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Ardía, la piel de Darién rozaba con el metal de la daga, la sangre goteaba a través de esta, Darién cayó al suelo sosteniendo su abdomen, sus manos se mancharon de rojo y su voz comenzó a quebrarse debido al dolor.

Sovieshu se levantó del suelo, empuñó su arma nuevamente y se lanzó con toda su furia y enojo contra el principe cruel que los acechaba, un golpe, uno tras otro de manera desesperada, todos fallaron debido a que Sovieshu no estaba pensando claramente, por su mente solo pasaba el deseo de matarlo como fuera posible.

-¿Todavía quieres continuar?- Heinrey preguntó mientras su espada cortaba los golpes que Sovieshu lanzaba. Aunque Heinrey debía admitir que le había sorprendido que Sovieshu aún tuviera fuera para atacarlo de esta manera, los ojos violeta del principe miraron al rubio el cual jadeaba en el suelo, Heinrey sonrió, entendía lo que sucedía. -¿Amas tanto a ese miserable?

-¡Muérete ya!- Sovieshu gritó mientras lanzaba un ataque directo al pecho de Heinrey.

-Es verdad...- Heinrey dijo mientras detenía tal ataque con su propia espada. -Estan tan consumido por ese sentimiento que solo estorba, quieres matarme más ahora por lo que le he hecho a tu.... ¿Amante?- la presión de ambas fuerzas comenzaba a hacer que las espadas temblaran ante la lucha de fuerzas.

Como una señal de victoria, el canto de un ave llamó la atención del principe Heinrey, el principe levantó la mirada al reconocer tal canto.

-¿Mckenna?- Dijo al ver el ave azul la cual volaba a toda prisa, Mckenna había utilizado su canto para llamar la atención de Heinrey, pero antes de que siquiera pudiera acercarse a él una flecha atravesó el ave azul la cual comenzó a caer desde esa gran altura, Heinrey tembló un poco, no lo había admitido, pero Mckenna era lo más cercano a un hermano que tenía, se distrajo, Sovieshu se abalanzó contra él tirándole al suelo, comenzó a golpearlo para someterlo, Heinrey volvió a concentrarse está vez en detener los golpes tratando de ignorar lo que acaba de ver, pero, no podía olvidarlo así de fácil, sus manos entraron en una lucha contra las de Sovieshu, ninguno de los dos podía atacar al otro.

-¡Olvidalo, si me sueltas sabes que te acabaré!- dijo mientras miraba los ojos de Sovieshu, los ojos grises que habían llorado y los ojos violeta que recién querían empezar a lagrimear. -no puedes atacarme...

-Pero yo sí...- Darién dijo con la voz cortada,  un movimiento rápido pasó sobre el cuello del rubio, el filo de la daga se manchó nuevamente de sangre, las manos del principe perdieron la fuerza rápidamente cayendo al suelo después de que su cuello fue cortado, Sovieshu levantó su mirada viendo a Darién quien respiraba agitado, su mano cubría su herida pero ahora que la daga no estaba ahí la sangre salía más rápido que antes.

-¡Darién!- Sovieshu se alejó del cuerpo del principe corriendo hasta Darién quien comenzaba a caer. -¡Darién, Darién resiste, la ayuda vendrá pronto!

-Majestad...- Darién miró a Sovieshu, su mano fue hasta la mejilla de él manchado está con aquel rojo, débilmente Darién colocó una sonrisa -Usted ganó la guerra...

Emperador I Love. Sovieshu (Boys  Love)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora