Alexandré y yo teníamos entablado una amistad cordial, hablamos de vez en cuando sobre temas que teníamos en común, y hacíamos debates sobre nuestros puntos de vista, luego se volvieron más frecuentes nuestras conversaciones, aveces podría llegar a durar horas la misma conversación, aveces yo me aburría y quería cortar el tema, pero él obviamente no, así que seguimos hablando un rato más.
No estaba en una buena situación familiar ni económica; meses atrás había abandonado la universidad después de tres semestres, había tenido el mayor estrés que había experimentado en mi vida, y no, no es lo que piensan, yo sí era una buena estudiante, desde la secundaria sacaba buenas notas, pero en la universidad sentía mucha presión, estaba estudiando algo que no me gustaba, no sentía pasión por esa carrera, y me estresaba pensar que tendría que pasar cuatro años estudiando esa carrera, y encima tener que trabajar de lo mismo, ganando un sueldo miserable, entrando a las ocho de la mañana para salir a las seis de la tarde, todos los días de mi vida hasta que me muera, era mucha presión; tenía media beca por mis buenas calificaciones de la secundaria y aun así no alcanzaba el dinero para pagar lo que faltaba, me sentía terrible, era un estanque que me ahogaba, así que decidí abandonar la universidad, eso no era lo que quería, no me hacía feliz.
Pero con eso vinieron los conflictos con mi madre quien no estaba de acuerdo, tuve 2 trabajos después de salir de la universidad, ya que mi madre decía que si no iba a estudiar, tendría que trabajar, su casa, sus reglas, pero no duré mucho en esos trabajos; estaba tan triste por todo lo que estaba pasando, mi tía me invitó a pasar unos días en su casa, ella vivía en otra ciudad, y me fui, esos días se volvieron semanas, y después me encontraba estudiando inglés y viviendo en casa de mi tía. Aprender idiomas era algo que me gustaba, porque planeaba viajar por el mundo algún día desde siempre, y cuando se presentó la oportunidad de aprender inglés la tomé.Pero nada de eso podía decirle a Alexandré, así que poco a poco me di cuenta que nuestra amistad no podría ser una verdadera amistad, si no puedes desahogarte con un amigo, entonces no son amigos; Alexandré era mi escape, no quería que supiera de mis problemas, yo quería que él fuera la ventana hacia el mundo al que yo quería pertenecer.
Para mayo del 2022, y cumpliendo mis veinte años, Alexandré me envió el primer regalo, algo que yo no esperaba, ni que se lo había pedido, él por su cuenta decidió enviarme el dinero para que yo me comprara un celular nuevo, porque el que tenia era un iPhone 6, y a cada rato se burlaba de mí porque se terminaba la batería muy rápido, y dijo "compra un celular nuevo, para que tengas más tiempo para hablar conmigo" a mí me cayó de maravilla; compré el celular que quería, y aún me había quedado dinero, estaba tan feliz, fue el mejor regalo de cumpleaños, nadie más, excepto él y mi amiga de toda la vida me habían dado un regalo.
Le había conversado a mi amiga de toda la vida sobre Alexandré, pero solo le había dicho todas las cosas que él me había dicho la primera vez que hablamos, y ella obviamente se ofendió y dijo que él era un grosero, pero después de ahí no le hablé más de él, no lo creía importante, las amistades por Internet no duran mucho, eso es un hecho, y así veía a Alexandré, como alguien que estaría en mi vida para darme un respiro y después desaparecería.
Pero no fue así. Los meses pasaban, ya era normal para nosotros hablarnos casi todos los días, excepto los días en donde ambos estábamos ocupados, yo con mis exámenes de inglés y él con su trabajo, llegó a un punto en donde si duraba mucho tiempo sin responder un mensaje o contestar una llamada, él se hacía el ofendido conmigo.
