The million dollar man

Capítulo 52

Alexandré irrumpe sin avisar en mi oficina, me sorprendí de verlo, tengo varios días  ignorando su presencia por obvias razones.
Finjo estar enfocada en mi trabajo, Lilianne y yo llevamos dias perfeccionando una nueva propuesta sobre un proyecto de becas, aquello me mantuvo ocupada por un monton de días e hizo que fuera aun mas fácil ignorar a Alexandré; Por las mañanas me levantaba muy  temprano para no verle en el desayuno, y cuando llego a casa me encierro en mi cuarto.

— Tenemos una invitación en casa de Florence, tú eres el motivo, Florence organizará una cena por motivo del embarazo, festejaremos como familia. — Dice, mientras se tira al sillón en frente de mi escritorio.

— No es necesario, no pienso ir, tengo cosas que hacer, si quieres ir... ve solo.

Luego de nuestra última discusión, Alexandré se mantuvo alejado, lo cual me complicó un poco las cosas, ya que él, como suele hacer, ignora todas mis inquietudes y necesidades, a él realmente no le importa como su drama familiar afecta nuestra relación, hice lo correcto, dejé las cosas claras, creí que al día siguiente hablaríamos sobre aquella situación y que al menos  trataría de mejorar las cosas entre ambos pero me equivoqué.

— ¿Qué es tan importante como para dejarme plantado?— Su tono de voz cínico me hacia enloquecer. Claro, él es el centro del universo, mi mundo entero. ¿Cómo es posible tener un espacio en mi vida en donde Alexandré no sea el objeto de mi atención las veinticuatro horas del día? Debería estar en la cárcel solo por priorizar el trabajo en vez de priorizar una estúpida cena con mi estúpida familia política.

— Es tu familia, ¿Acaso tienes miedo de ir solo? — Alexandré se levanta del sillón frente a mi escritorio, toma el control remoto y luego se dispone a cerrar las persianas de mi oficina.— ¿Qué diablos haces Alexandré? No puedes hacer eso.

— ¿Qué quieres de mi Salomé? ¿Acaso no te he dado todo lo que me has pedido? Solo te estoy pidiendo una cosa y la vas a cumplir. Te pondrás un lindo vestido e iremos con mi familia, no es tan difícil ¿o sí?

— Nunca te he pedido nada Alexandré, no puedes... obligarme a convivir con tu familia, ya basta, estoy cansada, quiero estar alejada de este drama, es suficiente. Tu familia es enfermiza, deberías... alejarte de ellos para siempre, seria lo mejor para nosotros, por favor, entiende.

— Tú querías esto ¿Recuerdas?, querías una reconciliación entre ellos y yo, ya esta hecho, esta todo olvidado.

— ¿Qué está olvidado Alexandré? Los Belmont solo te harán daño, tu.. quieres repetir el ciclo ¿no?.
Así como volver con tu ex. Quieres volver al seno familiar al igual que quieres volver con Lucía... — Alexandré se dio vuelta y golpeó con bastante fuerza el  enorme librero de mi oficina— ¿Creíste que no me enteraría? No pasa nada, no estoy molesta, Cálmate.

Aquella noche de mi reencuentro con Geraldine, no solo retomamos nuestra amistad, si no que, también quedé como una estúpida. Geraldine me relató toda su experiencia yendo a ese bar con reputación dudosa para finalizar diciendo que  observó desde una corta distancia a mi esposo en la barra tomando unos tragos con su ex, quien lo tomaba de la mano, Geraldine también poseía pruebas, fotos para ser exactas, cuando vi las fotos y comprobé que se trataba de él, me llené de odio, me sentí traicionada, sobretodo, acorralada porque Geraldine poseía pruebas, no pude fingir delante de ella, era él, mi esposo con otra mujer. De alguna manera sentí que todo era una especie de venganza de parte de Geraldine, por algo se aseguró de tener pruebas, iba a buscar la manera de que yo me enterara tarde o temprano, le aplaudo esta movida, a fin de cuentas, Alexandré le dió las armas para hacerlo.

Me sentí mal en ese momento y quise irme a casa, pero cuando puse un pie fuera de la casa de Geraldine, ahí estaba él esperando por mí; Geraldine me sugirió que mantuviera la calma, lo intenté, mi cabeza estaba hecha un revoltijo y solo ver su cara de imbécil me enojaba aún más. Le reclamé varias cosas que me son importantes pero al mismo tiempo callé los acontecimientos de esa noche solo para usarlo como arma después.