- Sí sí, estas fotografías son preciosas, eres justo lo que buscaba!!! - Exclamó Geraldine muy feliz. Ella me había invitado a su oficina para ver el resultado final de todas las fotografías que me han tomado posando con sus nuevos diseños. - Éstas ya están aprobadas, se subirán a nuestra página oficial, y también a nuestras redes sociales, hiciste un trabajo increíble, te sale natural el modelaje!
Agradecía sus palabras, pero se que no son del todo sinceras, tampoco me castigo mucho, este es mi primer trabajo como modelo, me preparé para no ser una mediocre, se que puedo hacerlo mejor, pero no estaba segura si el modelaje es lo mío, había aceptado solo por tener una nueva experiencia y porque Geraldine me lo había pedido personalmente, según sus palabras, quería a alguien "exótico", que modelara sus prendas, y que estas se destacaran como una pieza de arte, lo entendí perfectamente, pero a mi parecer, yo de exótica no tengo nada.
Había recibido un pago por mis servicios, me negué a aceptarlo en primera instancia, pero Geraldine insistió en pagarme, es muy poca paga, agradezco no tener que trabajar para vivir y solo trabajar por placer.
Creí que luego del trabajo iríamos a por un café, o tomar alguna otra cosa para platicar, pero no fue así, al parecer Geraldine estaba muy ocupada, lo entendí, y seguí mi camino.
Quiero tener una amistad con Geraldine, ella me parece tan linda, pero ninguna amistad sera tan importante como mi amistad con Marí, cuánto la extrañaba, me hace tanta falta su presencia, quizás si Marí estuviera acá conmigo no me sentiría tan sola.
Hasta ahora, mi único amigo en Francia es François, quien es un alma loca y libre, nuestro estilo de vida son tan distintos, él disfruta de su juventud, viaja mucho, sale con sus amigos, no tiene ninguna otra responsabilidad, lo envidiaba de vez en cuando.
Se que cuando nos toque volver a nuestro hogar en La Provence, estaré aún más sola.
Mi problema no es quedarme sola, podría lidiar con eso, mi problema es sentirme sola, lo tengo todo si me tengo a mí misma, pero aveces me siento muy sola, incluso con Alexandré a mi lado.
Volví a casa, la mayoría de mis días se resumen a esto: esperar a que mi esposo llegue a casa, me cuente de su día, de como le fue en su trabajo, cenamos, conversamos un poco, luego íbamos a la cama.
¿De verdad el matrimonio se volvía tan.. simple e insignificante, o solo somos mi esposo y yo?
Alexandré ha vuelto a casa, luego de un largo día de trabajo, su traje, sus zapatos, su cabello, se ve tan pulcro como siempre, la diferencia es que parece perder la cabeza más cada día.
Su hermano prácticamente se había apoderado del negocio familiar, sin consultarle a Alexandré, quien obviamente creía merecer ese puesto más que cualquier otro, mientras que su hermano creía merecerlo más por ser el mayor, a mi parecer es una serie de malentendidos de hermanos, solo que para Alexandré poco a poco se estaba convirtiendo en algo más grande, cuando se enteró de esto, me confesó que sentía traicionado, estaba fantaseando de que su hermano mayor y su madre buscarán la oportunidad de dejarlo sin nada, pero a mí me pareció que todo son suposiciones sin fundamentos, Alexandré se estaba creando conflictos en su cabeza que aún no existían y eso me preocupaba.
- Hey, ¿Cómo estuvo tu día? Geraldine aprobó algunas fotografías, dijo que en unas semanas, su equipo las subirá a su página y a redes sociales, ¿no es emocionante? Ahora tienes una esposa modelo!! - estaba muy feliz al mencionarle aquello, quería compartir mi logro con él, pero Alexandré solo sonrió insipidamente en respuesta, y me hizo a un lado, ¿Qué le ocurre ahora? No voy a correr detrás de él, ni a preguntarle el porqué, porque si lo hago, terminará convirtiéndose en una rutina, yo no correría detrás de ningún hombre, ninguna mujer con amor propio lo hace.
Él no quiso hablar, yo tampoco dije nada, justo de esta manera fuimos a la cama.