Creí que el celular solo seria por mi cumpleaños, pero después de eso, él siguió enviándome regalos, para mí era un gol, porque a mi nunca me daban regalos, nunca había dinero; de la nada un chico al otro lado del mundo me enviaba regalos, dinero, perfumes, incluso flores, y sentía que lo merecía; pero por otro lado era estresante porque nadie sabía, y nadie podía enterarse porque podría prestarse a malas interpretaciones, así que no me quedó de otra que decirle a mi amiga un poco más sobre él, no le dije específicamente que era el francés que me había escrito enojado hace meses, solo le dije que un amigo me enviaba esos regalos y que si ella podía recibirlos en su casa, y así fue, cabe aclarar que mi amiga se había mudado a otra ciudad, así que tenía que hacer viajes de 2 horas en camión para ir a buscar esos regalos y después volver a casa, decirle a mi tía y a mis pequeños primos que esos eran regalos eran cosas de mi amiga que ella ya no quería, a pesar de que todo era nuevo, y sí lo creyeron, me costó caro porque tenía que compartir algunos regalos con mi amiga para que se siguiera ayudándome, pero todo valió la pena.
Mi amiga decía que él estaba interesado en mí, y yo no le creía, claro que ella no lo conocía tan bien como yo, él tenía dinero, esos regalos significaban nada para él, a mi parecer en esa época, agradecer amistades en idioma rico era enviar regalos,no?
Resultó que mi amiga no estaba tan equivocada, luego me fui dando cuenta que compartir todo lo que haces en un día, y abrirle tu corazón a otra persona no es algo que solo los amigos hacen; meses después, y cuando estaba cerca la fecha de su cumpleaños, me dijo que lo único que quería de regalo de cumpleaños era que yo lo fuese a visitar, lo que yo veía casi imposible. yo no podía invitarlo venir a mi país, si me veían saliendo con un chico mi mamá se moría y le echaría la culpa a mi tía por "mala influencia" además no tenía donde meterlo, hasta yo estaba de arrimada en la casa de mi tía.
Alexandré era un tipo muy interesante a mi parecer, parecía de 25 pero después me dijo que tenia 29 y que pronto cumpliría 30 años el siete de noviembre; tras hablar meses y meses sobre los que nos gusta y lo que no, sabía poco de él, y él poco de mí, pero se que yo sabía poquito más de él que él de mí; sabía que había estudiado matemática computacional en una prestigiosa universidad, lo sabía no porque él me lo haya dicho, si no porque lo busque en Google, y sí, aparecía en Google, obviamente no había mucha información sobre él, sólo que era el hijo de un empresario que tenía un conglomerado de varias marcas de lujo, que era el segundo hijo de este señor, de su madre se sabía poco, él y sus otros 3 hermanos no compartían la misma madre, era el único escándalo que tenía el señor, y había sucedido hace mucho tiempo.
En Google no salía mucha información sobre él, pero sí de su hermano mayor, traté de investigar acerca de sus hermanos menores, pero no había nada de información sobre ellos. Después de descubrir que Alexandré era aún más rico de lo que yo llegué a imaginar, tuve que darme un tiempo para poder asimilar todo lo que estaba pasando, poder procesar que yo tenia meses hablando con un tipo francés al otro lado del mundo y encima el tipo era millonario.
Me sentía muy insegura al principio, y pensé en lo que me había dicho mi amiga, a lo mejor sí estaba interesado en mí, y me quería comprar con regalos, pero nada serio, esa clase de gente solo tiene relaciones serias con gente de su misma clase, y es lo normal. Rápidamente volví a mi estado habitual después de sobre pensar este tema por dos días seguidos, y llegué a la conclusión de que Alexandré solo es un amigo, él no me gusta para ser mi futura pareja y yo a él tampoco, y como siempre estaba exagerando todo.
Nunca le dije a Alexandré que lo había buscado en Google, quería que nuestra amistad siguiera igual; no quería que él pensara que estaba hablándole solo por dinero, pero claramente saber que él tenía mucho más dinero del que pensaba despertó algo en mí que yo desconocía, y empecé a verlo con un punto de vista distinto.
Todo cobro sentido para mí, la situación en la que estaba, y que claramente la vida me estaba poniendo la mejor oportunidad de mi vida, y yo tenía que aprovecharla o seria una idiota si no lo hiciera.
Alexandré despertó algo en mí que ni si quiera podía explicar.
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The million dollar man
RomanceEsta es la historia de Salomé, una joven de veinte años, quien navegando por sus redes sociales llega a entablar una amistad con un hombre diez años mayor que ella; ambos hablan sobre sus vidas, la felicidad, el amor y cuales son sus propósitos. Ent...