Capítulo 46

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Luego de aquella noche me di cuenta de que todo este tiempo Alexandré estuvo hundiéndose en arenas movedizas. Me pregunté a mí misma qué puedo hacer para arreglar esto, ¿Como puedo arreglar un error que yo no cometí, como? Su corazón no tiene arreglo, su alma tampoco, no tiene amor por sí mismo, es de armas a tomar y es vengativo. Cuando lo enfrenté luego de aquella noche él lo tomó con tanta calma, el cinismo dibujaba su rostro mientras se justificaba. Un hombre dañado puede dañar a otros, Alexandré es igual, es capaz de dañar a cualquier persona que se cruce en su camino y eso me asusta.

Con el pasar de los días Alexandré me abrió su corazón, me contó todo lo sucedido, o bueno, eso supongo. Todo lo que tuvo que pasar, todo lo malo que hizo, sentí pena y miedo a la vez, ¿Cómo hubiese sido su vida si tal vez... nada de eso hubiera ocurrido? Tal vez no sería una persona tan perturbada.
Por supuesto, le dí mi apoyo incondicional, es imposible cambiar el pasado, seria fácil juzgarlo y señalarlo, y no soy quien para juzgarlo, él es el único que llevará consigo la culpa por todo lo que a hecho pero nunca olvidaré la forma en la que Alexandré me confesó su tropiezo, le restó importancia como si asesinar a su padre y ser parte de una secta no significara nada para él. Recuerdo que se puso encima de mi luego de contar aquellas atrocidades antes iniciar la cópula, me dió algo de miedo no lo voy a negar, pero cuando le veo a los ojos puedo notar cuanto le afectó a pesar de que finja lo contrario.

Todo lo sucedido me sirvió para darme cuenta de lo mucho que quiero a mi mamá, la enorme distancia entre nuestros corazones que nos separa, esta situación me afectó tanto que decidí dejar todo lo malo en el pasado, las veces que me lastimó, las veces en que la he decepcionado, nada de eso importa ya, gracias a todo lo sucedido me acerqué a mi mamá de nuevo, no esperaba ninguna disculpa de su parte, ella actuó como siempre, así es ella, le pedí perdón, le dije las razones que tenia por actuar como lo he hecho, ella obviamente me ignoró y trato de invalidar mis sentimientos, aún así no me di por vencida con ella.
Ser madre es muy difícil, nadie te enseña a ser una buena madre, cada hijo se comporta diferente, eso lo entiendo, y sé que no soy la hija que ella hubiese querido tener, así como ella nunca será la madre que siempre quise que fuera. Las personas son como son y no se pueden modificar a mis intereses, me toca aceptar y quererlos tal y como son.

Si pienso en alguna persona que tal vez fue hecha a mi medida es François, él se largó a Sudáfrica poco después de la última vez que convivimos, no se despidió personalmente pero sé que a donde quiera que esté, él va a alegrar a todos, ojalá él pueda encontrar su camino y ser feliz, se lo merece. Sé que se decepcionó de mí por lo que hice aquella noche, me puse de lado de Alexandré sin dudarlo, le vi hacer cosas terribles y no hice nada al respecto, y se que esa es la razón por la cual François no se despidió de mi antes de irse. En el futuro trataré de volver a ganarme su confianza y su cariño,
François fue un buen amigo y quién me distraía cuando las cosas estaban mal, desde el comienzo fue amable y nunca me faltó al respeto, siempre me vió como su igual, gracias a todo lo que ha hecho por mi, siempre tendrá un lugar en mi corazón.

Inició enero y las cosas se pusieron tensas.
En los medios de comunicación solo se veía la cara de Jules, intentó callar a los medios pero no pudo callar a las personas en las múltiples redes sociales, poco a poco se armaron manifestaciones a las afueras de las instalaciones Belmont, todo estaba hecho un caos, Alexandré me confesó que el señor Charles estaba detrás de todo esto y presionaba para que Jules fuese destituido. La locura se extendió por semanas, y fue creciendo a un más, como temía, Jules optó por desviar la atención hacia Alexandré, los medios se voltearon a atacarle ferozmente.

La presión mediática era tanta que no podíamos sacar un pie fuera sin ser acosados por los periodistas. Los manifestantes eran cada vez más, algunos llegaron a invadir algunas tiendas de Swiss Verné, tachaban a Alexandré de contribuir en la explotación laboral y de despidos masivos para reducir costos; la sociedad se dividió en dos, los que odiaban a Jules, y los que odiaban a Alexandré, el ambiente estuvo tenso por varias semanas.

The million dollar manWhere stories live. Discover now