Capítulo 37

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- Hay muchas maneras de subir de rango en la comunidad, la forma correcta es perder un ojo si quieres empezar con esta transición.
Entregar un ojo es un acto de devoción absoluto a Elion, solo a través de él puedes lograr tus objetivos.

Me tiemblan las manos involuntariamente, estoy temblando como una hoja seca, tengo conocimiento sobre lo habla Charles, es algo siniestro y casi inhumano, pero es necesario para demostrar mi lealtad y mi coraje.

Debo perder un ojo, ese es el primer paso.

- Eres el hijo de mi amigo, por eso te daré esta noche para que analices esto con la cabeza fría. No importa lo que hayas hecho con tu padre, le hiciste un favor al asesinarlo, no hay nada peor que estar encerrado en tu propio cuerpo; sin saberlo, lo has liberado. Quiero que sepas que él volverá Alexandré, solo lograste liberarlo de ese viejo envoltorio, no puedes matar a alguien que no está vivo Alexandré, y tu padre hace mucho tiempo que dejó de estarlo. — aquello último me taladra el cerebro, ¡lo que me faltaba, maldita sea!

- ¡¿Volverá?! ¡¿Cómo y cuándo?! ¿Cómo es eso posible? - me altero solo de pensar en que mi padre volverá, y si es así va a vengarse de mi, entonces no habrá nadie que pueda salvarme de su infierno.

- Todo es posible en la comunidad gracias a Elion. Es tiempo de que te vayas, quiero que pienses en la decisión que tomarás, luego no hay vuelta atrás, no podrás arrepentirte, y puede que después de esto no vuelvas a ser el Alexandré que eres ahora. Trata de pensar con serenidad, y con la cabeza fría, si vale la pena este sacrificio solo por vengarte de tu padre una vez más.

No estoy seguro, solo tengo claro una cosa, algo que no abandona mi mente, tomaré lo que me corresponde, lo que merezco, cueste lo que cueste.

No hay nada más que discutir, me marché cuanto antes, y no, será imposible pensar con serenidad con toda esta adrenalina que corre por mi cuerpo.

Luego de llegar a mi propiedad traté de hacer lo que Charles sugirió, traté de relajarme, de pensar, sin embargo, no lo conseguí, no pude relajarme, todo lo contrario, mientras más avanzaba la noche, más inquieto me siento.

- ¿ Has traído lo que pedí?

- Sí señor, he traído todo.

- Bien, entonces hazlo ahora.

Mi asistente preparaba aquel coctel de estupefacientes, tuve la estúpida idea de que aquella porquería me hará sentir mejor conmigo mismo, aunque dentro de mí ya sabía la respuesta.

- Listo señor. ¿Desea que yo sea quien le inyecte esto o prefiere hacerlo usted mismo?

- Hazlo tú, no quiero pensar demasiado. - Él Inmediatamente, inyectó mi brazo izquierdo, cerré los ojos un momento, no quise presenciar la escena, aunque es como un Deja vu de mi etapa adolescente, cuando solía drogarme junto a Jules todo el tiempo.

- Es como volver al pasado... Tuve una sobredosis una vez,  si muero esta noche serás el culpable, más te vale tener el número de emergencia del hospital más cercano. - mi asistente puso una cara de espanto, hemos trabajado juntos por más de cinco años, y esta es la primera vez que lo veía tan asustado, es gracioso de ver.

En pocos minutos surgió el efecto e inmediatamente me desconecté de este mundo.

Flotaba, y la vi a ella como si fuera un ángel.

En el funeral de mi padre, sentí su abrazo, su apoyo incondicional, se sintió tan bien como en los viejos tiempos, tal vez nunca, nunca dejaré de sentir algo por Lucía, sin importar todo lo que nos separa, todo lo que ha pasado entre nosotros; Ella fue mi primer amor, la mujer que me convirtió en el hombre que soy, a pesar de todo, siempre fue buena conmigo, fue paciente, esperó a que estuviera listo para ella, esperó por mí, pero yo no estaba listo para ser el hombre con quien ella quería casarse y formar una familia.

The million dollar manWhere stories live. Discover now