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Una caricia en su rostro hizo que el rubio moviera sus ojos, los abrió lentamente dejando que estos se acostumbraran a la luz del sol que entraba por la ventana de su habitación, miró alrededor hasta dar con la dueña de aquella caricia.

—¡Darién!— el rubio sonrió, la joven de cabellos blancos parecía demasiado feliz de verlo completamente bien.

—Rashta... ¿Qué pasó?— su cabeza aún dolía, con ayuda de la menor pudo sentarse en la orilla de la cama mientras ella le explicaba lo que había sucedido la noche anterior, sus recuerdos tardaron en llegar y eran borrosos pero finalmente logró recordar la gran parte, se había desmayado después de servir las copas, si analizaba su último recuerdo, los ojos violeta de aquel extraño aparecían en su mente, lo último que sus ojos habían visto era ese color y mirada sombría, no entendía la razón por la que pensaba en la mala vibra que le había dado pero trataría de concentrarse en lo que importaba.

—Rashta... Vamos al jardín.

...

—Su majestad— aquel hombre de tez morena saludaba a la emperatriz con una reverencia y Navier respondía con un saludo cordial.
La emperatriz había citado al Duque Kaufman no solo para asuntos del comercio entre reinos, también para formar una nueva alianza y buscar el apoyo del reino vecino. Navier me ofreció asiento frente a ella y antes de empezar a hablar las empleadas sirvieron un poco de té a ambos.

—Me alegra que haya aceptado mi invitación, Duque Kaufman.

—Yo me siento halagado majestad. Me dijeron que tenía que hablar de algo importante conmigo, ¿Acaso es sobre los negocios?— Navier bebió de manera delicada el té, dejó la taza a un lado y miró fijamente  al contrario.

—Es un asunto más grave. Al parecer alguien está atacando a nuestros magos, al menos una parte de ellos ha perdido su maná, cómo sabe, este imperio depende mucho de los magos, si los perdemos podrían atacarnos con más facilidad. Usted se graduó en nuestra academia y al igual, muchos más de sus hombres lo hicieron...— los ojos verdes de la emperatriz mostraban seguridad en sus palabras, Kaufman sintió que aquello era algo serio, no solo para el imperio, su reino también se vería afectado, además, la manera en la que se mostraba la emperatriz Navier, hacía que le fuera imposible apartar su mirada de ella. —Le pido, que nos brinde su apoyo, que hagamos una alianza más y que, nos mande refuerzos, por el bien del pueblo.— Kaufman tomó la taza de té para después responder.

—Lo haremos, cómo usted dice yo me gradué en la academia de este imperio y además, mi reino depende de ustedes, así que haré que los magos vengan a apoyar a los de la academia, haré que viajen está noche.

—Duque Kaufman— Navier extendió su mano hacia él. —Se lo agradezco.

...

—mm... ¿Qué es lo que siento por su majestad?— Rashta respondió a la pregunta que el rubio había hecho con otra pregunta, la joven de cabellos blancos llevó su mano a mentón, sus ojos miraron hacia arriba y de sus labios salía un pequeño sonido indicando que estaba pensando en que decir. Por otro lado, Darién miraba atento las acciones de rashta, decidió hacer esa pregunta de una vez y es que, si quería tener una buena relación con ella debía saber qué era lo que la más pequeña sentía por el mismo hombre que a él le gustaba. —No sé...— la respuesta tan sencilla de Rashta provocó confusión en él, Rashta había respondido con ese tono ingenuo que podría ser señal de que decía la verdad.

—¿No sabes?— Rashta  negó.

—su majestad me salvó, me trajo a este palacio y Gracias a él dejé de ser una esclava. Me protege... Veo en él, un lugar seguro... Creo que el emperador no dejará que alguien me haga daño de nuevo.. así que acepto lo que el me diga, si soy su concubina los demás no podrán dañarme.

—Rashta... ¿Lo amas?— Rashta miró al rubio por varios segundos, y luego llevó su mano detrás de su cabeza mientras sonreía apenada.

—¿Qué es el amor? No sé que es eso, yo creo que no he amado a alguien, con su majestad, tal vez solo siento seguridad, agradecimiento... Me sentía cómoda, cuando él me visitaba por las noches decía que iría lento, y fue así, me visitó solo cuatro días, en el último apenas y me dió un beso.— Darién se sintió culpable por tener esa felicidad interna, ¿Era verdad? Entonces, ¿Hasta donde había llegado el emperadores con Rashta?  Tenía una esperanza de que ellos dos no hubieran llegado al acto sexual.
—Los primeros días cuidó de mi y en el tercer día sentí que estaba lista para agradecerle, así que esperé pacientemente hasta la última visita, pero... Creo que él no estaba bien.

—Rashta... ¿Te gustaría que llegarán a eso?

—Ahora mismo, no lo sé... El emperador ha dejado de visitarme pero siempre se encarga de que este cómoda, creo que me gusta que sea así... Tal vez de esta manera la emperatriz no se enfade mucho conmigo.— Darién analizó las palabras contrarias, de nuevo, entendía que Rastha pensaba como una niña, tenía esas actitudes porque nunca pudo vivir su infancia, sabía que había sido esclava desde pequeña. Ahora no pensaba más en que Rashta amaba también al emperador pues estaba seguro de que ella solo lo veía como un lugar seguro, él también, pero a diferencia de Rashta, Darién sentía cosas por Sovieshu que iban más allá de solo agradecimiento.

—Rashta, deberías aprovechar esta oportunidad, ahora puedes estudiar, aprender sobre el mundo exterior y... Tal vez un día el emperador te libere, ya sabes... Te deje ir.

—¿Mm? Pero...  Me gusta estar aquí— Rashta abrazó al rubio haciendo un puchero. —No quiero irme a dónde esté sola, además... Darién, tú estás aquí, eres lo más cercano que tengo.— el rubio acarició los cabellos blancos.

—No tienes que irte... Solo lo decía. No te preocupes... El futuro no está definido.



Aclaración: aquí Rashta y el emperador no llegaron a lo sexual, Sovieshu solo la visitó cuatro días y como Rashta dijo, los primeros solo hablaron y Sovieshu la mimó, después solo llegaron al beso y este después se fue al jardín por andar pensando en Darién.

Sovieshu conoció a Darién solo tres días después de que Rashta llegó al palacio, también por eso Navier tiene esa actitud clasista que se nos mostró al inicio, muchas cosas cambiarán, posiblemente no meta el embarazo de Rashta

Emperador I Love. Sovieshu (Boys  Love)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora