las reuniones con la guardia real y los magos de la academia pasaron más rápido y con éxito, el marqués Karl miraba toda la actitud que el emperador mostraba, no fue hasta que estuvieron de regreso en el palacio que por fin se atrevió a pronunciar palabras.

—¿Desde cuándo?— preguntó a Sovieshu.

—¿Desde cuándo qué? ¿Te sientes bien?— preguntó el emperador

—¿Desde cuándo... Usted y ese joven son amantes?— la sonrisa de Sovieshu se borró rápidamente, su rostro mostraba la preocupación y el pánico ante esas palabras. —Los escuché... Fui a buscarlo y...

—¡No tienes que decirlo!— Sovieshu tapó la boca del marqués tratando de ocultar la vergüenza en su rostro, miró alrededor, no tenían a nadie más cerca. —¿Quién más lo sabe?

—Solo yo.— respondió Karl después de que Sovieshu quitará su mano de su boca. —lo admito, me tomó de sorpresa, de verdad nadie lo imaginó.
Emperador, soy su amigo... Dígame, ¿Qué es lo que ocurre con usted y Darién?— Sovieshu caminó hasta las botellas de alcohol, sirvió un trago para él y otro para el marqués Karl.

—Lo amo...— respondió rápidamente y con un tono seguro, el cual le confirmaba a su contrario que lo que decía era verdad. —Me enamoré de Darién y él me ama también. Sucedió, fue inexplicable, pero estoy seguro de lo que siento, no quiero ver más a Rashta o Navier de manera romántica, no quiero estar con alguien que no sea él.  Y sé que no está bien, estoy casado, soy el emperador, y está prohibido...— Sovieshu dió un trago del alcohol, el marqués Karl suspiró y dejó a un lado el suyo.

—Soy su amigo, no puedo entender que siente pero, tampoco quiero que esto le cause problemas, lo apoyo totalmente.
Pero debe saber que alguien más lo sabrá y debe estar listo para lo que suceda, por su bien y por el se ese muchacho.

—Lo sé... Y lo he pensado, he pasado pensando en qué haré para que no suceda un desastre...— El marqués Karl dió un trago de su bebida.

—por el momento, debe empezar con ser discreto en eso, majestad... No es seguro que se expongan en el palacio, haga lo que haga, que sea con precaución.

Al marqués Karl realmente le importaba, era amigo del emperador y eso fue desde que eran jóvenes. Aquello que descubrió fue una sorpresa y se sintió confundido, estuvo pensando en que hacer, si apoyaría o le contaría a la emperatriz.
Sería un gran escándalo, además, Sovieshu ya tenía mucho con el asunto de la invasión y los magos, no quería ser el causante de más problemas, se quedaría callado por la felicidad de Sovieshu, solo deseaba que su amigo pudiera con todo eso y que tomara las decisiones correctas, después de todo, él emperador no era el único involucrado, estaba Darién, la emperatriz y el imperio.

...

Rashta había avanzado mucho en su lectura, estaba feliz de que era capaz de leer un libro completo, y no solo ella notaba si cambio, la emperatriz había estado observando su actitud, recientemente se había vuelto más educada, ahora la respetaba, posiblemente era su cambio o el hecho de que no estaba siendo una amante realmente lo que le hacía sentir que Rashta ahora no sería un problema.

Rastha caminaba por los pasillos del palacio con algunos libros en sus brazos, al cambiar de rumbo el cuerpo de alguien topó con el suyo haciendo que tambaleara.

—¡Te tengo!— Rashta había cerrado sus ojos esperando recibir un golpe, pero una persona sostuvo sus manos antes de que cayera provocando que los libros fueran los únicos que terminaran en el suelo.  —¡Lo siento! Estuvo cerca... No te vi— Rashta abrió sus ojos para ver al extraño, un hombre castaño oscuro.

—ah... Yo, lo siento también.— El contrario recogió los libros y los entregó a la chica, ella sonrió amablemente agradeciendo. —muchas gracias.

—No fue nada, ah, estaba buscando al duque Kaufman, me dijo que estaría en el palacio pero... Bueno, creo que me separé de los guardias un poco ¿Sabes dónde está?

—¡Oh, si! El duque Kaufman está con la emperatriz, vamos te llevaré hasta ahí.
Mi nombre es Rashta, un placer conocerte.

—Mucho gusto Lady Rashta, mi nombre es Orpheus.— ambos se sonrieron, caminaron por los pasillos y mientras avanzaban Rashta le mostraba algunas partes del palacio hasta que estuvieron delante de aquella puerta, después de tocar y escuchar la autorización se adentraron el la habitación.

—llegas tarde Orpheus— dijo el duque Kaufman

—Me disculpo. Su majestad, lamento mi retraso soy el mago Orpheus.

—bienvenido Orpheus.

—muchas gracias.— volvió su mirada a la más joven. —lady Rashta gracias por traerme hasta aquí, espero verla pronto, fue todo un honor.— Rashta Sonrió ampliamente.

—el gusto fue mío. Ah, gran Duque, majestad— Hizo una reverencia para despedirse.
Navier Observó tal actitud mientras levantaba su ceja, tal vez fue su imaginación, pero ese mago parecía haber quedado encantado con Rashta, pero ahora era el momento de trabajar en la estrategia de defensa del imperio.

Navier Observó tal actitud mientras levantaba su ceja, tal vez fue su imaginación, pero ese mago parecía haber quedado encantado con Rashta, pero ahora era el momento de trabajar en la estrategia de defensa del imperio

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Orpheus es discípulo del duque Kaufman, denle cariño es muy lindo

Emperador I Love. Sovieshu (Boys  Love)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora