Capítulo 34

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Luego del funeral de mi suegro, como era de esperar, un abogado de la familia reunió a todos para hablar sobre el testamento del señor Belmont. La señora Belmont me prohibió acompañar a mi esposo en ese momento, Alexandré protestó, pero no quise tener más disgustos con la señora Florence así que me retiré sin objeción.

Estaba nerviosa, no puedo ignorar las incontables veces en las que mi esposo me narraba su infancia y adolescencia, no tuvo una buena relación con su padre, y en este momento lo tengo más en cuenta que nunca. Tengo miedo, sí, tengo miedo de que al final el señor Belmont castigue de alguna otra forma a su hijo, nunca lo quiso así que no me sorprendería, por otro lado me parece injusto que le hiciera eso a su hijo, así que debo confiar en que muy en el fondo el señor Belmont apreciaba a su hijo.

Tengo los nervios de punta, odiaba esperar, me hago miles de escenarios en mi cabeza, no hace más que aumentar mi ansiedad.

Estuvieron largo rato encerrados en el estudio, yo estaba fuera esperando, para mi sorpresa, Alexandré salió bruscamente dando un portazo que me hizo saltar del susto, ni si quiera notó mi presencia, pasó de mi como alma endemoniada, detrás de él salió François prácticamente molesto y apurando el paso, no reaccioné hasta que Jules me tomó del brazo captando mi atención.

— ¿Qué ha pasado? ¿Porque Alexandré reaccionó de esa manera? — Jules me miró con fastidio, miré detrás de su hombro, estaba la señora Florence y Pierre expectantes, fríos y sin ninguna emoción.

— Es peligroso para ti estar con él en estos momentos, él está muy molesto, François intentará calmarlo... — Comentó. Pero no entiendo nada de lo que pasa a mi alrededor y temo lo peor.

— Podrías soltarme por favor... — Dije, luego de darme cuenta que aun me sostenía del brazo, él parece no haberse dado cuenta de esto y me dejó libre inmediatamente.

No dije nada, solo le miré una última vez, luego a Florence y a Pierre, tengo la sensación de que algo estoy pasando por alto. Salí corriendo, rezando para alcanzar a Alexandré antes de que haga alguna tontería juzgando por su estado de animo, nunca lo había visto así de enfadado hasta ahora.

Encontré a François y a Alexandré discutiendo en el estacionamiento, corrí hacía ellos lo más rápido que pude, pero luego me detuve al ver como Alexandré tomaba a François del cuello con mucha violencia, sus ojos estaban llenos de ira, es un Alexandré que no conozco, tuve miedo de él en ese momento, no me atreví a intervenir entre ellos.

Luego de un intercambio de palabras, François dijo mi nombre, entonces justo ahí Alexandré notó mi presencia y dejó en paz a François.

— Sube al auto cariño..— Dijo Alexandré, a pesar de que me había dicho la palabra "cariño" lo decía aún alterado y con rabia, estaba muy sorprendida de ver esta faceta suya que hasta ahora no conocía.

Hice lo que me pidió, pero antes de subirme al coche, le pregunté a François si estaba bien, y este respondió con el pulgar arriba con una sonrisa.  Un simple gesto que hizo enojar aún más a Alexandré, quien me miró con mucho rencor, temí ante su mirada, y de inmediato entre al coche.

Luego él se subió al coche en silencio y empezó a conducir.

Me mantuve callada hasta que llegamos al tráfico.

— Deberías... ponerte el cinturón de seguridad. — Con miedo de hablar, de decir o preguntar algo, tengo tanto temor de que se vuelva alterar. No quiero estar encerrada en el auto con él, el ambiente es horrible, incluso temía mirarle a los ojos, pero lo termine haciendo.

Él trago saliva, despues abrió la boca y creí que diría algo pero no fue así, volvió a cerrar la boca cuando el semaforo se puso en verde.

Mas adelante volvimos a caer en el tráfico otra vez, me llené de valor para hablar primero, ya que el parece no tener aquellas intenciones.

The million dollar manWhere stories live. Discover now