Luego de que su padre enfermara, Alexandré ha tenido unos cambios significativos en su actitud, como esposa, debo tener paciencia con él porque lo está pasando mal, pero llega un momento en el que mi paciencia ya no da para más, en el que siento que mi pareja me quiere hundir con él.
No tengo idea qué pasa por su cabeza, debe ser algo muy tormentoso como para encerrarse en sí mismo.
François había reaccionado de forma apática con respecto a su padre, Pierre se había refugiado en su madre, Jules había tomado el lugar de su padre, pero todos seguían con sus vidas, mientras que Alexandré se tormentaba a sí mismo; él había decidido quedarse en París indefinidamente con el propósito de estar cerca de su padre; todas las mañanas visitaba a su padre antes de irse al trabajo, también se había refugiado en su trabajo, trabajando incluso horas extras, y a mi me había hecho a un lado.
Solo recordaba la existencia de su esposa cuando quería tener sexo.
- El investigador me envió toda la información que recopiló sobre mi verdadera madre. - mencionó este, luego de hacerse a un lado. - Aún no he visto nada, quiero que estés conmigo cuando decida hacerlo.
¿Porqué mencionaba a su madre justo después de acostarse conmigo? Es tan extraño e inapropiado.
- No me diriges la palabra, pero quieres que esté contigo cuando recibas toda la información de tu madre, ¿no te parece eso incoherente? - dije, dándole la espalda, estaba molesta por como me había tratado horas antes, mi paciencia ha llegado a su límite.
- Pero eres mi esposa...
- ¿Sigo siendo tu esposa? Que alegría saberlo, ya estaba dudando.
- Entiendo que estés molesta, perdón por ser distantante, yo.. - Interrumpí antes de que terminase, y es que ya estaba harta de sus excusas por su actitud de mierda.
- No debes pedir perdón si no lo sientes Alexandré, si de verdad lo sintieras, cambiarías tu mala actitud, yo no soy tu desquite, soy tu esposa. La próxima vez, que sienta que estás siendo injusto conmigo, me iré y te dejaré solo con tu mala actitud, si quieres ser un pesado, hazlo, pero con los demás, no con tu esposa.
Él no dijo nada más, no tenía nada más que decir, a excepción de excusas vacías.
Al día siguiente, había recibido un enorme ramo de rosas blancas, con una nota que decía "lo siento, prometo mejorar, que tengas un bonito día, te amo. Alexandré."
— Me envía rosas blancas siempre... — Sé que es una tontería, pero me hace muy feliz este tipo de detalles.
Nunca antes ha salido la palabra "te amo" de mis labios para Alexander, me costaba decirlo, sé que lo quiero, lo admiro mucho; a pesar del tiempo que llevamos casados, él nunca me ha presionado ni ha hablado al respecto.
Para decir que lo amaba, primero debía saber qué es realmente el amor. Mi madre me había dicho que me quería, pero nunca me dijo que me amaba, y mi padre nunca estuvo presente en mi vida, no se que es realmente el amor, y no quiero mentirle a Alexandré, no quiero mentirle al hombre que más admiro en esta vida.
Tenemos momentos muy buenos, momentos malos, se que seríamos más felices si tan solo pudiese entender qué hay de mal conmigo o qué hay de mal en Alexandré, aveces me siento culpable por ello, no por mi, si no por él, porque deseaba que Alexandré fuera feliz a mi lado, que se sintiera amado por mí tanto como yo me siento amada por él.
Encontraremos la mejor manera de salir adelante como pareja, pase lo que pase, estoy muy feliz de tener a alguien como él a mi lado pero no es suficiente.
Todos tenemos momentos malos, es entendible, pero no soporto que Alexandré se comporte como un niño, me frustra y me hace sentir mal con su comportamiento, de todas maneras, ambos somos adultos y vamos a encontrar la manera de arreglarlo, podemos hacerlo.
YOU ARE READING
The million dollar man
RomanceEsta es la historia de Salomé, una joven de veinte años, quien navegando por sus redes sociales llega a entablar una amistad con un hombre diez años mayor que ella; ambos hablan sobre sus vidas, la felicidad, el amor y cuales son sus propósitos. Ent...